Internacional

Zelaya advierte a los golpistas que la OEA no negociará con ellos

A partir del sábado la OEA podrá conocer cuál es la posición del Gobierno represivo que ha tomado el poder con las armas en Honduras

PANAMÁ.- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, conminó hoy a los "golpistas" que le destituyeron a que cumplan con el ultimátum dado por los países de la OEA para restituir el orden constitucional en su país, porque ese organismo "no negociará" con ellos.

"Se ha autorizado al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que vaya a darle personalmente al presidente golpista (Roberto Micheletti), el que usurpó el poder por la fuerza, que le vaya a dar el ultimátum", dijo Zelaya en una rueda de prensa antes de partir hoy de Panamá rumbo a El Salvador.

Recalcó que "Insulza va a informar del ultimátum, no va a negociar absolutamente nada, ni va a plantear ningún proceso que no sea éste, y a escucharlos cómo van ellos a restituir el sistema democrático de elección popular" en Honduras.

El plazo de 72 horas concedido por la Organización de Estados Americanos (OEA) para que esto se cumpla "es más que suficiente", según Zelaya, quien reiteró que Insulza "va a cumplir con su cometido con la debida autoridad".

Aunque no mencionó en qué fecha piensa regresar a Honduras a recuperar el poder, como ha anunciado, dijo que a partir del sábado la OEA podrá conocer cuál es la posición del "Gobierno represivo que ha tomado el poder con las armas en Honduras" para decidir los pasos que se habrán de adoptar.

La resolución de los países del organismo interamericano viene a "desencadenar todo un proceso de deslegitimación total" de las autoridades que han "usurpado el poder", agregó.

"A partir de eso, si los golpistas no cedieran, el pueblo y la historia no los va a perdonar", aseguró.

Además, Zelaya responsabilizó a las potencias del mundo sobre el futuro de las democracias y dijo que los países se deslegitimarían si "se aceptan relaciones con un Gobierno surgido del crimen".

"Mi intención jamás será promover la violencia, no uso armas, no soy agresivo, soy muy tolerante y tengo mucha capacidad de diálogo", aseveró.

Alabó el papel desempeñado por la OEA, que, "por primera vez en la historia", dijo, logró la unanimidad de todos sus miembros al condenar el golpe de Estado cometido en su contra el domingo pasado, cuando se disponía a celebrar una consulta popular con miras a una reforma constitucional, a pesar de que había sido declarada ilegal.

Esta condena es un "hito histórico" y un mensaje a todo el mundo de "que no vamos a convivir con golpes de Estado ni con Gobiernos de facto, y un mensaje de la OEA a los ejércitos de que no pueden prestarse a interrumpir el proceso de toma de decisiones de los pueblos", indicó el depuesto mandatario.

Señaló que quienes lo destituyeron prefirieron actuar con la fuerza, como en el pasado, y afirmó que mejor le hubieran hecho un juicio, imponerle una condena y celebrar un referendo revocatorio para que fuera el pueblo el que decidiera su destitución.

"Este retroceso nadie puede permitirlo. Es el primer golpe de Estado del siglo XXI", insistió.

El gobernante destituido, que el pasado domingo fue expulsado de su país por los militares, aseguró que un grupo de autoridades internacionales lo acompañará en su regreso a Honduras.

Además, manifestó que volver no le genera temor, ni tampoco perder la vida, porque dejará un legado histórico y democrático.

"Miedo no tengo, siempre actuaré de acuerdo con los principios con los cuales estoy dispuesto a morir", afirmó Zelaya, aunque reconoció que "algo de conciencia" tuvieron los soldados que pudieron asesinarlo, y no lo hicieron, el fin de semana pasado.

Entre los que le acompañarán en su regreso a Honduras, citó, además de Insulza, al presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto; a dos premios Nobel, de los que mencionó solo a la guatemalteca Rigoberta Menchú; varios ministros de Exteriores, que no especificó, y un grupo de artistas, entre ellos alguno británico, cuyos nombres dijo no recordar.

El depuesto jefe de Estado no reveló más detalles de su estrategia de retorno a Honduras para no alertar a los "golpistas", pero aseguró que la trabaja con el propio conocimiento del pueblo hondureño y el apoyo de la comunidad internacional.

Zelaya estaba desde el miércoles en Panamá, a donde llegó para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente, Ricardo Martinelli, y hoy salió con rumbo a El Salvador.



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