Internacional
Influenza AH1N1 no es tan contagiosa como otros virus
Investigación cientÍfica que busca conocer si la enfermedad tiene los mismos efectos en niños y adultos
MILWAUKEE,
WISCONSIN.- Una nueva investigación sugiere que la Influenza A H1N1 no es tan contagiosa como otros virus nuevos que han surgido y causado brotes mundiales en el pasado.
De hecho, si alguien en una casa contrajo este virus, las posibilidades de que contagie a otra persona son aproximadamente de una en ocho, aunque cabe destacar que los niños son dos veces más susceptibles que los adultos, según la investigación.
Se trata de uno de los primeros intentos científicos de relevancia por descubrir qué tanto se disemina la enfermedad en las casas, en comparación con la forma en la que se contagia en las escuelas o en los trabajos y quiénes son más proclives a contraerla.
El estudio fue realizado por epidemiólogos del Colegio Imperial de Londres y de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Los resultados aparecen en el número del jueves de la reconocida publicación médica New England Journal of Medicine.
Desde que el virus de la Influenza A H1N1 fue descubierto en abril, ha infectado a cerca de un sexto de la población de los estadounidenses. Al parecer la segunda ola de contagios ya pasó por su punto más alto, y los expertos en salud no están seguros si habrá una nueva ola.
A las personas con la Gripe A se les recomienda permanecer en casa por lo menos un día después de que desaparece la fiebre para no contagiar a otros, lo que a su vez pone en riesgo a sus familiares. Sin embargo, aún no se sabe quién tiene más vulnerabilidad ante el riesgo de contagio y en qué medida.
Cerca del 60% de los casos de Influenza A H1N1 se ha dado en niños, pero los investigadores se preguntan si realmente ellos tienden a enfermarse más o si sólo se trata de que la gente los lleva al médico y les realiza pruebas con más frecuencia. También se preguntan si tienen más posibilidades de diseminar el virus que los adultos.
Para descubrirlo, los investigadores revisaron los patrones de infección en 216 personas con Influenza tipo A de Estados Unidos, la mitad de ellos eran niños, y también dieron seguimiento a 600 personas que vivían con los menores.
De los 600 familiares que vivían con los infectados, 78 desarrollaron enfermedades respiratorias que los investigadores asumieron como Influenza A H1N1. Pero un 10% tenía síntomas específicos de la influenza.
La cifra es menor que la tasa de ''diseminación'' en pandemias de influenza anteriores como la de 1957 y 1968, en las que de 14 a 20% de los integrantes de las familias que vivían en una misma casa se infectaban. Se conoce menos de la infección de la pandemia de 1918, pero la estructura familiar era muy distinta entonces. En una temporada regular de influenza, el virus se contagia entre 5 y 40% de las personas que viven juntas, según varios estudios.
Casi tres cuartos de las familias en el estudio lograron evitar que la enfermedad se contagiara a otro de sus integrantes.
Pero según el estudio, los niños tienen el doble de susceptibilidad que los adultos de contraer la enfermedad, y aún más si son menores de 4 años, dijo la investigadora Lyn Finelli, jefa de vigilancia de la división de influenza de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos que participó en la investigación.
Los investigadores descubrieron también que a pesar de la creencia popular de que los niños tienden a contagiar las enfermedades más fácil, esto no ocurrió en su grupo y todos los enfermos contagiaban la enfermedad por igual.
De hecho, si alguien en una casa contrajo este virus, las posibilidades de que contagie a otra persona son aproximadamente de una en ocho, aunque cabe destacar que los niños son dos veces más susceptibles que los adultos, según la investigación.
Se trata de uno de los primeros intentos científicos de relevancia por descubrir qué tanto se disemina la enfermedad en las casas, en comparación con la forma en la que se contagia en las escuelas o en los trabajos y quiénes son más proclives a contraerla.
El estudio fue realizado por epidemiólogos del Colegio Imperial de Londres y de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Los resultados aparecen en el número del jueves de la reconocida publicación médica New England Journal of Medicine.
Desde que el virus de la Influenza A H1N1 fue descubierto en abril, ha infectado a cerca de un sexto de la población de los estadounidenses. Al parecer la segunda ola de contagios ya pasó por su punto más alto, y los expertos en salud no están seguros si habrá una nueva ola.
A las personas con la Gripe A se les recomienda permanecer en casa por lo menos un día después de que desaparece la fiebre para no contagiar a otros, lo que a su vez pone en riesgo a sus familiares. Sin embargo, aún no se sabe quién tiene más vulnerabilidad ante el riesgo de contagio y en qué medida.
Cerca del 60% de los casos de Influenza A H1N1 se ha dado en niños, pero los investigadores se preguntan si realmente ellos tienden a enfermarse más o si sólo se trata de que la gente los lleva al médico y les realiza pruebas con más frecuencia. También se preguntan si tienen más posibilidades de diseminar el virus que los adultos.
Para descubrirlo, los investigadores revisaron los patrones de infección en 216 personas con Influenza tipo A de Estados Unidos, la mitad de ellos eran niños, y también dieron seguimiento a 600 personas que vivían con los menores.
De los 600 familiares que vivían con los infectados, 78 desarrollaron enfermedades respiratorias que los investigadores asumieron como Influenza A H1N1. Pero un 10% tenía síntomas específicos de la influenza.
La cifra es menor que la tasa de ''diseminación'' en pandemias de influenza anteriores como la de 1957 y 1968, en las que de 14 a 20% de los integrantes de las familias que vivían en una misma casa se infectaban. Se conoce menos de la infección de la pandemia de 1918, pero la estructura familiar era muy distinta entonces. En una temporada regular de influenza, el virus se contagia entre 5 y 40% de las personas que viven juntas, según varios estudios.
Casi tres cuartos de las familias en el estudio lograron evitar que la enfermedad se contagiara a otro de sus integrantes.
Pero según el estudio, los niños tienen el doble de susceptibilidad que los adultos de contraer la enfermedad, y aún más si son menores de 4 años, dijo la investigadora Lyn Finelli, jefa de vigilancia de la división de influenza de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos que participó en la investigación.
Los investigadores descubrieron también que a pesar de la creencia popular de que los niños tienden a contagiar las enfermedades más fácil, esto no ocurrió en su grupo y todos los enfermos contagiaban la enfermedad por igual.