Internacional
Putin ha prometido destruir a los responsables de ataques al metro
Seguiremos las operaciones contra el terrorismo sin vacilar: Medvedev
MOSCÚ, RUSIA. - Al menos 38 personas murieron en un doble atentado con explosivos el lunes por la mañana en el metro de Moscú, atribuido por las autoridades rusas a dos mujeres kamikaze vinculadas a grupos insurgentes islamistas del Cáucaso.
Según el último balance del ministerio de Situaciones de Emergencia, los ataques dejaron 38 muertos y al menos 64 heridos.
El primer atentado tuvo lugar en un vagón detenido en la estación Lubianka, situada a pocos cientos de metros del Kremlin, a las 07:57 horas locales, en hora punta.
En la Plaza Lubianka tiene su sede el servicio de inteligencia ruso FSB, sucesor del KGB soviético, que en ese edificio interrogaba y eliminaba a los disidentes y personas caídas en desgracia durante las purgas de la era soviética.
El segundo atentado fue cometido en la estación Park Kultury a las 08:36 horas local, también en el centro de la capital.
"En Park Kultury, según los datos preliminares, se trataba de una mujer kamikaze. Según los fragmentos del cuerpo, que están siendo examinados, el explosivo estaba colocado al nivel de la cintura. La situación es la misma en Lubianka", afirmó un portavoz del comité de investigación de la fiscalía de Moscú, Vladimir Markin.
El director del FSB, Alexandre Bortnikov, consideró que las autoras de los atentados eran oriundas del Cáucaso Norte, región de Rusia mayoritariamente musulmana, escenario de una violenta insurgencia en los últimos años.
"Según la versión preliminar, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas vinculados a la región del Cáucaso Norte. Privilegiamos esta versión", declaró Bortnikov, citado por las agencias de noticias rusas.
El presidente Dimitri Medvedev reafirmó su determinación de proseguir "las operaciones contra los terroristas sin vacilación y hasta el final".
Medvedev ordenó asimismo reforzar de forma "significativa" la seguridad en los transportes públicos de todo el país, durante una reunión de emergencia convocada tras los atentados.
Putin: los terroristas serán aniquilados
El primer ministro ruso Vladimir Putin declaró este lunes que los culpables serán capturados y aniquilados y prometió destruirlos.
"Estoy seguro de que las agencias de seguridad harán todo lo posible para encontrar y castigar a los criminales", afirmó Putin, citado por las agencias de noticias rusas, durante una visita a la ciudad siberiana de Krasnoyarsk.
"Un crimen que es terrible en sus consecuencias y atroz en su forma ha sido cometido", dijo Putin al comienzo de una video conferencia con altos funcionarios de emergencias.
"Estoy seguro que los cuerpos de aplicación de la ley no ahorrarán esfuerzos para ubicar y castigar a los criminales. Los terroristas serán destruidos", dijo Putin, quien estaba de visita en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk.
La condena internacional no se hizo esperar.
"Nada puede justificar semejantes ataques contra civiles inocentes", afirmó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
"La Unión Europea apoya firmemente a Rusia para combatir al terrorismo bajo todas sus formas", indicó por su lado la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.
La canciller alemana Angela Merkel recibió con "consternación y horror" la noticia.
Y el presidente francés Nicolas Sarkozy condenó esos atentados "odiosos" y "cobardes".
En un telegrama a Medvedev, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó "toda la solidaridad y afecto" de "la sociedad española, que ha venido sufriendo durante años los estragos causado por la barbarie terrorista".
El primer ministro británico, Gordon Brown, está "consternado" por los atentados perpetrados hoy en el metro de Moscú y ha enviado sus condolencias al presidente ruso, Dmitri Medvédev, informó la residencia oficial de Downing Street.
El jefe del Gobierno está "consternado por las escenas procedentes hoy de Moscú. Nunca puede haber una justificación para actos de este tipo", afirmó un portavoz de Downing Street.
Brown ha enviado un mensaje de "condolencia y apoyo" a Medvédev y a todos los afectados, agregó la fuente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el lunes los ataques suicidas con bombas en Moscú, que dejaron al menos 37 muertos y 65 heridos en metros cargados de pasajeros.
"El pueblo de Estados Unidos está junto al pueblo de Rusia para oponerse al extremismo violento y a los ataques terroristas atroces que demuestran tal desprecio de la vida humana y condenamos estos actos intolerables", dijo Obama en un comunicado.
Los atentados del lunes, los más sangrientos cometidos en la capital rusa desde 2004, tuvieron lugar en dos estaciones de una misma línea, pero las otras líneas del metro de Moscú, que diariamente transporta a 8.5 millones de personas, seguían abiertas aunque bajo fuerte vigilancia.
En los últimos meses, las fuerzas rusas multiplicaron las operaciones militares contra rebeldes islamistas en el Cáucaso Norte, matando a muchos de sus dirigentes.
Moscú registró en los últimos diez años una serie de explosiones mortales reivindicadas por militantes de la causa chechena -una república del Cáucaso-, pero en los últimos tiempos los atentados fueron menos frecuentes.
El último ataque importante en el metro de Moscú se produjo el 6 de febrero de 2004, entre las estaciones Avtozavodskaya y Pavelestakaya, con un balance de más de 41 muertos y 250 heridos.
Según el último balance del ministerio de Situaciones de Emergencia, los ataques dejaron 38 muertos y al menos 64 heridos.
El primer atentado tuvo lugar en un vagón detenido en la estación Lubianka, situada a pocos cientos de metros del Kremlin, a las 07:57 horas locales, en hora punta.
En la Plaza Lubianka tiene su sede el servicio de inteligencia ruso FSB, sucesor del KGB soviético, que en ese edificio interrogaba y eliminaba a los disidentes y personas caídas en desgracia durante las purgas de la era soviética.
El segundo atentado fue cometido en la estación Park Kultury a las 08:36 horas local, también en el centro de la capital.
"En Park Kultury, según los datos preliminares, se trataba de una mujer kamikaze. Según los fragmentos del cuerpo, que están siendo examinados, el explosivo estaba colocado al nivel de la cintura. La situación es la misma en Lubianka", afirmó un portavoz del comité de investigación de la fiscalía de Moscú, Vladimir Markin.
El director del FSB, Alexandre Bortnikov, consideró que las autoras de los atentados eran oriundas del Cáucaso Norte, región de Rusia mayoritariamente musulmana, escenario de una violenta insurgencia en los últimos años.
"Según la versión preliminar, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas vinculados a la región del Cáucaso Norte. Privilegiamos esta versión", declaró Bortnikov, citado por las agencias de noticias rusas.
El presidente Dimitri Medvedev reafirmó su determinación de proseguir "las operaciones contra los terroristas sin vacilación y hasta el final".
Medvedev ordenó asimismo reforzar de forma "significativa" la seguridad en los transportes públicos de todo el país, durante una reunión de emergencia convocada tras los atentados.
Putin: los terroristas serán aniquilados
El primer ministro ruso Vladimir Putin declaró este lunes que los culpables serán capturados y aniquilados y prometió destruirlos.
"Estoy seguro de que las agencias de seguridad harán todo lo posible para encontrar y castigar a los criminales", afirmó Putin, citado por las agencias de noticias rusas, durante una visita a la ciudad siberiana de Krasnoyarsk.
"Un crimen que es terrible en sus consecuencias y atroz en su forma ha sido cometido", dijo Putin al comienzo de una video conferencia con altos funcionarios de emergencias.
"Estoy seguro que los cuerpos de aplicación de la ley no ahorrarán esfuerzos para ubicar y castigar a los criminales. Los terroristas serán destruidos", dijo Putin, quien estaba de visita en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk.
La condena internacional no se hizo esperar.
"Nada puede justificar semejantes ataques contra civiles inocentes", afirmó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
"La Unión Europea apoya firmemente a Rusia para combatir al terrorismo bajo todas sus formas", indicó por su lado la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.
La canciller alemana Angela Merkel recibió con "consternación y horror" la noticia.
Y el presidente francés Nicolas Sarkozy condenó esos atentados "odiosos" y "cobardes".
En un telegrama a Medvedev, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó "toda la solidaridad y afecto" de "la sociedad española, que ha venido sufriendo durante años los estragos causado por la barbarie terrorista".
El primer ministro británico, Gordon Brown, está "consternado" por los atentados perpetrados hoy en el metro de Moscú y ha enviado sus condolencias al presidente ruso, Dmitri Medvédev, informó la residencia oficial de Downing Street.
El jefe del Gobierno está "consternado por las escenas procedentes hoy de Moscú. Nunca puede haber una justificación para actos de este tipo", afirmó un portavoz de Downing Street.
Brown ha enviado un mensaje de "condolencia y apoyo" a Medvédev y a todos los afectados, agregó la fuente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el lunes los ataques suicidas con bombas en Moscú, que dejaron al menos 37 muertos y 65 heridos en metros cargados de pasajeros.
"El pueblo de Estados Unidos está junto al pueblo de Rusia para oponerse al extremismo violento y a los ataques terroristas atroces que demuestran tal desprecio de la vida humana y condenamos estos actos intolerables", dijo Obama en un comunicado.
Los atentados del lunes, los más sangrientos cometidos en la capital rusa desde 2004, tuvieron lugar en dos estaciones de una misma línea, pero las otras líneas del metro de Moscú, que diariamente transporta a 8.5 millones de personas, seguían abiertas aunque bajo fuerte vigilancia.
En los últimos meses, las fuerzas rusas multiplicaron las operaciones militares contra rebeldes islamistas en el Cáucaso Norte, matando a muchos de sus dirigentes.
Moscú registró en los últimos diez años una serie de explosiones mortales reivindicadas por militantes de la causa chechena -una república del Cáucaso-, pero en los últimos tiempos los atentados fueron menos frecuentes.
El último ataque importante en el metro de Moscú se produjo el 6 de febrero de 2004, entre las estaciones Avtozavodskaya y Pavelestakaya, con un balance de más de 41 muertos y 250 heridos.