Jalisco

Iglesia pide al Gobierno que no baje la guardia

El arzobispo de Guadalajara subraya que la labor eclesiástica puede aportar ''aunque sea una luz'' para entender la realidad social

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2012).- La Iglesia Católica no está ajena al problema de inseguridad que padece Jalisco y la Arquidiócesis de Guadalajara lo ha detectado no solamente en el Norte del Estado, como ya lo había dado a conocer, sino que también lo ha verificado en la Ribera de Chapala y ciertos lugares de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

El arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, comentó en Mesa de Redacción con EL INFORMADOR que es necesario que las autoridades de todos los niveles persistan en la labor por la seguridad pública y que el Gobierno en general no baje la guardia en esta tarea.

Subrayó que la tarea de la Iglesia Católica en estos tiempos difíciles es la de observar la realidad social y aportar “aunque sea una luz para que la transcurran de la manera más positiva”, en forma, por ejemplo, de llamados a la solidaridad y la colaboración entre ciudadanos.

“Sabemos de antemano que no nos toca brindar la seguridad en un barrio, en una colonia; eso le toca a la autoridad civil, pero sí (nos toca) hacer que (la comunidad) sea más solidaria, más preocupada unos de otros, que se interesen por las necesidades de los demás”.

En ese sentido, planteó que, en tiempos como éstos, la fe puede contribuir precisamente a acrecentar la solidaridad: “La sociedad se ha hecho verdaderamente pragmática: tiene valor aquello que me da más placeres y posibilidades sociales o económicas, y el renglón sobrenatural o trascendente no se asume como una potencia para transformar mi vida: hacerla más digna, más libre, más productiva, más solidaria con los demás”.

Cambios de rutinas

El cardenal Robles admitió que la situación de inseguridad ha obligado a hacer cambios en las rutinas de los sacerdotes católicos que viven en zonas de riesgo del Estado y a compartirlos con los fieles.

Algunas de las recomendaciones para la grey en los últimos meses son, por ejemplo, que los curas no se trasladen de una localidad a otra entrada la noche, o que no circulen en lugares poco transitados, mucho menos si no van acompañados.

Además, que las tareas que hagan con la comunidad, como actividades presacramentales, las adapten de mejor manera a las necesidades de cada parroquia, sin descuidarlas ni suprimirlas, para no poner en riesgo a los fieles.

A unos meses de su llegada a la Arquidiócesis de Guadalajara —proveniente de Monterrey, Nuevo León—, Robles Ortega manifestó que se ha preocupado por conocer la realidad de la iglesia tapatía y lo que acontece en cuestión social y de seguridad.

En ese sentido, anotó que es necesario que los actores sean más sensibles a los acontecimientos para que “lean” mejor la realidad social, que se preocupen “por saber cuáles son los verdaderos interrogantes de las personas, si nuestro mensaje está respondiendo a esas preguntas o si las expectativas están en otro lado. Yo, que vengo de fuera, percibo la necesidad de que todos los agentes de las sociedad presbiteriana levanten un poquito las antenas”.

Reconoció que hay expresiones “verdaderamente preocupantes” en términos de la seguridad pública, por lo que las autoridades deben estar atentas y mantener las acciones para salvaguardar a la población.

“Todo indica que el tema del narcotráfico está posicionado también en esta sociedad, en este Estado, y las manifestaciones están ahí, están constantes; de tal manera que el anhelo es que no baje la guardia nuestro Gobierno, en todos los niveles, porque eso puede ser muy riesgoso”.

FRASES

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La pastoral social (busca) que la fe incida en las necesidades de la comunidad, crear un ambiente que sirva para mejorar la seguridad "

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(La intención es que) la fe trascienda el ámbito íntimo de las personas o de los templos y se manifieste en la sociedad, en la familia, en la vida "

José Francisco Robles Ortega,
arzobispo de Guadalajara.

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