Jalisco

Miembros del cártel del Golfo, relacionados con atentado en Lagos de Moreno

Los presuntos sicarios detenidos el sábado pasado confesaron su participación en el ataque con granadas perpetrado en octubre pasado contra cinco elementos de la Policía del Estado

GUADALAJARA, JALISCO.-  Continúa el flujo de información con referencia a los tres miembros del cártel del Golfo que fueron aprehendidos en un operativo conjunto entre la Secretaría de Seguridad Pública y el Ejército Mexicano, toda vez que ya han confesado su participación directa en el enfrentamiento ocurrido la noche del 8 de octubre del año pasado, y que dejó como resultado la muerte de cinco oficiales de la Policía del Estado.

Presumiblemente, el enfrentamiento en el cual perdieron la existencia José Alejandro Ramírez Álvarez, Martín Flores Torres, José Antonio Álvarez Cantor, Samuel Alejandro Ascencio Pérez y Raúl Olvera Higuera, obedecía a un acto intimidatorio que tenía como propósito el libre ingreso del cártel del Golfo a la Zona Norte de Jalisco.

“Hemos logrado la detención de gente vinculada con el cártel del Golfo, y gracias a las investigaciones que posteriormente hace la Procuraduría (de Justicia), se puede aclarar que algunos de los detenidos y el fallecido (tras el enfrentamiento del jueves pasado en Mezquitic) participaron directamente en la muerte de los compañeros de la Policía estatal en Lagos de Moreno”, informó en rueda de prensa el secretario de Seguridad Pública, Luis Carlos Nájera.

En lo que respecta al sujeto que perdió la vida en dicho enfrentamiento, el mando policial refirió que podría tratarse del comandante “Gárgola”, líder de una de las dos células que atacaron con granadas a los activos estatales; aunque en primera instancia se había especulado que se trataba de Braulio Arellano Rodríguez, alias “El Gonzo” o el “Z-20”.

“El comandante Gárgola (…) es el que fallece en el enfrentamiento, fue uno de los dirigentes de célula que victimaron a los cinco policías de Lagos de Moreno”.

Con relación a este presunto líder de comando, una mujer de nombre Arcelia Maldonado Ayala, residente en San Antonio, Texas, pidió que se sometiera el cadáver de quien hasta el momento es conocido como Carlos Alberto Maldonado Ayala a una prueba de ADN, a fin de confirmar si es que el finado era su hermano.

La probable consanguínea declaró que desde el mes de diciembre no había tenido contacto con su familiar, quien —dijo— se dedicaba a la agricultura.

Por su parte, el Procurador de Justicia, Tomás Coronado Olmos, señaló que el seguimiento efectuado por agentes investigadores al ataque en Mezquitic dejó como resultado la exitosa localización, detención y relación de los detenidos —que tienen su centro de operación en Zacatecas— con la muerte de los cinco oficiales del Estado.

“A partir de la puesta a disposición de 11 personas que fueron detenidas en el municipio de Mezquitic, en donde hubo el enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Seguridad, el área de secuestros tenía ya la línea de investigación de unas células que estaban operando en esa zona”.

No obstante, y aunque la finalidad del brazo armado del cártel del Golfo es adueñarse de la plaza en la Zona Norte del Estado, su centro de operaciones radica en un Estado colindante con Jalisco, según declararon los señalados.

“De las investigaciones se desprende que esta célula operaba en aquella zona, establecida al cien por ciento en Fresnillo, Zacatecas”, indicó el primer fiscal.

Sin embargo la investigación continúa, puesto que es de todos conocido que hay más personas involucradas en el fatídico evento del 8 de octubre.

“Una vez concluida la integración de la averiguación (…) se solicitarán las correspondientes órdenes de aprehensión en contra de todos los que participaron en aquel evento”, manifestó el Coronado Olmos.

Y es que, según declararon las dos autoridades, siete individuos de los que tomaron participación activa el día de los hechos, están plenamente identificados.

Entretanto, las personas detenidas responden a los nombres de Isaías Francisco Salazar, de 20 años; Ricardo Cantú Hernández, de 18 y Gabriel Santiago Bautista, de 25, apodado “El Chaca”. Sobre éste último se tiene conocimiento que es desertor del Ejército Mexicano, y que además era el líder de una de las células que atacaron y dieron muerte a los activos estatales en la citada gasolinera, mismas que a su vez eran comandadas por Rodolfo Henández García, alias “El Comandante Doble Cero”.

A estas personas se les aprehendió en posesión de un rifle de asalto AR-15 del calibre .223; una pistola tipo escuadra calibre .9 milímetros con su respectivo cargador abastecido y nueve tiros útiles, así como cinco percutidos; tres granadas de fragmentación M-67 y cinco teléfonos celulares.

Isaías Francisco Salazar declaró que su trabajo consistía en cuidar una casa de resguardo en Fresnillo, Zacatecas, para miembros de la organización delictiva.

“Yo cuidaba la casa, que era donde venían y dormían, se bañaban y se iban otra vez, pero conmigo no se relacionaban mucho, porque era nuevo y me tenían desconfianza”, señaló en su momento.

Según los datos que proporcionó, su labor hacia con estas personas —de quienes conocía plenamente que se desempeñan como sicarios— consistía en labores domésticas, tales como cocinar y asear el lugar.

Su detención —dijo— se dio debido a que se asustó con la presencia policial y corrió para ocultarse, aunque él estaba en posesión de las tres granadas incautadas.

“Trataba de huir, después de la balacera (en Mezquitic) yo me eché a correr (…) no sé disparar armas, estaba de mandadero de los demás, en Zacatecas”.

Cantú Hernández, por su parte, se negó rotundamente a hablar ante micrófonos y grabadoras, y solamente manifestó ser de oficio joyero en su Estado natal.

“Prefiero no hablar” fue su declaración hacia los medios de comunicación.

No obstante, se supo de manera extraoficial que dentro de sus labores con el grupo armado está el homicidio de dos militares en el Estado de Tamaulipas.

La captura de estas personas se logró durante la madrugada del pasado sábado, gracias a una movilización conjunta entre personal operativo de la SSPE y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el municipio de Mezquitic.

El trío fue trasladado la mañana de ayer a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) donde serán investigados, toda vez que dicha instancia ya ha abierto una averiguación previa en este caso por el delito de terrorismo.

A cinco meses de distancia

Así es como luce en la actualidad la fachada de la tienda de autoservicio ubicada en la carretera Guadalajara—Lagos de Moreno, que fue testigo mudo del fatal atentado ocurrido en octubre del 2008.

En su momento, peritos forenses contabilizaron poco más de mil cascajos percutidos, además de que encontraron los restos de nueve granadas de fragmentación Mk-2, las cuales fueron detonadas en contra de cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Pública destacamentados en ese municipio alteño.

Ese día, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Luis Carlos Nájera, dio una breve explicación sobre cómo es que se pudo haber desarrollado el lamentable suceso.

“Estaban efectuando una revisión precautoria a varias personas que se encontraban en un automóvil, puesto que el vehículo en que viajaban lucía sospechoso, cuando uno de ellos realizó una breve llamada por su teléfono celular, tras lo cual arribaron por lo menos 15 individuos, quienes abrieron fuego sin darles oportunidad de repeler la agresión”.

Un gran número de elementos pertenecientes a diversas corporaciones, así como activos del Ejército Mexicano, resguardaban con celo la gasolinera, misma en que se hallaban —por lo menos— ocho automóviles afectados por las explosiones; uno de los cuales se encontraba completamente deshecho.

El armamento utilizado por estas personas, además de las citadas granadas —antipersonales y de fragmentación— fueron fusiles AR-15; así como AK-47; también conocidos como “cuernos de chivo”.



El Informador / Isaack de Loza

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