Jalisco
Instalarán comité científico de calidad del aire
La actual administración estatal promete información integral para la creación de políticas ambientales enfocadas a la salud, movilidad y educación
GUADALAJARA, JALISCO (09/JUL/2013).- Dado que la coordinación interinstitucional sobre contaminación atmosférica en la ciudad ha sido insuficiente, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía, adelantó que se conforma un comité técnico científico para el manejo exclusivo de temas de calidad del aire y que oficialmente será presentado este mes.
Luego de aseverar que en las anteriores administraciones estatales no existió vinculación entre dependencias para manejar el tema, Ruiz Mejía prometió que eso cambiará en el Gobierno en curso y generarán información integral para la creación de políticas públicas con alcances de salud, movilidad y educación, en materia de contaminación ambiental.
“Este comité técnico científico participativo será de calidad del aire. Estará sesionando de manera permanente”, dijo la secretaria, quien agregó que se conformará por ciudadanos e investigadores especializados.
Actualmente, ni la Semadet ni la Secretaría de Salud (SSJ) relacionan directamente los efectos de la contaminación atmosférica con las causas de muerte de la población citadina, y la única certeza que tienen es que “perjudica la salud”. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye dos millones de muertes prematuras en el mundo a los contaminantes relacionados con la urbanización; en Jalisco no existen estimaciones al respecto.
En junio, el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ) dio a conocer un inventario local de emisiones contaminantes para mostrar un panorama de los químicos que se respiran en la atmósfera de la metrópoli, donde hacen énfasis en que el ozono y el material particulado (MP) 2.5, que emiten principalmente los vehículos, son los que más dañan la salud. Sin embargo, la Red de Monitoreo Atmosférico con que cuenta el Estado no registra el material particulado 2.5, un contaminante de partículas finas que se filtran al sistema respiratorio y cardiovascular, más dañinas que el particulado 10, que sí mide la red.
“Históricamente se han sentado las investigaciones a ciertos contaminantes pero falta medir otros que están fuera de la norma, pero que son más difíciles de medir y que en los sistemas de monitoreo no se encuentran, ni lo suele registrar, como es el particulado 2.5 para abajo”, reconoció Ruiz Mejía. “Hay que buscar al 2.5”.
RECOMIENDAN RACIONALIZAR EL USO DEL VEHÍCULO
La autoridad ignora daños: CEJ
Para el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ), la ausencia de estudios oficiales para conocer el daño a la salud que ocasiona la contaminación atmosférica se debe a que la autoridad no cuenta con políticas públicas dedicadas a la salud ambiental y a la falta de interés.
Maite Cortés, directora ejecutiva del CEJ, dijo que si se disminuyeran los contaminantes en la metrópoli muy probablemente se reducirían los costos para atender enfermedades como infecciones respiratorias agudas (IRAs), no obstante que se trataría de estudios muy costosos.
El cálculo de la Organización Mundial de la Salud (dos millones de muertes relacionadas con contaminación atmosférica) se basa en estudios hechos en muchas ciudades alrededor del mundo. “No habría razón para pensar que Guadalajara fuera diferente. La autoridad está obligada a cuidar y promover la salud y bienestar de los habitantes, es importante recordar que la exposición al aire contaminado es involuntaria”.
Ante la falta de estudios gubernamentales para conocer la calidad del aire en el Estado, el CEJ realizó “Más de una década aire sucio en nuestra ciudad”, un estudio que considera variables para analizar la relación entre la calidad del aire y la salud en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) a lo largo de 11 años, de 2000 a 2010.
La agrupación recomendó racionalizar el uso de los vehículos y promover la compra de vehículos menos contaminantes.
LA VOZ DEL EXPERTO
Principal problema de salud pública
Augusto Ramírez (investigador de la UdeG)
La contaminación atmosférica es el principal problema de salud pública que origina efectos globales, que además afecta directamente la calidad del aire que se respira, indicó Augusto Ramírez Riestra, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Puso como ejemplo que en la ciudad, a partir de los incendios, se generan partículas en suspensión, las cuales tienen repercusiones en la salud y que son culpables de las enfermedades de vías respiratorias, esencialmente.
Al año, dos millones de muertes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye más de dos millones de muertes prematuras cada año a la carga de contaminación atmosférica en las ciudades, por lo que elaboró desde 2006 una serie de Guías de Calidad del Aire aplicables a las políticas públicas de países en desarrollo.
En países como México aún no se realizan estudios y diagnósticos sobre la relación que hay entre la contaminación y mortalidad en zonas metropolitanas, lo que implica pérdida de vidas, falta de registro y nula prevención.
Los objetos de estudio de las guías son el material particulado, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, contaminantes comunes en el aire que resultan de procesos industriales, automóviles y calefacciones, entre otras fuentes.
“Se ha demostrado que el riesgo de diversos efectos aumenta con la exposición, y hay pocas pruebas que indiquen un umbral por debajo del cual no quepa prever efectos adversos en la salud. En realidad, el nivel más bajo de la gama de concentraciones para las cuales se han demostrado efectos adversos no es muy superior a la concentración de fondo”, enfatiza.
En el caso del material particulado, por ejemplo, señala que el abanico de los efectos es amplio, pero los sistemas respiratorio y cardiovascular son los más dañados y toda la población es afectada, aunque la susceptibilidad a la contaminación varía según la salud o la edad.
Del ozono indica que hay asociaciones, pequeñas pero convincentes, entre la mortalidad diaria y sus niveles, que son independientes de los efectos del material particulado.
Luego de aseverar que en las anteriores administraciones estatales no existió vinculación entre dependencias para manejar el tema, Ruiz Mejía prometió que eso cambiará en el Gobierno en curso y generarán información integral para la creación de políticas públicas con alcances de salud, movilidad y educación, en materia de contaminación ambiental.
“Este comité técnico científico participativo será de calidad del aire. Estará sesionando de manera permanente”, dijo la secretaria, quien agregó que se conformará por ciudadanos e investigadores especializados.
Actualmente, ni la Semadet ni la Secretaría de Salud (SSJ) relacionan directamente los efectos de la contaminación atmosférica con las causas de muerte de la población citadina, y la única certeza que tienen es que “perjudica la salud”. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye dos millones de muertes prematuras en el mundo a los contaminantes relacionados con la urbanización; en Jalisco no existen estimaciones al respecto.
En junio, el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ) dio a conocer un inventario local de emisiones contaminantes para mostrar un panorama de los químicos que se respiran en la atmósfera de la metrópoli, donde hacen énfasis en que el ozono y el material particulado (MP) 2.5, que emiten principalmente los vehículos, son los que más dañan la salud. Sin embargo, la Red de Monitoreo Atmosférico con que cuenta el Estado no registra el material particulado 2.5, un contaminante de partículas finas que se filtran al sistema respiratorio y cardiovascular, más dañinas que el particulado 10, que sí mide la red.
“Históricamente se han sentado las investigaciones a ciertos contaminantes pero falta medir otros que están fuera de la norma, pero que son más difíciles de medir y que en los sistemas de monitoreo no se encuentran, ni lo suele registrar, como es el particulado 2.5 para abajo”, reconoció Ruiz Mejía. “Hay que buscar al 2.5”.
RECOMIENDAN RACIONALIZAR EL USO DEL VEHÍCULO
La autoridad ignora daños: CEJ
Para el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ), la ausencia de estudios oficiales para conocer el daño a la salud que ocasiona la contaminación atmosférica se debe a que la autoridad no cuenta con políticas públicas dedicadas a la salud ambiental y a la falta de interés.
Maite Cortés, directora ejecutiva del CEJ, dijo que si se disminuyeran los contaminantes en la metrópoli muy probablemente se reducirían los costos para atender enfermedades como infecciones respiratorias agudas (IRAs), no obstante que se trataría de estudios muy costosos.
El cálculo de la Organización Mundial de la Salud (dos millones de muertes relacionadas con contaminación atmosférica) se basa en estudios hechos en muchas ciudades alrededor del mundo. “No habría razón para pensar que Guadalajara fuera diferente. La autoridad está obligada a cuidar y promover la salud y bienestar de los habitantes, es importante recordar que la exposición al aire contaminado es involuntaria”.
Ante la falta de estudios gubernamentales para conocer la calidad del aire en el Estado, el CEJ realizó “Más de una década aire sucio en nuestra ciudad”, un estudio que considera variables para analizar la relación entre la calidad del aire y la salud en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) a lo largo de 11 años, de 2000 a 2010.
La agrupación recomendó racionalizar el uso de los vehículos y promover la compra de vehículos menos contaminantes.
LA VOZ DEL EXPERTO
Principal problema de salud pública
Augusto Ramírez (investigador de la UdeG)
La contaminación atmosférica es el principal problema de salud pública que origina efectos globales, que además afecta directamente la calidad del aire que se respira, indicó Augusto Ramírez Riestra, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Puso como ejemplo que en la ciudad, a partir de los incendios, se generan partículas en suspensión, las cuales tienen repercusiones en la salud y que son culpables de las enfermedades de vías respiratorias, esencialmente.
Al año, dos millones de muertes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye más de dos millones de muertes prematuras cada año a la carga de contaminación atmosférica en las ciudades, por lo que elaboró desde 2006 una serie de Guías de Calidad del Aire aplicables a las políticas públicas de países en desarrollo.
En países como México aún no se realizan estudios y diagnósticos sobre la relación que hay entre la contaminación y mortalidad en zonas metropolitanas, lo que implica pérdida de vidas, falta de registro y nula prevención.
Los objetos de estudio de las guías son el material particulado, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, contaminantes comunes en el aire que resultan de procesos industriales, automóviles y calefacciones, entre otras fuentes.
“Se ha demostrado que el riesgo de diversos efectos aumenta con la exposición, y hay pocas pruebas que indiquen un umbral por debajo del cual no quepa prever efectos adversos en la salud. En realidad, el nivel más bajo de la gama de concentraciones para las cuales se han demostrado efectos adversos no es muy superior a la concentración de fondo”, enfatiza.
En el caso del material particulado, por ejemplo, señala que el abanico de los efectos es amplio, pero los sistemas respiratorio y cardiovascular son los más dañados y toda la población es afectada, aunque la susceptibilidad a la contaminación varía según la salud o la edad.
Del ozono indica que hay asociaciones, pequeñas pero convincentes, entre la mortalidad diaria y sus niveles, que son independientes de los efectos del material particulado.