Jalisco

Abandonan unidad deportiva tras cambio de administración

En 2007, autoridades de los tres órdenes de Gobierno invirtieron 2.1 millones de pesos en la zona; ahora está en el olvido

San Jacinto destaca como parque recreativo

GUADALAJARA, JALISCO (19/SEP/2011).-
El pasto le llega hasta las rodillas a Gil. De pie, mira lo “feo y abandonada” que está la unidad deportiva, a la que llama parque, donde le gustaba venir a sentarse en las tardes para ver a los niños jugar y recordar a sus nietos que no ve desde hace un año.

El lugar ya no parece el mismo que se inauguró hace tres años con niños bajando y subiendo de los resbaladeros, paseándose hacia adelante y atrás en los columpios, y mareándose en los volantines, luego que el Gobierno federal invirtió 2.1 millones de pesos en rescatarlo y ponerlo al servicio de los vecinos del fraccionamiento Eucaliptos. Ahora los niños que pasan por la unidad deportiva ni lo voltean a ver.

Este espacio fue rehabilitado en 2007 por la Secretaría de Desarrollo Social ( Sedesol) a través del programa federal “Zona en recuperación, estrategia nacional de seguridad”, por la Secretaría de Desarrollo Humano del Gobierno estatal y por el Ayuntamiento de Tlajomulco en la administración de Antonio Tatengo.

Al mediodía, los columpios, resbaladeros y volantines están solos, no hay quién quiera entrar al parque. Niños y niñas salen de la primaria y el kínder que están cerca, pasan a un lado de éste como si no existiera. No lo reconocen como un centro de entretenimiento.

El lugar está deteriorado. El pasto está crecido y llega a los 55 centímetros en algunas zonas. Las paredes y el  piso de las canchas de basquetbol están pintadas de grafiti. Los letreros de autoridades, como el federal de “Para Vivir mejor”, son casi ilegibles por las placas de los grafiteros.

De casi un centenar de niños que pasan por el parque, sólo dos niñas se atreven a entrar. Corren y se dirigen a los columpios y casi al llegar donde están, se quitan las mochilas. No les importa que se llenen de tierra.

Los resbaladeros tienen agua acumulada de las lluvias, algunas partes tienen pequeños hoyos por la oxidación del metal. Donde están enclavados los columpios hay un charco de agua. Los botes de basura están casi llenos. Una niña viste tobilleras negras, la otra trae unas blancas; se sientan en el columpio, se quitan los zapatos y luego las tobilleras, las guarda en su mochila y ahora sí se siente libre para brincar sobre los charcos.

El parque está rodeado por una barda que empieza con una altura de 50 centímetros y crece casi hasta un metro, sobre la que está empotrada una reja de acero de casi dos metros de alto a punto de caerse. Parece que los barrotes que la sostienen se han salido de los ladrillos, como si fuera un árbol que sus raíces levantan el piso.

Los desperfectos de ésta cancha deportiva son varios. A los vecinos les gustaría que se le diera mantenimiento. “Las mamás no quieren entrar con los niños, les da miedo porque piensan que es una zona de vagos”, comenta Alejandro Damián, vecino del Fraccionamiento Eucaliptos.

Daniel Parra trabaja en una carnicería enfrente de la unidad. “A nadie le dan ganas de caminar en un parque sucio como éste”. Platica que cuando se encontraba en mejores condiciones, los niños acudían a jugar a la unidad en las tardes.

Solicitan proyectos que no sean excluyentes

El titular de la Dirección de Espacios Públicos del Ayuntamiento de Tlajomulco, Carlos Bernal, manifiesta que son “bien recibidas” las intervenciones de la Sedesol; sin embargo, expone que no sólo basta con rehabilitar espacios y convertirlos en parques sino que lo más importante es el mantenimiento y la organización entre Gobierno y vecinos.

Durante la administración de Enrique Alfaro Ramírez, dos parques han sido entregados en diferentes zonas de las más habitadas de Tlajomulco. Uno en el fraccionamiento Eucaliptos, cerca de la cabecera municipal, y otro en Rancho Alegre. El primero es un prototipo de la Sedesol, que incluye una cancha de basquetbol y una de futbol rápido, así como un área techada de tejas y baños. El otro parque está en la Colonia Rancho Alegre, cerca del aeropuerto, con el mismo diseño que el otro, pero con la variación de pasto sintético en la cancha de futbol rápido y graderías.

Bernal comenta que en la Colonia Santa Fe, la Sedesol instaló un kiosco, pasillos y juegos infantiles en la administración del ex presidente municipal Antonio Tatengo. Explica que la importante inversión dejó de lado la rehabilitación de parques en otras colonias, lo que provocó el enojo de los demás vecinos, pues sintieron que sólo se benefició a algunos.

Afirma que el problema más grave ha sido organizar a los vecinos que usan los parques. Se han diseñado reglamentos para que se respeten los espacios y los aprovechen el mayor número de personas. “Por parte del Ayuntamiento vemos con beneplácito que se invierta en espacios públicos, pero sentimos que hace falta que los programas sean integrales porque lo más importante es la operación”.

Apunta que la Sedesol selecciona los lugares que se intervendrán, entonces excluye a otros. “Los demás vecinos se preguntan, ¿por qué a nosotros no? Pero resulta que el jefe de la mesa vecinal era más amigo del delegado municipal o cualquier otro funcionario que los beneficia”.

Tlajomulco también invirtió en estos espacios, aunque la mayoría fue aportación federal. Entre los planes para seguir dotando a las colonias de nuevos espacios públicos, está participar en las convocatorias que haga la Sedesol. A su parecer, la secretaría debe establecer mecanismos de conservación de espacios públicos y planear su inversión para que los proyectos sean más democráticos.

Tlaquepaque
Urge “revolución” de limpieza

Aunque las paredes están llenas de grafiti, de que los baños están sucios porque no hay agua, pero sí basura y restos de comida en el suelo, de que el pasto se encuentra crecido y algunas plantas alcanzan a medir hasta un metro de altura, los niños se echan su “cascarita” de futbol en las canchas de la Unidad Deportiva Revolución, en la colonia Fraccionamiento Revolución, en Tlaquepaque, donde las porterías son tubos sin una red que permita que el balón se detenga.

Desde la entrada, el lugar muestra el descuido. A la derecha del acceso están los baños, pero pocos se atreven a entrar, el olor de los desechos fecales acumulados es intenso. Las paredes se hallan con grafiti, al igual que los muros de los asaderos, que ni parrilla tienen. Las bancas muestran el deterioro. El pasto es abundante y en algunas zonas mide 45 centímetros. No hay quién lo pode.

En esta unidad deportiva, rehabilitada en 2007 por la Sedesol y los gobiernos municipales y estatales, hay tres canchas: una de basquetbol, otra donde se puede jugar este mismo deporte y futbol rápido, y una más destinada solamente a jugar futbol rápido. En todas se juega sobre cemento. En la tercera nadie corre, los niños no la usan. Sus porterías tienen una malla ciclónica deforme por los impactos del balón.

La barrera que rodea la cancha para que el balón no se salga de esa área, casi desaparece. Está destruida. De las tablas de madera que fueron pintadas de color verde, sólo quedan nueve, dos conservan su color, las demás están llenas de placas de grafiti.

Mientras se camina los zapatos se encuentran con las hojas caídas de los árboles, latas de refresco, botellas de agua, servilletas, restos de comida. No hay un sólo bote para depositar la basura. 

Cecilia, de 63 años de edad, comenta que desde “hace un buen tiempo” el personal de Parques y Jardines de Tlaquepaque no se aparece por la unidad deportiva Revolución. Cuando solicita que se presenten a podar el pasto o pide pintura para darle una “manita de gato” a los baños, le responden que no hay dinero para la pintura, que los jardineros están ocupados. Mientras, las ramas caídas con hojas secas se siguen acumulando y el aspecto de abandonado crece con el paso de las semanas.

Jesús Contreras, vecino, comenta que esta unidad tiene como 25 años, pero siguen los mismos juegos. Los sábados acostumbra llevar a su hija a los resbaladeros y columpios. Opina que “si hubiera otros juegos, la gente traería más a sus niños. Recuerda que hace cuatro años le dieron mantenimiento a la unidad, pero “ya le hace falta otra vez. Antes el pasto estaba bien cortado”.

Programa federal

¿Cómo opera Rescate de Espacios Públicos?


Este programa federal de la Secretaría de Desarrollo Social destina recursos a los municipios que propongan proyectos para la construcción o rehabilitación de espacio públicos.

Desde 2007 opera este programa. Arrancó en 12 municipios de Jalisco y las acciones se han extendido a 18, entre ellos los ayuntamientos metropolitanos.

Una vez que se aprueban los proyectos, la Sedesol, los gobiernos estatales y municipales firman un convenio en el que se comprometen a conservarlos.

Aportación de recursos

2007-2010:

50%     Federal (Sedesol)

25%     Estatal

25 %     Municipal


2011  
  

50%    Federal (Sedesol)

50%     Municipios


Lo que se evalúa de los proyectos:

Que estén en zonas marginadas.
Que estén en espacios deteriorados.
Que estén en colonias de altos índices de inseguridad.
Que estén en zonas con alta densidad poblacional.
Que los terrenos sean propiedad municipal y no de particulares.


Recursos invertidos por Sedesol

2011

50 millones de pesos en Jalisco.

64 espacios se han intervenido este año.

Municipios

Proyectos y costos 2011


Tonalá
Proyectos: 9    
Inversión federal: 5.1 millones                
Inversión municipal: 5.2 millones                    

Tlaquepaque
Proyectos: 7
Inversión federal: 4.5 millones                  
Inversión municipal: 3.8 millones

Guadalajara
Proyectos: 6
Inversión federal: 4.3 millones                  
Inversión municipal: 4.1 millones

Zapopan
Proyectos: 6
Inversión federal: 4.5 millones                  
Inversión municipal: 3.7 millones

Tlajomulco
Proyectos: 4
Inversión federal: 2.6 millones                   
Inversión municipal: 2.2 millones

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