Internacional
Nuevas vidas ya esperan a los 33
Todos los obreros podrían estar fuera del centro médico el fin de semana, según el servicio de Salud de Atacama
COPIAPÓ, CHILE (15/OCT/2010).- Los primeros tres de los 33 mineros que permanecieron sepultados durante más de dos meses regresaron a sus hogares tras pasar la noche del miércoles en el hospital, al día siguiente de su impecable rescate que emocionó al mundo.
El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, indicó que los 33 mineros “evolucionan bien” en el hospital de Copiapó, al norte de Santiago.
Decenas de periodistas aguardaban en el hospital de donde salieron Edison Peña, Carlos Mamani y Juan Illanes en diferentes vehículos y fueron trasladados a sus viviendas en esa ciudad.
Illanes fue el tercer minero en ser rescatado, Mamani el número cuatro y Peña el 12, todos en casi perfectas condiciones de salud, al igual que el resto de sus compañeros.
El presidente Sebastián Piñera visitó a los mineros quienes aparecieron ante las cámaras con un aspecto relajado y portando sus lentes de sol para evitar la luz tras 69 días en la oscuridad del socavón.
Piñera, quien estuvo en la mina durante la totalidad del rescate, propuso que “el 25 de octubre sean recibidos en la casa de todos, con su familia en la Moneda (sede del Gobierno), como se lo merecen”.
El minero de mayor edad, Mario Gómez de 63 años sufre una neumonía aguda, según confirmó uno de los médicos a cargo del rescate, Jean Romagnoli, y reacciona muy bien a los antibióticos que comenzaron a suministrársele tres días antes del rescate.
Montes indicó que Gómez “presenta un cuadro de neumonía en un pulmón previamente dañado” por la silicosis, una enfermedad irreversible, típica de mineros, por una sobreexposición al polvo de la mina, contraída antes del accidente.
Según el médico, a tres mineros se le realizó el miércoles una cirugía dental, con anestesia general, a raíz de una infección, pero todos “evolucionan muy bien”.
Varios mineros declinaron hablar acerca de la hazaña.
Sobre el estado sicológico de los mineros, Montes dijo: “Es una situación que uno no puede prever. Estuvieron sometidos a un estrés importante por dos meses, por tanto las secuelas y los problemas no se ven en el corto plazo”, y los problemas pueden variar de persona a persona.
Tras visitar a estos “33 héroes” de Chile, el mandatario destacó algunas anécdotas que le contaron. “Aplicaron un viejo y sabio principio, el principio de la democracia: cada uno de ellos votaba y se tomaba la decisión por mayoría”.
Listos para salir al mundo, algunos familiares hablan ya de giras al exterior y también de ofertas de editoriales nacionales e internacionales para publicar su gesta.
Algunos medios afirman que a los mineros les ofrecen dinero varios medios de comunicación internacionales y —según explican los familiares— incluso en este aspecto se habrían organizado para crear una fundación y compartir las ganancias.
De vivir en un espacio encerrado y oscuro los mineros ahora enfrentan los flashes.
Han recibido regalos, promesas e invitaciones —desde cruceros por Grecia hasta partidos de futbol— una situación que preocupa a los sicólogos que temen que no puedan manejar adecuadamente la cantidad de estímulos.
Análisis
Alegría amarga en la pantalla chica
Laura de las Heras
SANTIAGO.- La televisión logró transmitir momentos emocionantes, raros, irreales, por lo rápido que pareció el rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José.
Las coberturas televisivas fueron similares, con la pantalla chica dividida entre lo que sucedía en la mina y las reacciones de los familiares. Los reporteros casi ni hablaban, quizá por la emoción que les ganaba, tensión, o porque la imagen valía más que las palabras.
Cuando llegó el momento del rescate, cada televisora se fue con su propia estrategia. Por ejemplo, CNN y TVN transmitían desde plató (estudio), con una periodista e invitado, comentando las imágenes que se veían y a la vez teniendo un discurso paralelo.
En TVN el invitado era el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien narraba estos dos meses de operación y temas que salen a debate como la inseguridad laboral, el futuro de los mineros, los costos del rescate, etcétera.
En los estudios de CNN contaban con un experto en salud que evaluaba las condiciones en que iban saliendo los trabajadores y las particularidades de cada uno. Esta cadena es un medio de prestigio en Chile, pero al ser de cable, no tiene el impacto social de los canales abiertos.
Canal 13 puso el tono emotivo, casi sensacionalista. Puso música melodiosa cada vez que salía un minero, intentando por todos los medios conseguir declaraciones de familiares (la lagrimita).
Pese al episodio histórico, las coberturas televisivas no se destacaron precisamente por ser originales. En cambio, sí hubo profundidad al abordar el tema; hay que recordar que las cadenas realizaron dos meses de cobertura con los mismos reporteros, que se convirtieron en “expertos” en el tema.
Sí hubo diferencias notables en la cobertura por internet. La diferencia tecnológica que exhibió la página web de “La Tercera” con respecto al gran referente internacional del periodismo chileno, “El Mercurio”, fue sencillamente abismal.
La televisión logró transmitir momentos emocionantes, raros, irreales.
Reflejó la emoción contenida de la gente que ha vivido un año terriblemente difícil y cargado de tensiones: con un cambio hacia un Gobierno de derechas con todo lo que implica; con un terremoto devastador; con la emotiva celebración del Bicentenario y ahora con esta alegría amarga, que devela la inseguridad y precariedad laboral que aún se vive en este país.
Laura de las Heras/ periodista española residente en Chile.
El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, indicó que los 33 mineros “evolucionan bien” en el hospital de Copiapó, al norte de Santiago.
Decenas de periodistas aguardaban en el hospital de donde salieron Edison Peña, Carlos Mamani y Juan Illanes en diferentes vehículos y fueron trasladados a sus viviendas en esa ciudad.
Illanes fue el tercer minero en ser rescatado, Mamani el número cuatro y Peña el 12, todos en casi perfectas condiciones de salud, al igual que el resto de sus compañeros.
El presidente Sebastián Piñera visitó a los mineros quienes aparecieron ante las cámaras con un aspecto relajado y portando sus lentes de sol para evitar la luz tras 69 días en la oscuridad del socavón.
Piñera, quien estuvo en la mina durante la totalidad del rescate, propuso que “el 25 de octubre sean recibidos en la casa de todos, con su familia en la Moneda (sede del Gobierno), como se lo merecen”.
El minero de mayor edad, Mario Gómez de 63 años sufre una neumonía aguda, según confirmó uno de los médicos a cargo del rescate, Jean Romagnoli, y reacciona muy bien a los antibióticos que comenzaron a suministrársele tres días antes del rescate.
Montes indicó que Gómez “presenta un cuadro de neumonía en un pulmón previamente dañado” por la silicosis, una enfermedad irreversible, típica de mineros, por una sobreexposición al polvo de la mina, contraída antes del accidente.
Según el médico, a tres mineros se le realizó el miércoles una cirugía dental, con anestesia general, a raíz de una infección, pero todos “evolucionan muy bien”.
Varios mineros declinaron hablar acerca de la hazaña.
Sobre el estado sicológico de los mineros, Montes dijo: “Es una situación que uno no puede prever. Estuvieron sometidos a un estrés importante por dos meses, por tanto las secuelas y los problemas no se ven en el corto plazo”, y los problemas pueden variar de persona a persona.
Tras visitar a estos “33 héroes” de Chile, el mandatario destacó algunas anécdotas que le contaron. “Aplicaron un viejo y sabio principio, el principio de la democracia: cada uno de ellos votaba y se tomaba la decisión por mayoría”.
Listos para salir al mundo, algunos familiares hablan ya de giras al exterior y también de ofertas de editoriales nacionales e internacionales para publicar su gesta.
Algunos medios afirman que a los mineros les ofrecen dinero varios medios de comunicación internacionales y —según explican los familiares— incluso en este aspecto se habrían organizado para crear una fundación y compartir las ganancias.
De vivir en un espacio encerrado y oscuro los mineros ahora enfrentan los flashes.
Han recibido regalos, promesas e invitaciones —desde cruceros por Grecia hasta partidos de futbol— una situación que preocupa a los sicólogos que temen que no puedan manejar adecuadamente la cantidad de estímulos.
Análisis
Alegría amarga en la pantalla chica
Laura de las Heras
SANTIAGO.- La televisión logró transmitir momentos emocionantes, raros, irreales, por lo rápido que pareció el rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José.
Las coberturas televisivas fueron similares, con la pantalla chica dividida entre lo que sucedía en la mina y las reacciones de los familiares. Los reporteros casi ni hablaban, quizá por la emoción que les ganaba, tensión, o porque la imagen valía más que las palabras.
Cuando llegó el momento del rescate, cada televisora se fue con su propia estrategia. Por ejemplo, CNN y TVN transmitían desde plató (estudio), con una periodista e invitado, comentando las imágenes que se veían y a la vez teniendo un discurso paralelo.
En TVN el invitado era el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien narraba estos dos meses de operación y temas que salen a debate como la inseguridad laboral, el futuro de los mineros, los costos del rescate, etcétera.
En los estudios de CNN contaban con un experto en salud que evaluaba las condiciones en que iban saliendo los trabajadores y las particularidades de cada uno. Esta cadena es un medio de prestigio en Chile, pero al ser de cable, no tiene el impacto social de los canales abiertos.
Canal 13 puso el tono emotivo, casi sensacionalista. Puso música melodiosa cada vez que salía un minero, intentando por todos los medios conseguir declaraciones de familiares (la lagrimita).
Pese al episodio histórico, las coberturas televisivas no se destacaron precisamente por ser originales. En cambio, sí hubo profundidad al abordar el tema; hay que recordar que las cadenas realizaron dos meses de cobertura con los mismos reporteros, que se convirtieron en “expertos” en el tema.
Sí hubo diferencias notables en la cobertura por internet. La diferencia tecnológica que exhibió la página web de “La Tercera” con respecto al gran referente internacional del periodismo chileno, “El Mercurio”, fue sencillamente abismal.
La televisión logró transmitir momentos emocionantes, raros, irreales.
Reflejó la emoción contenida de la gente que ha vivido un año terriblemente difícil y cargado de tensiones: con un cambio hacia un Gobierno de derechas con todo lo que implica; con un terremoto devastador; con la emotiva celebración del Bicentenario y ahora con esta alegría amarga, que devela la inseguridad y precariedad laboral que aún se vive en este país.
Laura de las Heras/ periodista española residente en Chile.