Internacional
La ONU aprueba principios de reestructuración de deuda soberana
El documento destaca que un Estado tiene derecho a elaborar sus políticas macroeconómicas, incluida la reestructuración de su deuda
NACIONES UNIDAS (10/SEP/2015).- La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy una resolución en que delinea "principios básicos" para que los Estados pueden reestructurar su deuda soberana en procesos de negociación con acreedores internacionales.
El documento fue aprobado con 136 votos a favor, seis en contra y 41 abstenciones. Los votos en contra fueron de Estados Unidos, Alemania, Japón, Israel, Reino Unido y Canadá.
Pese a que la resolución, al igual que todos aquellos documentos aprobados por la Asamblea General, no es legalmente vinculante, el texto delinea principios que sí tienen poder político y valor diplomático.
El documento fue impulsado por Argentina, por lo que su aprobación representó un espaldarazo de la comunidad internacional en su batalla contra los llamados fondos ''buitre'', que se han negado a participar en procesos de reestructuración de deuda propuestos por ese país.
El texto destacó que "un Estado soberano tiene derecho, en el ejercicio de su facultad discrecional, a elaborar sus políticas macroeconómicas, incluida la reestructuración de su deuda soberana, derecho que no debe verse frustrado ni obstaculizado por medidas abusivas".
Apuntó además que, tanto el deudor soberano como todos sus acreedores, deben "actuar de buena fe", lo que implica que participen de manera constructiva en las negociaciones para reestructurar una deuda soberana.
El documento resaltó que las reestructuraciones deben promover "el crecimiento económico sostenido e inclusivo y el desarrollo sostenible, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos".
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, expresó en su intervención que el documento es un intento de promover la "estabilidad económica, la paz social y el desarrollo".
"Hoy, la deuda es una causa de violencia, de desigualdad y de situaciones por las que los poderosos se aprovechan de los países menos desarrollados en busca de fondos", sostuvo el canciller.
El documento fue aprobado con 136 votos a favor, seis en contra y 41 abstenciones. Los votos en contra fueron de Estados Unidos, Alemania, Japón, Israel, Reino Unido y Canadá.
Pese a que la resolución, al igual que todos aquellos documentos aprobados por la Asamblea General, no es legalmente vinculante, el texto delinea principios que sí tienen poder político y valor diplomático.
El documento fue impulsado por Argentina, por lo que su aprobación representó un espaldarazo de la comunidad internacional en su batalla contra los llamados fondos ''buitre'', que se han negado a participar en procesos de reestructuración de deuda propuestos por ese país.
El texto destacó que "un Estado soberano tiene derecho, en el ejercicio de su facultad discrecional, a elaborar sus políticas macroeconómicas, incluida la reestructuración de su deuda soberana, derecho que no debe verse frustrado ni obstaculizado por medidas abusivas".
Apuntó además que, tanto el deudor soberano como todos sus acreedores, deben "actuar de buena fe", lo que implica que participen de manera constructiva en las negociaciones para reestructurar una deuda soberana.
El documento resaltó que las reestructuraciones deben promover "el crecimiento económico sostenido e inclusivo y el desarrollo sostenible, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos".
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, expresó en su intervención que el documento es un intento de promover la "estabilidad económica, la paz social y el desarrollo".
"Hoy, la deuda es una causa de violencia, de desigualdad y de situaciones por las que los poderosos se aprovechan de los países menos desarrollados en busca de fondos", sostuvo el canciller.