Jalisco
Contingencia por A H1N1 provocó psicosis que dejó secuelas
Coloquio Nacional de Estudios Psicoanalíticos sobre las Contingencias Sanitarias
CIUDAD DE MÉXICO.- Expertos en psicología y psicoanálisis destacan que la contingencia sanitaria declarada en abril por la aparición del virus de la Influenza A H1N1, provocó psicosis que dejó secuelas en la gente predispuesta a problemas psicológicos.
Sin embargo, consideraron que con el rebrote anunciado de ese virus las afectaciones mentales en la población no volverán a ser de la misma magnitud, pues ya se conoce sobre el tema.
Durante el Coloquio Nacional Estudios Psicoanalíticos sobre las Contingencias Sanitarias, los especialistas consideraron que el temor a lo desconocido es un factor que en cadena desata las alteraciones.
José de Jesús González Núñez, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que la psicosis fue moderada, principalmente porque las emociones se contaminan y se intensifican en grupos grandes.
El experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalló que nada más fue la sensación de pánico que se tenía, ya que la sociedad se contamina muy fácilmente en una situación alterada como en esa contingencia.
En entrevista, detalló que cuando la gente ve que se empiezan a tomar medidas para controlar los contagios ya no hay psicosis ya que la realidad calma y predominan las ideas racionales.
Comentó que una parte de la sociedad, que independientemente de la contingencia sufre enfermedades mentales, son personas que contaminan a la gente saludable que es la más afectada, pues quedan secuelas que son más difíciles de superar.
A su vez, el investigador de psicología del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Rodrigo Peniche Amante, dijo que la alarma social puede producir que un determinado grupo de personas experimente una fobia a morir por el virus.
Durante la contingencia, dijo, la gente empezó a sentir una intensa depresión o pesimismo desmedido, rabia y un sentimiento de persecución incesante, ya que pensaba que en cualquier momento serían contagiados y morirían.
A todos los temores se sumaron el problema económico del país, el desabasto de agua, el narcotráfico, el desempleo y demás situaciones que aquejan a la sociedad.
Asimismo, dijo que con la contingencia se construyó un pánico moral, con repercusiones económicas y políticas, además de que 61 por ciento de la gente confió más en la información de los medios de comunicación que en lo dicho por las autoridades sanitarias.
Sin embargo, consideraron que con el rebrote anunciado de ese virus las afectaciones mentales en la población no volverán a ser de la misma magnitud, pues ya se conoce sobre el tema.
Durante el Coloquio Nacional Estudios Psicoanalíticos sobre las Contingencias Sanitarias, los especialistas consideraron que el temor a lo desconocido es un factor que en cadena desata las alteraciones.
José de Jesús González Núñez, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que la psicosis fue moderada, principalmente porque las emociones se contaminan y se intensifican en grupos grandes.
El experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalló que nada más fue la sensación de pánico que se tenía, ya que la sociedad se contamina muy fácilmente en una situación alterada como en esa contingencia.
En entrevista, detalló que cuando la gente ve que se empiezan a tomar medidas para controlar los contagios ya no hay psicosis ya que la realidad calma y predominan las ideas racionales.
Comentó que una parte de la sociedad, que independientemente de la contingencia sufre enfermedades mentales, son personas que contaminan a la gente saludable que es la más afectada, pues quedan secuelas que son más difíciles de superar.
A su vez, el investigador de psicología del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Rodrigo Peniche Amante, dijo que la alarma social puede producir que un determinado grupo de personas experimente una fobia a morir por el virus.
Durante la contingencia, dijo, la gente empezó a sentir una intensa depresión o pesimismo desmedido, rabia y un sentimiento de persecución incesante, ya que pensaba que en cualquier momento serían contagiados y morirían.
A todos los temores se sumaron el problema económico del país, el desabasto de agua, el narcotráfico, el desempleo y demás situaciones que aquejan a la sociedad.
Asimismo, dijo que con la contingencia se construyó un pánico moral, con repercusiones económicas y políticas, además de que 61 por ciento de la gente confió más en la información de los medios de comunicación que en lo dicho por las autoridades sanitarias.