Internacional
John Kerry prepara en sigilo el reinicio de negociaciones de paz
El secretario de Estado no ha delineado aún un calendario para las conversaciones entre israelíes y palestinos, anunciadas el pasado viernes
WASHINGTON/JERUSALEN (22/JUL/2013).- Gracias a un extremo silencio en torno a sus maratonianos esfuerzos, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, logró convencer a israelíes y palestinos para sentarse en la misma mesa.
Kerry mantiene esa fórmula al preparar las conversaciones que tendrán lugar en Washington, aún sin fecha fija.
Apenas desempacado de su sexto viaje a Oriente Próximo en cuatro meses, el secretario de Estado no ha delineado aún un calendario para las conversaciones entre israelíes y palestinos, anunciadas el pasado viernes en Amán, Jordania.
Si bien Kerry adelantó entonces que las conversaciones preliminares se producirían en Washington “en la próxima semana más o menos”, fuentes oficiales israelíes indicaron que es probable que ese primer encuentro se retrase, debido a la logística que requiere.
También permanecen en secreto los términos que sustentarán el primer intento de reiniciar las negociaciones en tres años, desde que otro esfuerzo de sentar a las dos partes fracasara en 2010.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que las negociaciones con los palestinos no serán “fáciles”.
“Las negociaciones no serán fáciles pero las iniciamos honestamente, sinceramente”, aseguró Netanyahu durante el consejo de ministros semanal. Expresó la esperanza de que las negociaciones se lleven “de manera responsable y seria”.
“Debo decir que al principio, al menos durante las primeras etapas, estas negociaciones deberán llevarse discretamente, lo que reforzará las posibilidades de alcanzar resultados”.
El ministro israelí de Relaciones Internacionales y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, desveló un único punto de esa base para las negociaciones: la liberación por parte de Israel de un número limitado de presos palestinos. Precisamente porque Israel no había anunciado aún esa liberación de prisioneros, y por lo delicado del asunto, fue por lo que Kerry decidió dar apenas detalles muy vagos sobre el acuerdo o su calendario, según dijo al diario New York Times un alto funcionario involucrado en las conversaciones.
Kerry quiere que Israel tome acciones en ese terreno y, si es posible, que Palestina corresponda con alguna medida como el compromiso de postergar su campaña de reconocimiento en organismos internacionales.
El comienzo del proceso enfrenta otro obstáculo: el desacuerdo en torno a si se tomarán como base las fronteras de 1967, una posibilidad que Israel ya ha rechazado de plano, y que se trataba de la principal demanda palestina en el proceso de conversaciones con Kerry como mediador.
Según algunos medios estadounidenses, Kerry está planteándose nombrar un enviado especial que se encargue del día a día en las conversaciones directas y sirva como homólogo de los negociadores israelí, Tzipi Livni, y palestino, Saeb Erekat.
Hasta ahora, Kerry se había mostrado reticente a delegar en un subordinado las negociaciones, a las que ha dedicado incontables reuniones y llamadas telefónicas en los seis meses que lleva en el cargo.
Los enormes esfuerzos del titular de Exteriores para reanudar un proceso han sido bien recibidos por los analistas en Washington, que valoran el inicio del proceso con cautela pero con un tono algo más optimista que en otros intentos.
TELÓN DE FONDO
La carta
“Las conversaciones con John Kerry estaban a punto de frustrarse, y una carta llegó como un salvavidas en el último minuto de las negociaciones”. En la carta, el secretario de Estado norteamericano garantiza que la base de las negociaciones serán las fronteras de Israel previas a 1967, es decir, antes de la Guerra de los Seis Días, cuando capturó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental, afirman funcionarios palestinos.
De acuerdo con los funcionarios, el presidente palestino Mahmud Abbas accedió a la reanudación de conversaciones de paz con Israel sólo después que le entregó esa carta.
Precisamente éste es el tema que los analistas señalan como el obstáculo que podría bloquear las negociaciones, ya que tomar como base las fronteras de 1967 es una posibilidad que Israel rechaza.
El primer ministro Benjamin Netanyahu no puede ceder en este punto, ya que enfrenta una drástica oposición desde su propia coalición mayoritaria con respecto al punto de las fronteras previas a 1967.
Los funcionarios, ambos allegados al líder palestino y al tanto de las conversaciones privadas, dijeron que la misiva de Estados Unidos también estipula que ambas partes se abstendrán de adoptar medidas que puedan poner en riesgo el resultado de las conversaciones. Israel no emitirá nuevas licitaciones para la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, mientras que los palestinos no buscarán acciones diplomáticas contra Israel en ninguna organización internacional, señalaron los funcionarios a condición de mantenerse anónimos por no estar autorizados a hablar con los medios.
De cualquier manera, no hay mucha expectativa en torno al encuentro palestino-israelí. El director del Centro de Estudios de Oriente Medio de Ammán, Yawad Hamad, afirmó que probablemente “el nivel de encuentros entre las dos partes no irá más allá de las conversaciones exploratorias. No creo que haya una discusión profunda”.
Kerry mantiene esa fórmula al preparar las conversaciones que tendrán lugar en Washington, aún sin fecha fija.
Apenas desempacado de su sexto viaje a Oriente Próximo en cuatro meses, el secretario de Estado no ha delineado aún un calendario para las conversaciones entre israelíes y palestinos, anunciadas el pasado viernes en Amán, Jordania.
Si bien Kerry adelantó entonces que las conversaciones preliminares se producirían en Washington “en la próxima semana más o menos”, fuentes oficiales israelíes indicaron que es probable que ese primer encuentro se retrase, debido a la logística que requiere.
También permanecen en secreto los términos que sustentarán el primer intento de reiniciar las negociaciones en tres años, desde que otro esfuerzo de sentar a las dos partes fracasara en 2010.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que las negociaciones con los palestinos no serán “fáciles”.
“Las negociaciones no serán fáciles pero las iniciamos honestamente, sinceramente”, aseguró Netanyahu durante el consejo de ministros semanal. Expresó la esperanza de que las negociaciones se lleven “de manera responsable y seria”.
“Debo decir que al principio, al menos durante las primeras etapas, estas negociaciones deberán llevarse discretamente, lo que reforzará las posibilidades de alcanzar resultados”.
El ministro israelí de Relaciones Internacionales y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, desveló un único punto de esa base para las negociaciones: la liberación por parte de Israel de un número limitado de presos palestinos. Precisamente porque Israel no había anunciado aún esa liberación de prisioneros, y por lo delicado del asunto, fue por lo que Kerry decidió dar apenas detalles muy vagos sobre el acuerdo o su calendario, según dijo al diario New York Times un alto funcionario involucrado en las conversaciones.
Kerry quiere que Israel tome acciones en ese terreno y, si es posible, que Palestina corresponda con alguna medida como el compromiso de postergar su campaña de reconocimiento en organismos internacionales.
El comienzo del proceso enfrenta otro obstáculo: el desacuerdo en torno a si se tomarán como base las fronteras de 1967, una posibilidad que Israel ya ha rechazado de plano, y que se trataba de la principal demanda palestina en el proceso de conversaciones con Kerry como mediador.
Según algunos medios estadounidenses, Kerry está planteándose nombrar un enviado especial que se encargue del día a día en las conversaciones directas y sirva como homólogo de los negociadores israelí, Tzipi Livni, y palestino, Saeb Erekat.
Hasta ahora, Kerry se había mostrado reticente a delegar en un subordinado las negociaciones, a las que ha dedicado incontables reuniones y llamadas telefónicas en los seis meses que lleva en el cargo.
Los enormes esfuerzos del titular de Exteriores para reanudar un proceso han sido bien recibidos por los analistas en Washington, que valoran el inicio del proceso con cautela pero con un tono algo más optimista que en otros intentos.
TELÓN DE FONDO
La carta
“Las conversaciones con John Kerry estaban a punto de frustrarse, y una carta llegó como un salvavidas en el último minuto de las negociaciones”. En la carta, el secretario de Estado norteamericano garantiza que la base de las negociaciones serán las fronteras de Israel previas a 1967, es decir, antes de la Guerra de los Seis Días, cuando capturó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental, afirman funcionarios palestinos.
De acuerdo con los funcionarios, el presidente palestino Mahmud Abbas accedió a la reanudación de conversaciones de paz con Israel sólo después que le entregó esa carta.
Precisamente éste es el tema que los analistas señalan como el obstáculo que podría bloquear las negociaciones, ya que tomar como base las fronteras de 1967 es una posibilidad que Israel rechaza.
El primer ministro Benjamin Netanyahu no puede ceder en este punto, ya que enfrenta una drástica oposición desde su propia coalición mayoritaria con respecto al punto de las fronteras previas a 1967.
Los funcionarios, ambos allegados al líder palestino y al tanto de las conversaciones privadas, dijeron que la misiva de Estados Unidos también estipula que ambas partes se abstendrán de adoptar medidas que puedan poner en riesgo el resultado de las conversaciones. Israel no emitirá nuevas licitaciones para la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, mientras que los palestinos no buscarán acciones diplomáticas contra Israel en ninguna organización internacional, señalaron los funcionarios a condición de mantenerse anónimos por no estar autorizados a hablar con los medios.
De cualquier manera, no hay mucha expectativa en torno al encuentro palestino-israelí. El director del Centro de Estudios de Oriente Medio de Ammán, Yawad Hamad, afirmó que probablemente “el nivel de encuentros entre las dos partes no irá más allá de las conversaciones exploratorias. No creo que haya una discusión profunda”.