Jalisco
Arranca construcción de planta tratadora de lixiviados Los Laureles
Planean que el agua procedente de desechos sea reutilizada en riego y lavado de camiones
GUADALAJARA, JALISCO (22/JUN/2013).- El vertedero de basura Los Laureles tendrá una planta tratadora de lixiviados o jugos de basura. La compañía Caabsa Eagle invertirá 20 millones de pesos, y se ha trazado una fecha meta de nueve meses para que esté concluida y arranque su proceso de estabilización... Aunque podría haber demora, debido a que los trabajos se harán en pleno temporal.
La planta de tratamiento limpiará los lixiviados a través de cuatro procesos: un filtro inicial para retirar la mayor cantidad de sólidos, un proceso de limpia biológica con bacterias, una microfiltración de residuos (para aumentar la eficiencia en la limpia de carga sólida) y la ozonificación.
Esto permitirá que el agua que antes eran jugos de basura sea reutilizada y pueda usarse en riego, lavado de camiones recolectores y limpieza de baños. Una vez concluida y estabilizada, la planta se hará cargo de medio millón de litros de lixiviados por día (5.7 litros por segundo), y limpiará toda el agua de desecho almacenada en Los Laureles, en un plazo máximo de dos años.
Ayer, el alcalde tapatío, Ramiro Hernández García, asistió al lugar para acompañar a los directivos de la empresa en la colocación simbólica de la primera piedra. Aplaudió la disposición de la empresa (quien costeará a totalidad la infraestructura), pero aseguró que estará atento a la buena operación del relleno sanitario.
“Siempre hay que estar muy atentos, nunca descartar cualquier imprevisto que pueda presentarse. Hay siniestros que se presentan y que hay que atenderlos. En este tema nunca hay que bajar la guardia, aunque haya infraestructura y un buen sistema de manejo los problemas ambientales, los accidentes, suceden”.
Adrián Giombini, director corporativo de Caabsa Eagle, explicó que la planta incluso estará sobrada para “tratar un poco más” de líquido residual. Esto porque además de los que se generen día con día, se hará lo propio con el líquido que se ha almacenado, y que actualmente se limpia con un proceso de evaporación. Limpiar la totalidad de lixiviados, estimó, tomará dos años después de que el equipo funcione con normalidad.
Respecto a los intentos de clausura por irregularidades detectadas, Giombini aseguró que estos han sido “infundados”, de tal suerte que la autoridad judicial ha dado la razón a Caabsa e impedido los cierres.
VOCES
“No es solución de fondo”: Un Salto de Vida
La planta que se encargará de limpiar los jugos de la basura (lixiviados) del vertedero Los Laureles es, además de una respuesta tardía, sólo un paliativo al conflicto ambiental que ese lugar provoca a las comunidades vecinas, explicó Graciela González de la asociación civil Un Salto de Vida.
Dado que 25% de las 80 hectáreas que constituyen el relleno sanitario no tienen geomembrana (una especie de lona que ayuda a la protección del suelo y a recolectar los lixiviados), la planta “no podrá garantizar el saneamiento de todas las aguas”.
La construcción de esta planta significa una contradicción, comentó Graciela González, pues en 2008 la entonces Secretaría estatal de Medio Ambiente anunció que realizaba un estudio de la capacidad del basurero para calcular su vida útil, de lo que resolvió que quedaban tres años, con posibilidad de alargar a 10, si es que se ampliaba el territorio; hoy se dice que son seis años, con posibilidad de ampliar su vida una década más.
Para Un Salto de Vida AC, la implementación de la planta tiene más objetivos económicos que ecológicos, debido a que es una estrategia para que la empresa operadora, Caabsa Eagle, se presente como ambientalmente responsable y así captar recursos de organizaciones internacionales.
TELÓN DE FONDO
Vertedero de conflictos y anomalías
Con presencia de autoridades y empresarios, el relleno sanitario Los Laureles inauguró obras para su planta de tratamiento. Autoridades y directivos de la empresa operadora Caabsa Eagle celebraron la colocación de la primera piedra; pero no todo en la historia del vertedero han sido festejos.
Construido a partir de 1999, Los Laureles tiene la encomienda de recibir tres mil toneladas diarias de basura de los municipios de Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco y El Salto, pero entre sus procesos de tratamiento de los residuos, hay desatenciones y faltas en materia de salubridad, prácticas que han detectado autoridades ambientales y denunciado durante años habitantes de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande.
En julio de 2008, una caravana de manifestantes se instaló sobre la carretera Agua Blanca y evitó que los camiones recolectores de basura ingresaran al vertedero. La petición de la protesta era el cierre total del basurero, debido a la contaminación por olores y los jugos de la basura que recibían los habitantes de las cercanías.
Respecto a las peticiones ciudadanas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aseguró que no existían motivos suficientes para cerrar Los Laureles, aunque sí había algunas anomalías detectadas en el tratamiento de lixiviados (jugos de basura).
A la voz que detectaba anomalías en el basurero se sumó la entonces titular de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Martha Ruth del Toro Gaytán, quien advirtió que había irregularidades y que el cierre definitivo dependía de un estudio de las capacidades de carga del vertedero.
Días después, la Semades anunció que la vida útil del depósito serían tres años más, es decir, hasta 2011, pero la empresa operadora hizo lo posible para agrandar el periodo, para lo cual se contempló extender el terreno con los predios Los Curtidores, Los Ayala y Los Bomberos, y con 10 años más de vida útil.
La pugna continuó todavía este año. El 21 de mayo se dio a conocer que la ahora Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) seguirá imposibilitada para clausurar el tiradero; esto por una determinación del pleno del Tribunal Administrativo del Estado (TAE).
RESPIRO DE 10 AÑOS
Restan seis años de vida útil al relleno sanitario Los Laureles, pero una compra de terreno aledaño al sitio en que se encuentra permitirá incrementar ese lapso a una década.
Desde hace 20 años, Los Laureles ha sido el sitio de disposición de basura proveniente de los municipios de Guadalajara y Tonalá, aunque eventualmente se le han sumado los desechos de Tlajomulco y El Salto. Y al momento, se estima que haya en su interior al menos ocho millones de toneladas de basura.
En fechas recientes, autoridades de los tres órdenes de gobierno han visitado el sitio, y salvo “ligeras correcciones” como estabilización de taludes o limpieza de drenes, todas han dado su visto bueno al vertedero, aseguró el director corporativo de la empresa que administra el lugar.
La planta de tratamiento limpiará los lixiviados a través de cuatro procesos: un filtro inicial para retirar la mayor cantidad de sólidos, un proceso de limpia biológica con bacterias, una microfiltración de residuos (para aumentar la eficiencia en la limpia de carga sólida) y la ozonificación.
Esto permitirá que el agua que antes eran jugos de basura sea reutilizada y pueda usarse en riego, lavado de camiones recolectores y limpieza de baños. Una vez concluida y estabilizada, la planta se hará cargo de medio millón de litros de lixiviados por día (5.7 litros por segundo), y limpiará toda el agua de desecho almacenada en Los Laureles, en un plazo máximo de dos años.
Ayer, el alcalde tapatío, Ramiro Hernández García, asistió al lugar para acompañar a los directivos de la empresa en la colocación simbólica de la primera piedra. Aplaudió la disposición de la empresa (quien costeará a totalidad la infraestructura), pero aseguró que estará atento a la buena operación del relleno sanitario.
“Siempre hay que estar muy atentos, nunca descartar cualquier imprevisto que pueda presentarse. Hay siniestros que se presentan y que hay que atenderlos. En este tema nunca hay que bajar la guardia, aunque haya infraestructura y un buen sistema de manejo los problemas ambientales, los accidentes, suceden”.
Adrián Giombini, director corporativo de Caabsa Eagle, explicó que la planta incluso estará sobrada para “tratar un poco más” de líquido residual. Esto porque además de los que se generen día con día, se hará lo propio con el líquido que se ha almacenado, y que actualmente se limpia con un proceso de evaporación. Limpiar la totalidad de lixiviados, estimó, tomará dos años después de que el equipo funcione con normalidad.
Respecto a los intentos de clausura por irregularidades detectadas, Giombini aseguró que estos han sido “infundados”, de tal suerte que la autoridad judicial ha dado la razón a Caabsa e impedido los cierres.
VOCES
“No es solución de fondo”: Un Salto de Vida
La planta que se encargará de limpiar los jugos de la basura (lixiviados) del vertedero Los Laureles es, además de una respuesta tardía, sólo un paliativo al conflicto ambiental que ese lugar provoca a las comunidades vecinas, explicó Graciela González de la asociación civil Un Salto de Vida.
Dado que 25% de las 80 hectáreas que constituyen el relleno sanitario no tienen geomembrana (una especie de lona que ayuda a la protección del suelo y a recolectar los lixiviados), la planta “no podrá garantizar el saneamiento de todas las aguas”.
La construcción de esta planta significa una contradicción, comentó Graciela González, pues en 2008 la entonces Secretaría estatal de Medio Ambiente anunció que realizaba un estudio de la capacidad del basurero para calcular su vida útil, de lo que resolvió que quedaban tres años, con posibilidad de alargar a 10, si es que se ampliaba el territorio; hoy se dice que son seis años, con posibilidad de ampliar su vida una década más.
Para Un Salto de Vida AC, la implementación de la planta tiene más objetivos económicos que ecológicos, debido a que es una estrategia para que la empresa operadora, Caabsa Eagle, se presente como ambientalmente responsable y así captar recursos de organizaciones internacionales.
TELÓN DE FONDO
Vertedero de conflictos y anomalías
Con presencia de autoridades y empresarios, el relleno sanitario Los Laureles inauguró obras para su planta de tratamiento. Autoridades y directivos de la empresa operadora Caabsa Eagle celebraron la colocación de la primera piedra; pero no todo en la historia del vertedero han sido festejos.
Construido a partir de 1999, Los Laureles tiene la encomienda de recibir tres mil toneladas diarias de basura de los municipios de Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco y El Salto, pero entre sus procesos de tratamiento de los residuos, hay desatenciones y faltas en materia de salubridad, prácticas que han detectado autoridades ambientales y denunciado durante años habitantes de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande.
En julio de 2008, una caravana de manifestantes se instaló sobre la carretera Agua Blanca y evitó que los camiones recolectores de basura ingresaran al vertedero. La petición de la protesta era el cierre total del basurero, debido a la contaminación por olores y los jugos de la basura que recibían los habitantes de las cercanías.
Respecto a las peticiones ciudadanas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aseguró que no existían motivos suficientes para cerrar Los Laureles, aunque sí había algunas anomalías detectadas en el tratamiento de lixiviados (jugos de basura).
A la voz que detectaba anomalías en el basurero se sumó la entonces titular de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Martha Ruth del Toro Gaytán, quien advirtió que había irregularidades y que el cierre definitivo dependía de un estudio de las capacidades de carga del vertedero.
Días después, la Semades anunció que la vida útil del depósito serían tres años más, es decir, hasta 2011, pero la empresa operadora hizo lo posible para agrandar el periodo, para lo cual se contempló extender el terreno con los predios Los Curtidores, Los Ayala y Los Bomberos, y con 10 años más de vida útil.
La pugna continuó todavía este año. El 21 de mayo se dio a conocer que la ahora Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) seguirá imposibilitada para clausurar el tiradero; esto por una determinación del pleno del Tribunal Administrativo del Estado (TAE).
RESPIRO DE 10 AÑOS
Restan seis años de vida útil al relleno sanitario Los Laureles, pero una compra de terreno aledaño al sitio en que se encuentra permitirá incrementar ese lapso a una década.
Desde hace 20 años, Los Laureles ha sido el sitio de disposición de basura proveniente de los municipios de Guadalajara y Tonalá, aunque eventualmente se le han sumado los desechos de Tlajomulco y El Salto. Y al momento, se estima que haya en su interior al menos ocho millones de toneladas de basura.
En fechas recientes, autoridades de los tres órdenes de gobierno han visitado el sitio, y salvo “ligeras correcciones” como estabilización de taludes o limpieza de drenes, todas han dado su visto bueno al vertedero, aseguró el director corporativo de la empresa que administra el lugar.