Jalisco
Niños 'consentidos', los más propensos a ser acosadores
Los agresores se establecen en la zona de mando porque la familia les da esa posición, según experta
GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2013).- Tanto la desatención como las muestras desmedidas de afecto inciden en que cada eslabón de la cadena de
abuso escolar asuma su parte, ya sea como acosador o acosado. De ahí la necesidad de que los padres de familia asuman su rol y establezcan una comunicación cercana con sus hijos.
De acuerdo con la directora del Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su Familia (IFITAF), Mónica Urdapilleta, los acosadores, o “bullys”, regularmente se establecen en la zona de mando porque la familia les ha dado esa posición.
La sicóloga subrayó que, aunque no ocurre así en la totalidad de los casos, el empoderamiento regularmente forja en el infante una idea de mando, lo que acaba con los límites y lleva a rebasar la autoridad de los padres. Así, poco conocen de respeto a las reglas, al prójimo o incluso a los animales. En suma: “No saben que hay consecuencias en la vida”.
“Hay casos donde me dicen los padres: ‘Pues deja ver si mi hijo quiere venir’. Y yo les respondo: ¿En serio le vas a pedir permiso a tu hijo? Está claro que no lo vas a llevar a terapia a la fuerza, pero tampoco le vas a pedir permiso”.
Durante una serie de conferencias sobre acoso escolar en la Universidad Panamericana (UP), la directora de IFITAF expuso que esta permisividad se traslada al aula, y ahí es donde comienzan las agresiones al resto de sus compañeros.
Pero sobre estos últimos, las víctimas, también hay factores de formación que influyen. Por ejemplo, la sobreprotección dificulta que se forje un carácter más firme, lo que eventualmente los lleva a asumir el rol de acosados.
Falta apoyo de los padres
Durante las conferencias, expertos y maestros coincidieron que la participación de los padres de familia en la formación es obligatoria. “Por ejemplo, luego llegan mamás y dicen: ‘pues ahí está mi hijo, usted es la maestra y ahí arréglense’”, dijo una de las docentes en el periodo de preguntas y respuestas.
Lourdes Bustos, en otro caso, dijo que en su escuela han realizado un censo sobre abuso escolar que les ventiló que ocho de cada 10 de los “bullys” padecen “serios problemas de autoestima”.
Pero destacó que los dos de cada 10 restantes son los que causan mayor sorpresa, pues contestaron que abusan de sus compañeros porque “es divertido”, algo que escapa a las soluciones que pudiera plantear desde la escuela. “Mi labor es garantizar la seguridad de los alumnos en mi aula, independientemente que (el abusador) tenga o no problemas”.
El problema de los padres que rehúsan sumarse a la formación de sus hijos, concluyó Mónica Urdapilleta, es un gran pendiente al que debe hallarse solución para que la situación problemática decrezca.
RECOMIENDAN EVITAR SUMARSE A LOS CONFLICTOS
Docentes contra la violencia en aulas
Para el especialista en sicología de la Universidad Panamericana, Carlos Alberto Marentes Herrera, el profesor debe atender los puntos básicos en su jornada de clases, como llevar bien preparadas sus actividades, para evitar tiempos muertos. También debe evitar el autoritarismo, pues erigirse como autoridad máxima del lugar llevará al alumno a “desquitarse”.
Otro aspecto que ayudará al profesor a disminuir las probabilidades de que se presenten casos de abuso, dijo, es “evitar sumarse a cualquier conflicto”.
TÉRMINO
“Intimidación”
El término “bullying”, se traduce como “intimidación”, es la denominación que se dio al fenómeno en Estados Unidos e Inglaterra, donde las investigaciones académicas sobre el tema iniciaron en los años 70.
FRASE
"La misión de educar es de los papás "
Daniela Salgado Gutiérrez, directora de la Escuela de Pedagogía de la UP.
CONSECUENCIAS
Sobre el “creciente fenómeno del hostigamiento escolar” dentro de internet, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) menciona que supera todas las formas actuales de control y que está generando “consecuencias gravísimas” para las víctimas “entre las cuales se destaca el suicidio por supuesta, o real, condición homosexual, por ejemplo”.
Dentro del documento “Violencia escolar en América Latina y el Caribe: Superficie y fondo”, de 2011, menciona que el castigo corporal en las escuelas muestra una tendencia decreciente, mientras que el maltrato emocional (violencia psicológica) va en aumento.
De acuerdo con la directora del Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su Familia (IFITAF), Mónica Urdapilleta, los acosadores, o “bullys”, regularmente se establecen en la zona de mando porque la familia les ha dado esa posición.
La sicóloga subrayó que, aunque no ocurre así en la totalidad de los casos, el empoderamiento regularmente forja en el infante una idea de mando, lo que acaba con los límites y lleva a rebasar la autoridad de los padres. Así, poco conocen de respeto a las reglas, al prójimo o incluso a los animales. En suma: “No saben que hay consecuencias en la vida”.
“Hay casos donde me dicen los padres: ‘Pues deja ver si mi hijo quiere venir’. Y yo les respondo: ¿En serio le vas a pedir permiso a tu hijo? Está claro que no lo vas a llevar a terapia a la fuerza, pero tampoco le vas a pedir permiso”.
Durante una serie de conferencias sobre acoso escolar en la Universidad Panamericana (UP), la directora de IFITAF expuso que esta permisividad se traslada al aula, y ahí es donde comienzan las agresiones al resto de sus compañeros.
Pero sobre estos últimos, las víctimas, también hay factores de formación que influyen. Por ejemplo, la sobreprotección dificulta que se forje un carácter más firme, lo que eventualmente los lleva a asumir el rol de acosados.
Falta apoyo de los padres
Durante las conferencias, expertos y maestros coincidieron que la participación de los padres de familia en la formación es obligatoria. “Por ejemplo, luego llegan mamás y dicen: ‘pues ahí está mi hijo, usted es la maestra y ahí arréglense’”, dijo una de las docentes en el periodo de preguntas y respuestas.
Lourdes Bustos, en otro caso, dijo que en su escuela han realizado un censo sobre abuso escolar que les ventiló que ocho de cada 10 de los “bullys” padecen “serios problemas de autoestima”.
Pero destacó que los dos de cada 10 restantes son los que causan mayor sorpresa, pues contestaron que abusan de sus compañeros porque “es divertido”, algo que escapa a las soluciones que pudiera plantear desde la escuela. “Mi labor es garantizar la seguridad de los alumnos en mi aula, independientemente que (el abusador) tenga o no problemas”.
El problema de los padres que rehúsan sumarse a la formación de sus hijos, concluyó Mónica Urdapilleta, es un gran pendiente al que debe hallarse solución para que la situación problemática decrezca.
RECOMIENDAN EVITAR SUMARSE A LOS CONFLICTOS
Docentes contra la violencia en aulas
Para el especialista en sicología de la Universidad Panamericana, Carlos Alberto Marentes Herrera, el profesor debe atender los puntos básicos en su jornada de clases, como llevar bien preparadas sus actividades, para evitar tiempos muertos. También debe evitar el autoritarismo, pues erigirse como autoridad máxima del lugar llevará al alumno a “desquitarse”.
Otro aspecto que ayudará al profesor a disminuir las probabilidades de que se presenten casos de abuso, dijo, es “evitar sumarse a cualquier conflicto”.
TÉRMINO
“Intimidación”
El término “bullying”, se traduce como “intimidación”, es la denominación que se dio al fenómeno en Estados Unidos e Inglaterra, donde las investigaciones académicas sobre el tema iniciaron en los años 70.
FRASE
"La misión de educar es de los papás "
Daniela Salgado Gutiérrez, directora de la Escuela de Pedagogía de la UP.
CONSECUENCIAS
Sobre el “creciente fenómeno del hostigamiento escolar” dentro de internet, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) menciona que supera todas las formas actuales de control y que está generando “consecuencias gravísimas” para las víctimas “entre las cuales se destaca el suicidio por supuesta, o real, condición homosexual, por ejemplo”.
Dentro del documento “Violencia escolar en América Latina y el Caribe: Superficie y fondo”, de 2011, menciona que el castigo corporal en las escuelas muestra una tendencia decreciente, mientras que el maltrato emocional (violencia psicológica) va en aumento.