Jalisco

Fiesta que terminó en tragedia

A José Gilberto le amputaron su mano y es atendido en el Nuevo Hospital Civil, en la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUL/2012).- Se fue a una fiesta y tomó un atajo, el mismo que siempre tomaba. Brincó una barda con alambre de púas, y sus amigos la pasaron sin problemas. José Gilberto, de 14 años, se tomó de un poste que aparentaba no tener luz, pero no era así. La descarga eléctrica le entró por la mano izquierda y le salió por la pierna derecha. Cayó al suelo, "como muerto", relata su madre, Leonor Martínez.

Los amigos avisaron a sus papás que su hijo estaba muerto, que se había electrocutado.

"Llegué gritando que no estuviera muerto; vi a mi niño con su mano bien quemada y yo le daba gracias a Dios que estaba vivo; mi esposo llamó a la Cruz Roja y se lo llevaron".

José Gilberto fue trasladado al hospital de Lagos de Moreno para estabilizarlo, para después mandarlo a la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras del Nuevo Hospital Civil, en donde tiene 22 días hospitalizado.

Al llegar le amputaron un dedo, pero los doctores comentaron a la madre que no había posibilidades de que salvara su mano. Así fue, José Gilberto perdió la mano izquierda y sigue recuperándose de las heridas en su pierna.

Esta semana lo dan de alta y el 27de julio tiene que regresar para recibir injertos para su piel.

Inquieto, como cualquier adolescente, José Gilberto mira la televisión y da vueltas en su cama de hospital. Saluda sonriente y dice que le va a echar ganas, agradece lo que han hecho por él.

Iba pasando con la olla hirviendo...

Yajaira Flores calentó agua en una olla. Berenice, su hija, de apenas dos años de edad, pasó por ahí, y le cayó encima, quemándole su pequeño tronco.

"Sentí que me moría, hablé a una ambulancia y rápido fue por ella; mi niña ya está mejor, el lunes me la van a pasar a piso para lavarle sus heridas y cambiarle las vendas".

Actualmente la niña reposa en una pequeña cama de la Unidad de Atención a Niños con Quemaduras, en el piso 7 del Nuevo Hospital Civil. Tiene su tronco vendado y recibe atención especializada.

EL INFORMADOR/ THAMARA VILLASEÑOR

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