Internacional

John Kerry realiza visita sorpresa a Afganistán

El secretario de Estado estadounidense intenta atenuar las tensiones entre ambos países, que intentan sellar una alianza estratégica a largo plazo

KABUL, AFGANISTÁN (25/MAR/2013).- El ejército estadounidense anunció este lunes  haber transferido integralmente el control y la responsabilidad de la  controvertida cárcel de Bagram, en Afganistán, a las autoridades locales,  después de dos meses de negociación.

Unas horas después, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry,  llegó a Kabul en una visita sorpresa a Afganistán, para intentar atenuar las  tensiones entre ambos países, que intentan sellar una alianza estratégica a  largo plazo.

La transferencia de la cárcel de Bagram, llamada "el Guantánamo afgano", es  la primera etapa en el intento de apaciguar las relaciones entre Estados Unidos  y Afganistán.

Esta cárcel, ubicada a unos cincuenta kilómetros al norte de la capital  (Kabul), fue objeto de difíciles negociaciones entre Kabul y Washington, ante  los temores de Estados Unidos de que de ciertos detenidos talibanes fueran  liberados una vez que el establecimiento estuviera bajo el control de  Afganistán.

Sin embargo, unos 26 prisioneros fueron liberados este lunes, según  declaraciones del general afgano Ghulam Farouq Barakzai, a cargo de Bagram.

Por su parte, las autoridades afganas reclamaban el control del  establecimiento, denunciando una violación de su soberanía nacional.

La transferencia, que "ya ha sido completada", según un comunicado del  ejército estadounidense, representa "una parte importante del proceso global de  transición de la seguridad hacia las fuerzas afganas", sostuvo el general  estadounidense Joseph Dunford, comandante de las fuerzas de EU y de la OTAN  en Afganistán.

La ceremonia de transferencia, que tuvo lugar el lunes por la mañana en  Bagram, "revela un Afganistán cada vez más confiado, capaz y soberano", añadió.

La transferencia completa de Bagram, prevista inicialmente el 9 de marzo,  fue postergada a último momento después de declaraciones del presidente Hamid  Karzai, según el cual aparentemente había "inocentes" entre los prisioneros  bajo control norteamericano, y que ellos serían puestos en libertad en cuanto  estuvieran bajo control afgano.

A principios de septiembre, tres mil prisioneros, entre ellos presuntos  miembros de los talibanes y de Al-Qaida, habían sido entregados a las  autoridades afganas. Pero los detenidos extranjeros y los afganos capturados  por las fuerzas de la OTAN, durante incursiones de las fuerzas especiales,  permanecieron bajo la custodia de Estados Unidos.

En caso de ser liberados, algunos de esos detenidos representarían  "amenazas reales", advirtió el general Dunford.

Tras once años de presencia en Afganistán, la fuerza internacional dirigida  por Estados Unidos se retira progresivamente del país, transfiriendo el control  del país y de las instituciones de seguridad a las fuerzas afganas.

A pesar de la presencia de más de 130.000 soldados extranjeros, las tropas  internacionales, que vinieron en refuerzo a más de 330 mil soldados y policías  afganos, no lograron someter a la rebelión liderada por los talibanes.

Los insurgentes, aunque menos numerosos, siguen causando fuertes bajas a  las fuerzas extranjeras y sobre todo afganas. Muchos afganos temen nuevos  conflictos en el país, azotado por casi 35 años de guerras, una vez que las  tropas extranjeras completen su retiro a finales de 2014.

En el ámbito diplomático, Kerry tiene previsto reunirse con el presidente  afgano, Hamid Karzai, en medio de la tensión generada por las críticas vertidas  por este último contra la presencia militar estadounidense en el país.

Un integrante de la delegación dijo a la prensa que Kerry "dejará claro que  Estados Unido tendrá un compromiso duradero con Afganistán, que irá más allá de  la transición, y que siempre habrá sobresaltos en el camino".

Los dos países también negocian un pacto estratégico que permita la  presencia de Estados Unidos en el país después del fin de las operaciones de  las fuerzas internacionales, el próximo año, en particular la eventual creación  de una o más bases militares permanentes, un tema sensible en un país  históricamente opuesto a cualquier presencia militar extranjera extendida.

Washington no logró llegar a un acuerdo de este tipo con Irak, al no haber  obtenido por parte del gobierno una garantía de inmunidad para sus soldados. 

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