Internacional
Región noroeste de Bolivia sigue en pie de guerra
Como secuela de la espiral de violencia, Morales ordenó la expulsión del embajador estadounidense de su país
LA PAZ.- La oposición al gobierno del presidente boliviano
Evo Morales sigue en pie de guerra y en medio de una agitada situación social que mantiene en vilo a la región noroccidental de Pando, donde se han registrado más de 30 muertos.
"Hay gente que quiere seguir sembrando dolor a toda la región", dijo el vocero presidencial Iván Canelas a la prensa en Cochamamba, donde el mandatario se aprestaba a participar en un nuevo aniversario de la fundación de esa ciudad, ajena a los incidentes.
La quema de una alcaldía al despuntar el domingo en la localidad de Filadelfia, cercana a Pando; gasoductos tomados en otros departamentos y cortes de rutas en diversos centros neurálgicos del país, fueron algunos de los reportes oficiales del día.
Canelas dijo que la tensión social persiste, Informó que grupos armados quemaron la alcaldía en Filadelfia y que se registraron disparos en Pando, centro de la mayor tensión porque decenas de personas murieron el jueves en lo que para el gobierno fue una masacre sufrida por aliados suyos y que fue promovida por opositores.
La delegada presidencial en Pando, Nancy Texeira, dijo aún se continuaba "con rescate de las personas heridas o muertas", cuando iban a una manifestación en favor de Morales y habrían sido emboscadas a la vera de un río.
Sin dar ninguna cifra de muertos en esa acción y al contestar a una pregunta, Texeira dijo que "es afirmativo" lo que dice el ministro de Gobierno Alfredo Rada en el sentido de que en Pando murieron más de 30 personas.
"Pero nosotros creemos que hay más que están por el monte, gente que esta hundida en el río", agregó.
Las cifras oficiales difieren según quien las diga.
El encargado de seguridad ciudadana de la prefectura de Pando, Alberto Murakami, dijo telefónicamente a la AP que "nosotros tenemos el reporte de 15 muertos y 55 heridos". Agregó que "hay tensa calma y los militares siguen llegando y ya están en las calles".
Morales dijo el sábado que el episodio de Pando fue obra de "sicarios brasileños y peruanos" bajo el manto protector del prefecto opositor Leopoldo Fernández, quien negó cualquier responsabilidad en los hechos.
Fernández dijo el sábado que seguía en su cargo, pero Texeira dijo que "ya no es más autoridad porque hay mucho dolor". El domingo nadie respondió en la oficina del prefecto.
"Hay que agarrarlo antes que se vaya y ya no se pueda", dijo Texeira, dando a entender que lo están buscando para detenerlo. Pero se desconoce si había una orden de arresto.
Pando está bajo el estado de sitio, que prohibe las reuniones, el tránsito de más de tres personas en horas de la madrugada y la prohibición de portar armas.
El viernes, hubo un acercamiento entre el gobierno y los gobernadores opositores para un diálogo destinado a buscar una solución a la crisis. El gobernador de Tarija Mario Cossio llegará el domingo a La Paz para retomar las conversaciones, como representante de las cuatro regiones opositoras.
Varios gobiernos latinoamericanos manifestaron su respaldo a Morales y el presidente venezolano Hugo Chávez manifestó su disposición a defenderlo militarmente ante un posible movimiento en su contra.
La convulsión en Bolivia será analizada el lunes en Santiago por la Unión de Naciones Sudamericanas, a la cual convocó la presidenta chilena Michelle Bachelet en su calidad de titular de ese organismo.
Como secuela de la espiral de violencia, Morales ordenó la expulsión del embajador estadounidense de su país, Philip Goldberg, tras acusarlo de confabular con sus opositores. El diplomático aún continuaba en Bolivia.
Y en solidaridad con Morales, otro tanto hizo Chávez con el embajador de los Estados Unidos en Caracas.
"Hay gente que quiere seguir sembrando dolor a toda la región", dijo el vocero presidencial Iván Canelas a la prensa en Cochamamba, donde el mandatario se aprestaba a participar en un nuevo aniversario de la fundación de esa ciudad, ajena a los incidentes.
La quema de una alcaldía al despuntar el domingo en la localidad de Filadelfia, cercana a Pando; gasoductos tomados en otros departamentos y cortes de rutas en diversos centros neurálgicos del país, fueron algunos de los reportes oficiales del día.
Canelas dijo que la tensión social persiste, Informó que grupos armados quemaron la alcaldía en Filadelfia y que se registraron disparos en Pando, centro de la mayor tensión porque decenas de personas murieron el jueves en lo que para el gobierno fue una masacre sufrida por aliados suyos y que fue promovida por opositores.
La delegada presidencial en Pando, Nancy Texeira, dijo aún se continuaba "con rescate de las personas heridas o muertas", cuando iban a una manifestación en favor de Morales y habrían sido emboscadas a la vera de un río.
Sin dar ninguna cifra de muertos en esa acción y al contestar a una pregunta, Texeira dijo que "es afirmativo" lo que dice el ministro de Gobierno Alfredo Rada en el sentido de que en Pando murieron más de 30 personas.
"Pero nosotros creemos que hay más que están por el monte, gente que esta hundida en el río", agregó.
Las cifras oficiales difieren según quien las diga.
El encargado de seguridad ciudadana de la prefectura de Pando, Alberto Murakami, dijo telefónicamente a la AP que "nosotros tenemos el reporte de 15 muertos y 55 heridos". Agregó que "hay tensa calma y los militares siguen llegando y ya están en las calles".
Morales dijo el sábado que el episodio de Pando fue obra de "sicarios brasileños y peruanos" bajo el manto protector del prefecto opositor Leopoldo Fernández, quien negó cualquier responsabilidad en los hechos.
Fernández dijo el sábado que seguía en su cargo, pero Texeira dijo que "ya no es más autoridad porque hay mucho dolor". El domingo nadie respondió en la oficina del prefecto.
"Hay que agarrarlo antes que se vaya y ya no se pueda", dijo Texeira, dando a entender que lo están buscando para detenerlo. Pero se desconoce si había una orden de arresto.
Pando está bajo el estado de sitio, que prohibe las reuniones, el tránsito de más de tres personas en horas de la madrugada y la prohibición de portar armas.
El viernes, hubo un acercamiento entre el gobierno y los gobernadores opositores para un diálogo destinado a buscar una solución a la crisis. El gobernador de Tarija Mario Cossio llegará el domingo a La Paz para retomar las conversaciones, como representante de las cuatro regiones opositoras.
Varios gobiernos latinoamericanos manifestaron su respaldo a Morales y el presidente venezolano Hugo Chávez manifestó su disposición a defenderlo militarmente ante un posible movimiento en su contra.
La convulsión en Bolivia será analizada el lunes en Santiago por la Unión de Naciones Sudamericanas, a la cual convocó la presidenta chilena Michelle Bachelet en su calidad de titular de ese organismo.
Como secuela de la espiral de violencia, Morales ordenó la expulsión del embajador estadounidense de su país, Philip Goldberg, tras acusarlo de confabular con sus opositores. El diplomático aún continuaba en Bolivia.
Y en solidaridad con Morales, otro tanto hizo Chávez con el embajador de los Estados Unidos en Caracas.