Jalisco
La urbanización en Guadalajara, origen de lluvias atípicas
Meteoróloga explica que el pavimento del suelo impide la filtración libre del agua de precipitaciones
- Más tormentas azotan la ciudad
-Reconocen que detector de
tormentas se encuentra en fase de estudio
GUADALAJARA, JALISCO (15/JUL/2011).- Las fuertes lluvias de este temporal, que han generado afectaciones de consideración en diversos puntos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), han permeado en mayor medida a la ciudad debido a la intensa urbanización a que se ha sometido en los últimos años; esto ha generado que la Perla Tapatía se convierta en un sitio “vulnerable” ante las precipitaciones anuales, explicó la meteoróloga Valentina Davydova Belitskaya.
“Sentimos el efecto de estas lluvias porque vivimos en una mancha vulnerable a causa de su urbanización; es decir, que el pavimento del suelo impide la filtración libre de estas lluvias, produce escurrimientos masivos y desbordamiento de los canales y ríos que atraviesan la ciudad, porque esos reciben prácticamente el total de las lluvias”.
Detalló que la intensidad de episodios registrados durante el mes en curso no guardan una distancia mayor si se les compara con julio de 2010. De los 15 días de este mes, 13 han tenido una intensidad por encima de los 15 milímetros o litros metros cuadrados (siendo los días 2 y 12 los más intensos); el resto no han rebasado los dos, según información reportada por la estación monitoreo Colomos.
Y aunque las precipitaciones de los últimos días han traído fuertes consecuencias para municipios como Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y Zapopan, estas no han rebasado el valor máximo histórico, que se reportó el 3 de junio de 1993, cuando una tormenta arrojó 65.9 litros por metro cuadrado en la ciudad, aunque para ese entonces, la ciudad era significativamente más pequeña y menos poblada.
Ayer, la investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) daba cuenta que un estudio de su autoría revela un incremento en la intensidad de las lluvias de la metrópoli al pasar de las últimas décadas. Hoy, expone que la estadística a la alza comenzó por 1880, aunque fue después de la década de 1960 cuando se intensificó. La razón: los problemas de contaminación.
Mencionó que el desarrollo de una industria con “altas emisiones de óxido de azufre” impulsó el incremento de lluvias, toda vez que ese agente contaminante “acelera” su formación, lo cual tiene consecuencias de mayor proporción si se asocia al desmedido incremento de la mancha urbana.
Así, hace un siglo la precipitación acumulada al año tenía un promedio de entre 780 y 800 mililitros, dependiendo la región. Hoy, el estándar es de 915; esto es, un aumento de poco más de 100 mililitros al año, con un índice a la alza.
Tendencia al alza, en contra de la proyección global
Mientras los estudios elaborados por la especialista informan de un aumento notable en el acumulado de lluvias para Guadalajara, el pronóstico para el resto del país marca un estatus a la baja. “Es una tendencia creciente que va contra lo que indica la proyección de cambio climático”, expone.
“En todo nuestro país, probablemente a mediados del siglo XXI, (o en el año) 2100, la lluvia a escala va a disminuir; sin embargo en la ZMG la tendencia es inversa (…) los científicos hablan que cuando se dará la disminución más significativa es a lo largo de los próximos 20 o 30 años”.
La región Noroeste, dijo, será la más afectada, con señales de hasta un 30% menos lluvias, en tanto que la cifra llegaría al 15% en la región Occidente, y sólo las zonas Sureste y Sur tienen tendencias poco significativas. Incluso la península de Yucatán tendrá un descenso significativo.
Sin embargo, esta tendencia habrá de invertirse, y en el futuro Guadalajara volverá a sus cifras “normales” en cuanto a captación de lluvia. “Esta tendencia se invertirá, aunque en forma más lenta que en otros lugares que no tienen el efecto de urbanización que acelera el proceso de conducción, y tiende a incrementar las lluvias a escala totalmente local”.
De hecho, en el Estado de Jalisco ya hay regiones, como la de Los Altos, que ya marcan una tendencia —“aunque no tan significativa”— de precipitación para abajo; el caso de Guadalajara “rompe” la norma debido, precisamente, a un incremento exponencial en la edificación de complejos habitacionales y asentamiento de industrias.
Para saber
¿Quién es Valentina Davydova?
Investigadora especialista de tiempo completo en el departamento de Ciencias Ambientales del CUCBA, en la Universidad de Guadalajara (UdeG). Trabaja en el estudio de circunstancias que permean la salud del ecosistema, así como las consecuencias al organismo humano y a la vida pública.
Ha desarrollado un estudio de climatología y meteorología aplicada, que aterriza los temas de variabilidad de cambio climático a escala local (Guadalajara) y regional (Jalisco). La metodología usada para el mismo le ha sido sugerida por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) y consta de 27 indicadores técnicos.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
-Reconocen que detector de
tormentas se encuentra en fase de estudio
GUADALAJARA, JALISCO (15/JUL/2011).- Las fuertes lluvias de este temporal, que han generado afectaciones de consideración en diversos puntos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), han permeado en mayor medida a la ciudad debido a la intensa urbanización a que se ha sometido en los últimos años; esto ha generado que la Perla Tapatía se convierta en un sitio “vulnerable” ante las precipitaciones anuales, explicó la meteoróloga Valentina Davydova Belitskaya.
“Sentimos el efecto de estas lluvias porque vivimos en una mancha vulnerable a causa de su urbanización; es decir, que el pavimento del suelo impide la filtración libre de estas lluvias, produce escurrimientos masivos y desbordamiento de los canales y ríos que atraviesan la ciudad, porque esos reciben prácticamente el total de las lluvias”.
Detalló que la intensidad de episodios registrados durante el mes en curso no guardan una distancia mayor si se les compara con julio de 2010. De los 15 días de este mes, 13 han tenido una intensidad por encima de los 15 milímetros o litros metros cuadrados (siendo los días 2 y 12 los más intensos); el resto no han rebasado los dos, según información reportada por la estación monitoreo Colomos.
Y aunque las precipitaciones de los últimos días han traído fuertes consecuencias para municipios como Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y Zapopan, estas no han rebasado el valor máximo histórico, que se reportó el 3 de junio de 1993, cuando una tormenta arrojó 65.9 litros por metro cuadrado en la ciudad, aunque para ese entonces, la ciudad era significativamente más pequeña y menos poblada.
Ayer, la investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) daba cuenta que un estudio de su autoría revela un incremento en la intensidad de las lluvias de la metrópoli al pasar de las últimas décadas. Hoy, expone que la estadística a la alza comenzó por 1880, aunque fue después de la década de 1960 cuando se intensificó. La razón: los problemas de contaminación.
Mencionó que el desarrollo de una industria con “altas emisiones de óxido de azufre” impulsó el incremento de lluvias, toda vez que ese agente contaminante “acelera” su formación, lo cual tiene consecuencias de mayor proporción si se asocia al desmedido incremento de la mancha urbana.
Así, hace un siglo la precipitación acumulada al año tenía un promedio de entre 780 y 800 mililitros, dependiendo la región. Hoy, el estándar es de 915; esto es, un aumento de poco más de 100 mililitros al año, con un índice a la alza.
Tendencia al alza, en contra de la proyección global
Mientras los estudios elaborados por la especialista informan de un aumento notable en el acumulado de lluvias para Guadalajara, el pronóstico para el resto del país marca un estatus a la baja. “Es una tendencia creciente que va contra lo que indica la proyección de cambio climático”, expone.
“En todo nuestro país, probablemente a mediados del siglo XXI, (o en el año) 2100, la lluvia a escala va a disminuir; sin embargo en la ZMG la tendencia es inversa (…) los científicos hablan que cuando se dará la disminución más significativa es a lo largo de los próximos 20 o 30 años”.
La región Noroeste, dijo, será la más afectada, con señales de hasta un 30% menos lluvias, en tanto que la cifra llegaría al 15% en la región Occidente, y sólo las zonas Sureste y Sur tienen tendencias poco significativas. Incluso la península de Yucatán tendrá un descenso significativo.
Sin embargo, esta tendencia habrá de invertirse, y en el futuro Guadalajara volverá a sus cifras “normales” en cuanto a captación de lluvia. “Esta tendencia se invertirá, aunque en forma más lenta que en otros lugares que no tienen el efecto de urbanización que acelera el proceso de conducción, y tiende a incrementar las lluvias a escala totalmente local”.
De hecho, en el Estado de Jalisco ya hay regiones, como la de Los Altos, que ya marcan una tendencia —“aunque no tan significativa”— de precipitación para abajo; el caso de Guadalajara “rompe” la norma debido, precisamente, a un incremento exponencial en la edificación de complejos habitacionales y asentamiento de industrias.
Para saber
¿Quién es Valentina Davydova?
Investigadora especialista de tiempo completo en el departamento de Ciencias Ambientales del CUCBA, en la Universidad de Guadalajara (UdeG). Trabaja en el estudio de circunstancias que permean la salud del ecosistema, así como las consecuencias al organismo humano y a la vida pública.
Ha desarrollado un estudio de climatología y meteorología aplicada, que aterriza los temas de variabilidad de cambio climático a escala local (Guadalajara) y regional (Jalisco). La metodología usada para el mismo le ha sido sugerida por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) y consta de 27 indicadores técnicos.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA