Jalisco
Bomberos tapatíos realizarán hoy manifestación
Tras años de denunciar discriminación, desigualdad, acoso y hostigamiento, salen a la calle a exigir sus derechos
GUADALAJARA, JALISCO (20/MAY/2010).- Hoy los
bomberos de Guadalajara salen de sus cuarteles. No estarán frente a las llamas, estarán en el exterior de la Presidencia Municipal. No tendrán en sus manos las mangueras para extinguir incendios, pero sí tendrán cartulinas y altavoces con los cuales intentarán apagar una lucha que desde hace años los consume. ¿Qué demandan?, elementos básicos para trabajar y proteger a la ciudadanía: uniformes adecuados, mejores espacios, trato digno y capacitación para todo el personal.
Sus demandas no fueron reparadas por el anterior alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, ni por el actual, Aristóteles Sandoval Díaz. Tampoco por el permanente director de Bomberos, Héctor López Sahagún. Esto, a pesar de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco ( CEDHJ) exhortó reparar el ambiente en que conviven los apaga fuegos.
La queja 9525/2008-I (de la cual EL INFORMADOR tiene una copia) describe esa atmósfera que padecen los bomberos tapatíos. En este documento, el oficial bombero, Francisco Javier Godínez Castellanos, relata su situación y la de sus compañeros adscritos a la Dirección de Bomberos y Protección Civil del Ayuntamiento de Guadalajara.
En su queja menciona el mal estado en que se encuentra la mayoría del equipo de protección personal, mientras que “el bueno se encuentra guardado y lo utilizamos para los desfiles”. Describe el deterioro en que se encuentra la mayor parte de las estaciones de bomberos. Señala arrestos injustificados, discriminación y desigualdad. Exige el pago de horas extra, pues constantemente sus superiores los citan después de concluir la jornada laboral. Hay acoso y hostigamiento.
La Visitaduría de la CEDHJ, a cargo de César Alejandro Orozco Sánchez, investigó las declaraciones que entonces realizó el oficial Godínez Castellanos, y en febrero de 2009 las reconoció como ciertas y válidas. Pero poco ha cambiado para el personal de Bomberos.
La queja tiene sustento
Después de todas y cada una de las pruebas que presentó Javier Godinez en su queja, la CEDHJ concluyó: “Existen elementos suficientes que nos permiten tener por cierto el dicho del agraviado, en el sentido de que las condiciones en que laboran los bomberos adscritos al Ayuntamiento de Guadalajara, no son las adecuadas”.
Una investigación de campo le permitió a la Visitaduría descubrir que los módulos no son los apropiados, al menos las bases 1, 2 y 3, así como Alfa 2 y Alfa 3. Encontró también los uniformes desgastados, viejos y rotos.
Las obligaciones superiores
El documento que expidió la CEDHJ subraya la necesidad de que el Ayuntamiento de Guadalajara mejore el presupuesto asignado a Bomberos, para mejorar las bases y módulos, “ya que con ellos la ciudadanía se vería favorecida, por la importante labor que desempeñan”.
El documento despliega que la misma autoridad de Bomberos, Héctor Trinidad López Sahagún, reconoce la falta de un Reglamento Interno, lo cual “afecta gravemente el derecho a la legalidad y seguridad jurídica que deben de tener los bomberos”.
A Héctor Trinidad López Sahagún, la CEDHJ le exhorta, por medio del documento, a que brinde un trato digno hacia el personal y fomente las condiciones necesarias para el desarrollo personal y profesional. Además de procurar las estancias dignas.
El espíritu de servicio
El día de ayer los representantes del grupo de bomberos inconformes se entrevistaron con el presidente municipal, Aristóteles Sandoval Díaz, al que le hicieron llegar un pliego petitorio, para acordar finalmente comenzar una serie de reuniones en las que se analizará con detenimiento sus exigencias.
El titular de la dependencia, Héctor Trinidad López Sahagún, reconoce que, efectivamente, sus bases y equipamiento presentan algunas deficiencias, pero rechaza categóricamente el hostigamiento o el trato diferenciado del que lo acusan los bomberos que buscan tener la condición de trabajadores sindicalizados, pese a ser servidores de confianza.
“Desde el primer momento instruí a los comandantes cuando me di cuenta de la demanda, porque se les debía tratar igual que a los demás, con un trato digno y decoroso, fue la primera instrucción que giré el 1 de noviembre de 2008 a los comandantes”. Se refiere a la demanda ante el Tribunal de Arbitraje y Escalafón que promovieron.
Y aclaró: “Algunas personas creen que al no tener la base (sindicalizada) ellos no cuentan con ninguna prestación de ley, cuando ellos sí las tienen: cuentan con seguro de vida, lo que es el seguro social para ser atendidos ellos y sus familiares, así como Pensiones del Estado, cuentan con las prestaciones de ley como cualquier otro empleado del municipio”.
Los bomberos, como los policías, están catalogados como trabajadores de base en la plantilla, pero de confianza, y no de base sindicalizados, pues éstos en Guadalajara tienen un horario de apenas seis horas diarias, además de que todos sus trabajos extraordinarios deben ser cubiertos con pago de horas extra, lo que se considera incompatible para una labor como la de los bomberos.
“Para ser bombero se requiere el espíritu de servicio. Cuando entramos, la mayoría —si no es que todos— sabemos lo que estamos poniendo en juego, sabemos lo que vamos a sacrificar”.
Sus demandas no fueron reparadas por el anterior alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, ni por el actual, Aristóteles Sandoval Díaz. Tampoco por el permanente director de Bomberos, Héctor López Sahagún. Esto, a pesar de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco ( CEDHJ) exhortó reparar el ambiente en que conviven los apaga fuegos.
La queja 9525/2008-I (de la cual EL INFORMADOR tiene una copia) describe esa atmósfera que padecen los bomberos tapatíos. En este documento, el oficial bombero, Francisco Javier Godínez Castellanos, relata su situación y la de sus compañeros adscritos a la Dirección de Bomberos y Protección Civil del Ayuntamiento de Guadalajara.
En su queja menciona el mal estado en que se encuentra la mayoría del equipo de protección personal, mientras que “el bueno se encuentra guardado y lo utilizamos para los desfiles”. Describe el deterioro en que se encuentra la mayor parte de las estaciones de bomberos. Señala arrestos injustificados, discriminación y desigualdad. Exige el pago de horas extra, pues constantemente sus superiores los citan después de concluir la jornada laboral. Hay acoso y hostigamiento.
La Visitaduría de la CEDHJ, a cargo de César Alejandro Orozco Sánchez, investigó las declaraciones que entonces realizó el oficial Godínez Castellanos, y en febrero de 2009 las reconoció como ciertas y válidas. Pero poco ha cambiado para el personal de Bomberos.
La queja tiene sustento
Después de todas y cada una de las pruebas que presentó Javier Godinez en su queja, la CEDHJ concluyó: “Existen elementos suficientes que nos permiten tener por cierto el dicho del agraviado, en el sentido de que las condiciones en que laboran los bomberos adscritos al Ayuntamiento de Guadalajara, no son las adecuadas”.
Una investigación de campo le permitió a la Visitaduría descubrir que los módulos no son los apropiados, al menos las bases 1, 2 y 3, así como Alfa 2 y Alfa 3. Encontró también los uniformes desgastados, viejos y rotos.
Las obligaciones superiores
El documento que expidió la CEDHJ subraya la necesidad de que el Ayuntamiento de Guadalajara mejore el presupuesto asignado a Bomberos, para mejorar las bases y módulos, “ya que con ellos la ciudadanía se vería favorecida, por la importante labor que desempeñan”.
El documento despliega que la misma autoridad de Bomberos, Héctor Trinidad López Sahagún, reconoce la falta de un Reglamento Interno, lo cual “afecta gravemente el derecho a la legalidad y seguridad jurídica que deben de tener los bomberos”.
A Héctor Trinidad López Sahagún, la CEDHJ le exhorta, por medio del documento, a que brinde un trato digno hacia el personal y fomente las condiciones necesarias para el desarrollo personal y profesional. Además de procurar las estancias dignas.
El espíritu de servicio
El día de ayer los representantes del grupo de bomberos inconformes se entrevistaron con el presidente municipal, Aristóteles Sandoval Díaz, al que le hicieron llegar un pliego petitorio, para acordar finalmente comenzar una serie de reuniones en las que se analizará con detenimiento sus exigencias.
El titular de la dependencia, Héctor Trinidad López Sahagún, reconoce que, efectivamente, sus bases y equipamiento presentan algunas deficiencias, pero rechaza categóricamente el hostigamiento o el trato diferenciado del que lo acusan los bomberos que buscan tener la condición de trabajadores sindicalizados, pese a ser servidores de confianza.
“Desde el primer momento instruí a los comandantes cuando me di cuenta de la demanda, porque se les debía tratar igual que a los demás, con un trato digno y decoroso, fue la primera instrucción que giré el 1 de noviembre de 2008 a los comandantes”. Se refiere a la demanda ante el Tribunal de Arbitraje y Escalafón que promovieron.
Y aclaró: “Algunas personas creen que al no tener la base (sindicalizada) ellos no cuentan con ninguna prestación de ley, cuando ellos sí las tienen: cuentan con seguro de vida, lo que es el seguro social para ser atendidos ellos y sus familiares, así como Pensiones del Estado, cuentan con las prestaciones de ley como cualquier otro empleado del municipio”.
Los bomberos, como los policías, están catalogados como trabajadores de base en la plantilla, pero de confianza, y no de base sindicalizados, pues éstos en Guadalajara tienen un horario de apenas seis horas diarias, además de que todos sus trabajos extraordinarios deben ser cubiertos con pago de horas extra, lo que se considera incompatible para una labor como la de los bomberos.
“Para ser bombero se requiere el espíritu de servicio. Cuando entramos, la mayoría —si no es que todos— sabemos lo que estamos poniendo en juego, sabemos lo que vamos a sacrificar”.