Jalisco

Cristalizando los sueños

Los sueños comienzan a gestarse en la infancia, cuando los horizontes de la mente son infinitos y la imaginación vuela con ilusión y ligereza

La acción de soñar es inherente al ser humano. Este verbo no responde únicamente al viaje mágico que emprendemos todas las noches sino que también se refiere a la capacidad del hombre por visualizar su futuro y definir sus proyectos.

En realidad, los sueños comienzan a gestarse en la infancia, cuando los horizontes de la mente son infinitos y la imaginación vuela con ilusión y ligereza. Durante estos años fantásticos somos capaces de transformarnos en brillantes científicos, intrépidos exploradores, astronautas intergalácticos, célebres estrellas de rock, hermosas bailarinas y doctores prodigiosos. De niños, las pasiones afloran sin consultar a la razón y somos capaces de conquistar mundos lejanos y emprender travesías maravillosas.

Años después, cuando la juventud anuncia una ráfaga de madurez, vivimos con libertad el ímpetu de nuestro espíritu y, por lo tanto, somos capaces de trazar los primeros esbozos de nuestra vocación. La juventud nos permite extrapolar las ilusiones a la realidad, como si cada quien, a partir de los planos delineados por la ensoñación, actuara como arquitecto de su propio monumento.

Los sueños responden a las pasiones más íntimas del individuo y, por consecuencia, la plenitud de un ser humano depende en gran medida de la fidelidad a su propia pasión. Mario Vargas Llosa, destacado escritor peruano galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y Federico Reyes Heroles, reconocido literato y comentarista político mexicano, son dos ejemplos de célebres personalidades que desde una muy temprana edad tejieron su destino en respuesta a su pasión por la literatura.

La capacidad de soñar se permea en todas las etapas de la vida del hombre;  incluso, se dice que esta actividad quimérica es la sustancia que hace que la vida se convierta en un recorrido apasionante. Sin embargo, mantenernos absortos en el arte de vislumbrar conlleva el riesgo de permanecer en un ensimismamiento perpetuo.

Resulta importante dar vuelo a la imaginación; no obstante, es igualmente valioso materializar estas ideas en acciones y obras concretas. Irónicamente, para alcanzar la cristalización de los sueños es necesario que el ser humano despierte de su abstracción y actúe consecuente con la pasión que rige el vaivén de su vida.

Gilda Colín Bracamontes


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Escucha de viva voz a los líderes sociales compartir en una entrevista, algunas de sus experiencias

Federico Reyes Heroles, escritor mexicano


“Asóciense, asóciense, asóciense...”


— ¿Quién es Federico Reyes Heroles según Federico Reyes Heroles?


— Yo creo que en el fondo soy un escritor, vivo de la palabra escrita y de la palabra oral. La actividad que más gozo es escribir. Dentro de la escritura tengo distintas facetas. Lo que más gozo es escribir literatura, lo que le sigue es escribir ensayo y después periodismo. Sin embargo, desde hace 31 años escribo semanalmente en el periódico, entonces la gente me conoce más por el comentario político. No me molestan demasiado las etiquetas, sigo haciendo lo que me gusta, que es escribir o dar clase, segunda actividad que más gozo de mi vida.

— Cuando pequeño, ¿qué soñaba ser de grande?

— Hubo un momento clave, tenía unos nueve o 10 años. Veníamos en un barco y nos encontramos con Carlos Fuentes, mi madre lo conocía desde su juventud, y me acuerdo muy bien cuando me dijo: “Es Carlos Fuentes, un escritor”. Me pareció fantástico ver la encarnación de un escritor que venía con su libreta, tomando notas, observando, y me dije: “No es un mal futuro ser escritor”.

— Si pudiera transportarse en el tiempo, ¿en qué época le gustaría vivir y por qué?

— Yo creo que la ruptura de cánones que trajo el Renacimiento sigue siendo clave para entender el siglo XXI. Quien no está dispuesto a la ruptura de cánones ya fue atrapado por la sociedad. El renacimiento tuvo esa capacidad de unir ciencia, técnica y humanismo, porque al mismo tiempo que tienes un Leonardo, tienes un Montaigne, haciéndonos reflexionar con el ensayo sobre la necesidad de que el ser humano sea integral. Si pudiera yo remontarme, iría al Renacimiento.

— Si pudiera lograr que todos los mexicanos leyeran el mismo libro, ¿cuál sería y por qué?

— Me gustaría que leyeran a Humboldt porque tuvo la sensibilidad para describir a un México en donde las diferencias sociales eran abismales, nos llamó el país de las grandes injusticias. Sin embargo, también tuvo el acierto de percibir la enorme riqueza de la diversidad mexicana y la capacidad de los mexicanos. Cuando cruzó por Chilpancingo, dijo que era de los sitios más ricos en flora y fauna que había encontrado en todo su recorrido. ¿Qué hemos hecho de nuestro país? ¿Un país que pierde 300 mil hectáreas de selvas y bosques cada año? Me gustaría que leyeran el asombro que un europeo tuvo cuando se encontró con este entorno que no sabemos cuidar.

— ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?


— La ignorancia, que por lo general, es producto de condiciones socioeconómicas adversas. Tenemos aparatos, como lo es el educativo, que hemos creado para disminuirla y creo que lentamente se logra. Cuando decían que México no tenía nada qué festejar hace un año, yo les contestaba diciéndoles que en 1910, 90% de los mexicanos eran analfabetos, mientras en 2010, 90% de la población era alfabeta. Creo que tenemos que hacer todo un rescate de lo que es el alfabetismo en el siglo XXI, porque al fin y al cabo, lo más grave sería caer en la indiferencia hacia las letras. La reflexión que surge de un eslabonamiento conceptual que se da en las letras nos puede llevar a imaginar nuevas formas de vida superiores. Estamos obsesionados con el incremento del ingreso per cápita y con llegar al desarrollo, pero no sólo es eso. Indicadores universales, como el Índice de Desarrollo Humano o la Encuesta Mundial de Valores, nos muestran que hay un punto en el que el ser humano ya no quiere o necesita más ingreso, prefiere tener una forma de vida que lo gratifique más. Decía Carlos Castillo que el único elemento no renovable del ser humano es el tiempo. La indiferencia ronda, hay que ser cuidadosos y estimular la sensibilidad.

— ¿Qué sabe ahora que le hubiera gustado saber antes?

— Ahora sé que la felicidad es mucho más sencilla de lo que nos imaginábamos, que hay instantes en donde dices “esto es” y no hay más. No creo en el éxito, pero creo en la escena en la que estás de la mano de tu hija, con tu esposa o con tu pareja viendo una película y te da un beso, estamos sanos, no tenemos grandes preocupaciones, no podríamos estar mejor. Creo que a mi generación le inculcaron una visión muy paranoica y de persecución. Estás en la primaria para llegar a la secundaria y en la secundaria para llegar a la preparatoria. Después te das cuenta de que la primaria, la secundaria y la preparatoria, todas eran muy buenas, escribir es muy bueno, dar clases es muy bueno. No hay estas grandes metas de largo plazo, me hubiera gustado saber eso a los 16 o 17 años.

— En una frase, ¿cómo resumiría su vida?

— Búsqueda. Para mí la vida ha sido la búsqueda de mí mismo.

— ¿Qué debate y entre quienes le gustaría presenciar?

— Trataría el tema: ¿Quién nos dejó pendientes? Me gustaría rescatar a Bertrand Russell y su concepción sobre la religión. Me gustaría que caminara y dialogara con nosotros este gran matemático, gran filósofo, gran pacifista, y me gustaría que nos dijera si no tiene alguna inclinación religiosa, de búsqueda de la religiosidad. Tendría que ver con la búsqueda de vida interior y espiritualidad.

Asociación de ideas
Literatura: gozo.
Cultura: todo.
Educación: amor y disciplina.
Juventud: energía.
Compromiso: sociedad, México.
Debate: esgrima.

— ¿Qué mensaje puede dar a los jóvenes de Mar Adentro de México?

— Utilicen esa energía que tienen, porque no la van a tener toda la vida, para involucrarse con su sociedad. Las grandes lecciones que nos dio en el siglo XIX un viajero, Alexis de Tocqueville, es que cuando nos enfrentamos, cuando tratamos de solucionar los problemas solos, la mayoría de las ocasiones fracasamos, pero si lo hacemos asociados con otros seres humanos que tienen los mismos problemas que nosotros, la probabilidad de éxito es mucho mayor. Asóciense en lo que sea para cuidar un parque, para velar por una escuela, para cuidar Mar Adentro. Asóciense, asóciense, asóciense.


10 notas positvas


1.- México y Colombia acuerdan cooperación en telecomunicaciones.
2.- El escritor mexicano Carlos Fuentes recibirá el Premio Formentor de las Letras 2011.
3.- Nace la editorial Círculo Literario.
4.- Aprueba California becas para migrantes.
5.- Rusia renuncia a su cuota anual de caza de osos polares.
6.- El científico mexicano Mario Molina se une contra el cambio climático.
7.- Se exponen obras de Picasso y Miró en Guadalajara.
8.- Exponen obra de Mathias Goeritz en Guadalajara.
9.- Diputados negocian reforma política.
10.- La Secretaría de Desarrollo entregó apoyo económico a familias afectadas por el temporal de lluvias.

Voluntades

Historias de éxito que trascienden

La vida detrás del Nobel

Mario Vargas Llosa


Las pasiones resuenan en el interior y no hay poder humano capaz de enmudecerlas. A partir de los finos hilos de este impulso se tejen los sueños y la vocación de un individuo. Mario Vargas Llosa es un contundente ejemplo de congruencia con su pasión por la literatura y de lucha por cristalizar sus aspiraciones como escritor.

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, Perú. Para esta fecha sus padres ya estaban separados y él no conocería a su progenitor hasta alcanzar los 10 años de edad. Su infancia estuvo dividida entre Bolivia y Perú hasta instalarse definitivamente en la capital peruana.

El primer encuentro con su padre representó un cambio en la vida y en la formación de Mario, pues tuvo que ingresar al Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, en el cual únicamente estudió durante dos años.
En 1953 decidió comenzar sus estudios en Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, idea ante la cual su padre se opuso rotadamente. La relación con su progenitor se agravó considerablemente cuando Mario expresó su deseo de contraer matrimonio con Julia Urquidi a los dieciocho años de edad. A falta del apoyo económico paterno, durante una época de su vida Mario desempeñó paralelamente hasta siete trabajos distintos.  

Años después, Vargas Llosa fue merecedor de una beca para realizar sus estudios doctorales en Filosofía y Letras en Madrid y, posteriormente, se instaló en París. La difícil situación económica se mantenía constante en su vida hasta que en 1959 su sólida vocación literaria lo llevó a conseguir el Premio Leopoldo Arias.

Al regresar a Perú y romper definitivamente con su esposa, Mario emprendió su segundo viaje, esta vez con destino a la selva del Amazonas para recaudar información sobre la región y sus habitantes.

Finalmente, en 1965 el escritor contrae matrimonio con Patricia Llosa, unión de la cual nacen tres hijos.

Aunque adherirse a su pasión por la literatura no fue sencillo al inicio de su carrera, la trayectoria de Mario Vargas Llosa ha sido acompañada de méritos en años posteriores hasta conquistar el Premio Nobel de Literatura en 2010, máximo galardón de la literario.

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Toma valor, cristaliza tus sueños.

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