Jalisco

La fábula de los alfileres

Todas las anteriores administraciones, de Cristóbal de Oñate para acá, han sido malas, y dejaron todo con alfileres. Nomás, por favor, no se los quiten

Cuenta el anecdotario popular, cuyo valor no es su veracidad sino su sabiduría, que tras 30 días en la Presidencia, el presidente Ernesto Zedillo le llamó, furibundo, al ex presidente Salinas: “Carlos (suponemos que se tuteaban después de años de trabajar juntos) me dejaste la economía prendida con alfileres”, a lo que Salinas, lacónico, le contestó: “¿Y para qué se los quitas?”. Algo similar sucede con las patrullas en este cambio de administraciones municipales. No podemos poner en duda que les heredaron patrullas en muy mal estado, ellos son los que recibieron y no hay por qué dudar de su palabra; lo que es increíble es que habiéndolas recibido como las recibieron, hayan parado de manera abrupta los esquemas de mantenimiento, con lo que un problema grande lo convirtieron en enorme: quitaron los alfileres sobre los que estaba sostenida la posibilidad de patrullar la ciudad.

Más allá de si el responsable de mantenimiento del Ayuntamiento de Guadalajara está haciendo bien su chamba o no (aparentemente no, pues tiene varadas a la policía y a muchas otras dependencias del Gobierno municipal) este caso pone en evidencia la falta de un oficial mayor administrativo, el equivalente al City Manager, que no esté sujeto a los vaivenes políticos y los cambios de administración, sean o no de diferentes partidos. Qué culpa tenemos los ciudadanos, que pagamos nuestros impuesto a tiempo, que el nuevo Jefe del Departamento de Valuación y Control Vehicular (no es choro, así se llama el puesto) tenga desconfianza de lo que hacían sus antecesores.

(Eso si pensamos bien, porque si vemos el presupuesto de mantenimiento vehicular, 110 millones de pesos al año, comenzamos a pensar mal). En lo que vino, vio y se convenció, pasaron cuatro meses en que las patrullas se fueron acumulando en los talleres.

El City Manager es una figura creada hace poco más de 100 años, en 1908 en Stauton, Virginia (una pequeña muestra del retraso de nuestra democracia) justamente para evitar que la ciudad sufra con los cambios de gobierno y cualquier situación de inestabilidad política. El City Manager es contratado por el Concejo Municipal, el Ayuntamiento o cualquiera que sea el nombre del Cabildo, con lógica estrictamente profesional. Su trabajo es administrar el día a día de la ciudad, asegurar que las cosas funcionen. La basura se recoge igual para panistas y priistas; el agua corre por los mismo tubos; los delincuentes y los ciudadanos somos los mismos, no nos cambiamos de ciudad ni unos ni otros, cuando cambia el partido en el poder.  

En tanto la madurez nos llega, no ponemos en duda que todas las anteriores administraciones, de Cristóbal de Oñate para acá, han sido malas, y que dejaron todo con alfileres. Nomás, por favor, no se los quiten.

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