Internacional
Recibe Fernández a candidato emergente a presidencia de Chile
Las encuestas lo ubican con un cómodo 20 por ciento de intención de voto, que representa prácticamente un empate técnico con el 22 por ciento
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El candidato a la presidencia de
Chile,
Marco Enríquez-Ominami, se reunió hoy con la presidenta de Argentina,
Cristina Fernández, como parte del giro internacional que imprimió a su sorpresiva campaña política.
Ominami se convirtió en el contrincante inesperado de la contienda electoral chilena, que se anticipaba quedaría polarizada entre el candidato de la centroderechista Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera y de la oficialista Concertación, Eduardo Frei.
Sin embargo, a menos de tres meses de los comicios del 11 de diciembre, las encuestas ubican a Enríquez-Ominami con un cómodo 20 por ciento de intención de voto, que representa prácticamente un empate técnico con el 22 por ciento que registra Frei.
Piñera, en tanto, sigue a la cabeza con el 35 por ciento de simpatías electorales según las encuestas, lo que anticipa una segunda vuelta, ya que para ganar se necesita por lo menos el 50 por ciento más uno de los votos.
A sabiendas de que tiene oportunidades de desbancar a Frei y participar en la segunda vuelta electoral, Enríquez-Ominami amplió su campaña y decidió venir a Buenos Aires a mostrar su programa en política internacional.
Así emuló a Frei, el ex presidente chileno (1994-2000), quien la semana pasada también vino a promover su candidatura y a mostrarse al lado de la presidenta argentina.
Antes de su encuentro, Enríquez-Ominami ofreció una conferencia en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, en donde pugnó por el reforzamiento de la relación bilateral.
Ante embajadores, intelectuales y periodistas, el candidato independiente con orígenes políticos en el Partido Socialista se mostró conciliador con sus oponentes al advertir que su postulación se basa en la recuperación del espíritu democrático.
En particular, se refirió a la necesidad de impulsar luchas conjuntas regionales entre Chile, Argentina, Perú y Bolivia contra el narcotráfico, ya que sin cooperación será muy difícil combatir el crimen organizado.
Ominami se convirtió en el contrincante inesperado de la contienda electoral chilena, que se anticipaba quedaría polarizada entre el candidato de la centroderechista Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera y de la oficialista Concertación, Eduardo Frei.
Sin embargo, a menos de tres meses de los comicios del 11 de diciembre, las encuestas ubican a Enríquez-Ominami con un cómodo 20 por ciento de intención de voto, que representa prácticamente un empate técnico con el 22 por ciento que registra Frei.
Piñera, en tanto, sigue a la cabeza con el 35 por ciento de simpatías electorales según las encuestas, lo que anticipa una segunda vuelta, ya que para ganar se necesita por lo menos el 50 por ciento más uno de los votos.
A sabiendas de que tiene oportunidades de desbancar a Frei y participar en la segunda vuelta electoral, Enríquez-Ominami amplió su campaña y decidió venir a Buenos Aires a mostrar su programa en política internacional.
Así emuló a Frei, el ex presidente chileno (1994-2000), quien la semana pasada también vino a promover su candidatura y a mostrarse al lado de la presidenta argentina.
Antes de su encuentro, Enríquez-Ominami ofreció una conferencia en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, en donde pugnó por el reforzamiento de la relación bilateral.
Ante embajadores, intelectuales y periodistas, el candidato independiente con orígenes políticos en el Partido Socialista se mostró conciliador con sus oponentes al advertir que su postulación se basa en la recuperación del espíritu democrático.
En particular, se refirió a la necesidad de impulsar luchas conjuntas regionales entre Chile, Argentina, Perú y Bolivia contra el narcotráfico, ya que sin cooperación será muy difícil combatir el crimen organizado.