Internacional
Planean convocar a un referéndum real en Cataluña
Artur Mas se muestra partidario de impulsar las negociaciones para unas elecciones plebiscitarias
BARCELONA, ESPAÑA (11/NOV/2014).- Los partidos nacionalistas de Cataluña contemplan convocar a unas elecciones plebiscitarias después de que el pasado domingo casi dos millones de catalanes se pronunciaran en el llamado proceso participativo, sin validez legal, a favor de la independencia.
El presidente catalán, Artur Mas, buscará ahora un verdadero referéndum sobre la independencia de España que hasta ahora Madrid se ha negado a negociar.
Según los datos del ejecutivo regional, 2.32 millones de personas participaron en la votación, cuya celebración parece haber enquistado todavía más el conflicto entre el Gobierno español y esta región de 7.5 millones de habitantes, donde el sentimiento independentista crece desde hace años. Un 80.76% de los participantes apostaron por la independencia ante el boicot promovido por los partidarios del “no”.
Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), partido al que pertenece Mas, se mostró partidario de impulsar las negociaciones para unas elecciones plebiscitarias después de estimar “altamente improbable” un referéndum pactado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Consideran que Rajoy no debería tardar más de dos semanas en responder a la invitación a negociar un referéndum que le hará el presidente de la Generalitat a través de una carta, en los próximos días. Artur Mas comparecerá hoy para explicar los próximos pasos tras la jornada del domingo, entre los que destaca el envío de la carta.
Los independentistas de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), que apoyan al Gobierno catalán, pidieron unas elecciones anticipadas para formar un parlamento constituyente.
Sin embargo, el gobernante Partido Popular (PP) sostiene que el proceso participativo “carece de validez, no tiene fiabilidad” y el respaldo estuvo “muy por debajo” de lo que algunos pretendían, afirmó su secretaria general, María Dolores de Cospedal.
La convocatoria de una consulta sobre la independencia de Cataluña fue una promesa de la coalición nacionalista de centroderecha CiU, que gobierna la región, en elecciones regionales de 2012.
Durante su visita a México, el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria, dijo que el proceso participativo del domingo es “una apariencia de consulta” que no tendrá ningún tipo de efecto ni jurídico ni político.
Con información de EFE/AFP
¿Victoria o derrota?
Más allá del éxito de la movilización catalana, los resultados de la consulta no son concluyentes, con 1.86 millones de votos por la secesión, una tercera parte del censo electoral oficial.
“Esto quiere decir que en un hipotético referéndum de verdad tienen un problema, porque automáticamente se movilizarían los partidarios del no” que boicotearon la votación del domingo, opinó Gabriel Colomé, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Es un resultado muy claro respecto al derecho a decidir pero no tan claro respecto a la independencia”, manifestó el politólogo Fernando Vallespín.
Tampoco parece haber surgido efecto el llamamiento a la comunidad internacional. El primer ministro británico David Cameron, que permitió un referéndum en Escocia, opinó que los referendos “deben hacerse a través de los marcos legales y constitucionales adecuados”.
Por otra parte, en Badalona, la economía centra los temores de los catalanes opuestos a la independencia. Planeta, una importante editorial con 10 mil trabajadores, amenazó con trasladar su sede fuera de Cataluña, si la región se independiza.
El presidente catalán, Artur Mas, buscará ahora un verdadero referéndum sobre la independencia de España que hasta ahora Madrid se ha negado a negociar.
Según los datos del ejecutivo regional, 2.32 millones de personas participaron en la votación, cuya celebración parece haber enquistado todavía más el conflicto entre el Gobierno español y esta región de 7.5 millones de habitantes, donde el sentimiento independentista crece desde hace años. Un 80.76% de los participantes apostaron por la independencia ante el boicot promovido por los partidarios del “no”.
Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), partido al que pertenece Mas, se mostró partidario de impulsar las negociaciones para unas elecciones plebiscitarias después de estimar “altamente improbable” un referéndum pactado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Consideran que Rajoy no debería tardar más de dos semanas en responder a la invitación a negociar un referéndum que le hará el presidente de la Generalitat a través de una carta, en los próximos días. Artur Mas comparecerá hoy para explicar los próximos pasos tras la jornada del domingo, entre los que destaca el envío de la carta.
Los independentistas de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), que apoyan al Gobierno catalán, pidieron unas elecciones anticipadas para formar un parlamento constituyente.
Sin embargo, el gobernante Partido Popular (PP) sostiene que el proceso participativo “carece de validez, no tiene fiabilidad” y el respaldo estuvo “muy por debajo” de lo que algunos pretendían, afirmó su secretaria general, María Dolores de Cospedal.
La convocatoria de una consulta sobre la independencia de Cataluña fue una promesa de la coalición nacionalista de centroderecha CiU, que gobierna la región, en elecciones regionales de 2012.
Durante su visita a México, el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria, dijo que el proceso participativo del domingo es “una apariencia de consulta” que no tendrá ningún tipo de efecto ni jurídico ni político.
Con información de EFE/AFP
¿Victoria o derrota?
Más allá del éxito de la movilización catalana, los resultados de la consulta no son concluyentes, con 1.86 millones de votos por la secesión, una tercera parte del censo electoral oficial.
“Esto quiere decir que en un hipotético referéndum de verdad tienen un problema, porque automáticamente se movilizarían los partidarios del no” que boicotearon la votación del domingo, opinó Gabriel Colomé, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Es un resultado muy claro respecto al derecho a decidir pero no tan claro respecto a la independencia”, manifestó el politólogo Fernando Vallespín.
Tampoco parece haber surgido efecto el llamamiento a la comunidad internacional. El primer ministro británico David Cameron, que permitió un referéndum en Escocia, opinó que los referendos “deben hacerse a través de los marcos legales y constitucionales adecuados”.
Por otra parte, en Badalona, la economía centra los temores de los catalanes opuestos a la independencia. Planeta, una importante editorial con 10 mil trabajadores, amenazó con trasladar su sede fuera de Cataluña, si la región se independiza.