Jalisco
Ambulantes del Centro esconden su mercancía y burlan a inspectores
Los vendedores 'se dan sus mañas' para seguir ofertando sus productos en las principales calles del Centro Histórico
GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2015).- La discreción es básica para los comerciantes ambulantes que siguen trabajando en el polígono prohibido del Centro Histórico. Las flores artificiales ya no las exhibe como antes, las lleva en una bolsa negra y el vendedor sólo porta una en la mano y las ofrece sin gritar.
La vigilancia de inspectores municipales en el Centro Histórico disminuyó y los vendedores ofertan sus productos. Sus mantas ya no tapan las banquetas, ahora lo hacen de forma discreta, no llaman la atención.
“La verdad es que antes gritaba y de inmediato los inspectores me identificaban, hoy oculto la mercancía”, afirma Roberto, quien tiene tres años vendiendo su mercancía sin licencia.
Los vendedores de pelotas de la Plaza de la Liberación se mueven sigilosamente, conocen el movimiento de la plaza, el horario cuando circulan más personas; al oscurecer salen a vender las pelotas con luces y algunos otros juguetes de cinco y 10 pesos que son la atracción de los pequeños.
“Todos los gobiernos empiezan muy duros, pero después se resquebraja la vigilancia, nos ponemos a mano con los inspectores y podemos manejar, lo malo es que nos tocó en esta temporada, la cual es la mejor, pero vamos a seguir buscando la chuleta a pesar de los impedimentos del Gobierno”, comenta Marco, quien tiene seis años vendiendo sus productos en el Centro Histórico.
La vigilancia de inspectores municipales en el Centro Histórico disminuyó y los vendedores ofertan sus productos. Sus mantas ya no tapan las banquetas, ahora lo hacen de forma discreta, no llaman la atención.
“La verdad es que antes gritaba y de inmediato los inspectores me identificaban, hoy oculto la mercancía”, afirma Roberto, quien tiene tres años vendiendo su mercancía sin licencia.
Los vendedores de pelotas de la Plaza de la Liberación se mueven sigilosamente, conocen el movimiento de la plaza, el horario cuando circulan más personas; al oscurecer salen a vender las pelotas con luces y algunos otros juguetes de cinco y 10 pesos que son la atracción de los pequeños.
“Todos los gobiernos empiezan muy duros, pero después se resquebraja la vigilancia, nos ponemos a mano con los inspectores y podemos manejar, lo malo es que nos tocó en esta temporada, la cual es la mejor, pero vamos a seguir buscando la chuleta a pesar de los impedimentos del Gobierno”, comenta Marco, quien tiene seis años vendiendo sus productos en el Centro Histórico.