Internacional

Minero '22' afirma que la tragedia no lo convirtió en millonario

Samuel Avalos descarta opinión púlbica de que las víctimas ya no tendrían que trabajar más

SANTIAGO, CHILE (13/OCT/2011).- Samuel Avalos es uno de los '33 mineros de Atacama', en particular el '22', de acuerdo al orden establecido por las autoridades chilenas, y es enfático en descartar en declaraciones aque la tragedia lo haya convertido en un nuevo millonario.

Unos días antes del mítico rescate, el 13 de octubre de 2010, comenzó a circular el rumor en la opinión pública que los mineros 'ya no tendrán que trabajar más' porque se convertirían en millonarios y tendrían una vida acomodada gracias a la tragedia.

De acuerdo al mito, cada uno de los 33 recibiría altas cifras de dinero gracias a entrevistas exclusivas, paseos por el mundo, donaciones anónimas de empresarios y derechos por libros y películas con la historia de su encierro a 700 metros de profundidad.

Si bien han visitado varios países con todos los gastos pagados, recibieron 10 mil dólares y una motocicleta de un empresario y percibirán regalías por una película, la situación económica de los mineros no mejoró tras el accidente y la mayoría está sin trabajo.

Avalos aseveró que 'yo no soy millonario ni mis compañeros tampoco', tras lo cual reveló que en las últimas semanas envió varios currículos a empresas para obtener un nuevo puesto de trabajo, el cual le ha sido esquivo hasta ahora.

'Es mentira lo que se dice que estamos llenos de plata, que somos millonarios... yo sigo siendo el mismo minero de siempre, una persona común y corriente que incluso está cesante y a la espera de un trabajo', comentó el denominado 'minero 22'.

No es fácil para Avalos hablar de su historia. Los recuerdos de esos 69 días encerrado bajo tierra están presentes a cada minuto 'y para toda la vida. Nunca voy a olvidar lo que sucedió, nunca voy a dejar de pensar en esto, por más que trate de olvidar, es imposible'.

'Estuvimos 69 días sin contacto con la realidad y hasta antes que nos encontraran (17 días después del derrumbe del 5 de agosto) tuvimos que compartir entre todos la miseria de comida que había', comentó Avalos, quien llevaba cinco meses trabajando en San José.

Apuntó que 'a veces uno en la casa bota la comida porque sobró, porque no le gustó a los niños, en fin, y nosotros al interior de la mina prácticamente no teníamos para comer, entonces hay muchas enseñanzas y un legado que rescatar'.

Recordó que 'después que comenzó el rescate, una vez que nos encontraron, vivimos días de mucha ansiedad... y la ansiedad te come, es tremenda, hay una incertidumbre tremenda, pero ver la luz del día después de 69 días en la oscuridad es maravilloso'.

Avalos dijo sobre el rescate en la cápsula Fénix, la cual bajó a 700 metros de profundidad por un estrecho sondaje, que 'cuando llegó el rescatista lo primero que dijimos fue ‘es un astronauta’, porque siempre intentamos mantener el humor para superar el encierro'.

Acotó que tras abordar la cápsula metálica y emprender el regreso a la superficie 'pensé en todo lo que había vivido y comencé a valorar lo cotidiano, como por ejemplo ver el cielo, los árboles o ver llover, si ahora hasta los días nublados son bonitos'.

'Hasta ahora me emociona la cantidad de gente que se involucró en nuestro rescate, si en algún minuto hasta se detuvo al planeta entero por nuestra causa, y nunca me olvido, todos los días, de dar gracias a Dios por esta nueva oportunidad de vida', subrayó.

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