Jalisco

Oruga peluche lesiona a una mujer en Providencia

La víctima creyó que el dolor en la mano era por cortar con fuerza las ramas de las plantas

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2015).- No por acariciarla por lo adorable que se ve sino por rozarla sin darse cuenta, una mujer ya fue víctima del veneno de la temible oruga peluche. Y no fue entre la maleza de un baldío sino en su propio jardín en la colonia Providencia Sur.

Angélica, de 56 años, es médico especialista en rehabilitación. Claro que ella por nada tocaría por voluntad propia a una oruga peluche, más porque ya había visto en la televisión que son venenosas. Pero sin que nadie le advirtiera de algún contacto accidental, salió a podar despreocupada su jardín la mañana de este viernes poco después de las diez:

"Fue ayer que se me ocurrió podar una planta afuera de mi casa y como estaba yo jalando las ramas y con un serrucho cortándolas porque estaba duro, no sentí nada hasta que en un ratito empecé".

A Angélica se le comenzó a hinchar en el área de los nudillos pero ella pensó que era una especie de efecto por el esfuerzo de serruchar duro: "Seguí cortando la planta, en ningún momento vi el bicho feo, y de ahí sentí el dolor punzante, horrible, como quemado en el dorso de la mano y se me atravesaba a la palma de la mano".

Hasta ese momento ni en cuenta de la existencia de la oruga, que seguía haciendo cosas de orugas entre las ramas podadas. Pero a Angélica se le comenzaron a hinchar y amoratar los dedos al grado que ya no podía mover la mano.

Aún así se fue a trabajar, pero allá en el CRIT se fue a la enfermería a sacarse unas radiografías porque creyó que se había fracturado. Por supuesto que la fractura no apareció, por lo que quienes la atendieron intentaron diagnosticar su malestar. Fue que alguno de ellos sugirió que se trataba de la temible oruga peluche al ver los síntomas, de los que destacó la horrible sensación: "Calificamos el dolor del uno al diez. ¡Pues yo lo sentía como en el quince!".

La trasladaron del CRIT al hospital Terranova donde le aplicaron potentes analgésicos: "Ni me dormí ni se me quitó nada". Tras varias horas en observación aún no sabían aún qué era lo que la aquejaba, incluso llegaron a presumir que era por la planta podada, aunque lo que finalmente se diagnosticó fue "picadura de insecto no determinada".

Así se la pasó unas horas. Fue hasta la mañana siguiente que descubrieron el peludo origen de su caso: "Mi hermana se puso a buscar entre las plantas, la muchacha que nos ayuda se puso a recoger todas y estaban junto al bote de la basura, y ahí estaba, lo que hizo ella (la hermana), la pescó en un bote".

Con la evidencia en mano supieron que se trataba del famoso insecto ponzoñoso de la televisión. Como la recomendación es llamar a Protección Civil cuando alguien se topa con una de estas orugas, lo hicieron, y personal de la dependencia se la llevó con todo y ramas: "Dice mi hermana que ahí en el frasco donde estaba el animal empezó a echar como telarañas, y luego como que vio que echó una bolita café que no sabe si fue excremento o huevos, entonces se llevaron al animal".

A dos días de la picadura y de analgésicos intravenosos, el dolor sigue pero la hinchazón de la mano comenzó a bajar, lo mismo que lo amoratado, aunque cree que el malestar durará un par de días más.

La Secretaría de Salud Jalisco ha emprendido hace un par de semanas una campaña para alertar a la población de no acariciar a las orugas peluche, insectos de larga cabellera de varios colores, similar --comparó Angélica-- a la de un perrito labrador de esos de los dorados. Esto porque debajo de su peluche esconde espinas venenosas que pueden dañar a las personas que las tocan. Acaso falte a la campaña recomendar a la gente estar atenta en sus labores de jardinería pues, sin saberlo, pueden estar acariciando a una oruga peluche.

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