Internacional

Grecia, en un laberinto político

Las posiciones antagónicas en el Parlamento impiden la formación de un gobierno, lo que podría llevar a nuevas elecciones

ATENAS, GRECIA (09/MAY/2012).- El Parlamento griego está en un laberinto sin salida.

El escenario político en Grecia presenta una creciente inestabilidad ante la dificultad para formar un gobierno, debido a la fragmentación del parlamento resultante de las elecciones celebradas el domingo.

La Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), segunda fuerza política tras los comicios y encargada de formar gobierno después del fracasado intento de los conservadores, entiende que el voto popular es un mensaje político en contra de las medidas de austeridad impuestas a Grecia por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

Esta postura contradice claramente el acuerdo signado por la anterior coalición gubernamental de socialistas y conservadores, encabezada por el tecnócrata Lukas Papademos, que veía la segunda inyección de 160 mil millones de euros como el ancla de salvación para satisfacer los pagos de una buena parte de la deuda soberana del 170 % del PIB a principios de año.

Ante la falta de liquidez a partir del verano, cada vez se escuchan más voces en los foros financieros sobre una posible salida de Grecia de la Zona Euro, pese a los desmentidos más o menos convincentes que salen de Bruselas.

De los 270 mil millones de euros de la deuda helena, 73% está controlado por la troika, según fuentes la oficina gestora de deuda griega, lo que da una magnitud de la pérdida de soberanía del país mediterráneo.

El llamamiento de ayer del líder de Syriza, Alexis Tsipras, a los miembros de la anterior coalición de Gobierno, los socialistas del PASOK y los conservadores de Nueva Democracia, para que se unan al boicot contra el plan de rescate financiero a Grecia, aumenta la preocupación y la incertidumbre en medios comunitarios y entre los inversores institucionales.

Estos dos socios (PASOK y Nueva Democracia) no lograron el domingo formar gobierno por falta de una mayoría absoluta y han quedado fuera de la escena política, por el momento, a la espera de que Tsipras concluya el jueves la ronda de contactos exploratorios sobre un nuevo ejecutivo.

Para más enjundia, Tsipras pidió a los jefes del PASOK, Evangelos Venizelos, y de Nueva Democracia, Andonis Samarás, que se desdigan ante la Comisión Europea (CE) del plan de rescate al que se comprometieron por escrito.

Pero el camino de Tsipras hacia un gobierno será cuanto menos rocoso, sino imposible. La izquierda griega está tradicionalmente dividida y la crítica situación política actual no es una excepción, si bien se habla de crear un gobierno de salvación nacional, inédito en tiempos modernos.

De entrada, la dirigente de los comunistas del KKE, Aleka Papariga, ya descartó una alianza con Syriza, encabezada por Tsipras.

De fracasar Tsipras en sus esfuerzos de formar gobierno, la versión de un ejecutivo minoritario podría cobrar fuerza para evitar, en el peor de los casos, tener que convocar nuevos comicios legislativos a un electorado exhausto por los constantes tejemanejes en la cúpula del poder griego.

En cualquier caso, las miradas de los dirigentes comunitarios estarán puestas en los próximos días en los vaivenes del poder en la capital helena, de cuya conducta depende no sólo la solvencia del país, sino su permanencia en la Eurozona, un aspecto que levanta cada vez más dudas, a juzgar por los comentarios de analistas financieros.

FRASES

"
Si no se forma un gobierno de salvación nacional en los próximos días, serán inevitables unas nuevas elecciones "

"
El país se dirige a gran velocidad hacia la catástrofe "

Señala el diario griego Kathimerini en un editorial.

Comparaciones
Por la banda izquierda


Para explicar la progresión de la coalición de izquierdas Syriza, Alexis Tsipras suele echar mano de un símil futbolístico: “Somos como el Barça, jugamos con fantasía”.

A Aleka Papariga, líder del comunista KKE, que el lunes rechazó pactar con Syriza, la compara con equipos alemanes: “Es como el futbol del Bayern: patadón, defensa y orden. Cero fantasía”.

La izquierda pone condiciones insalvables para pactar
Alexis Tsipras trabaja con las horas contadas


ATENAS, GRECIA.- En una Torre de Babel se convierte la Plaza Sintagma, sede del Parlamento Helénico.

Grecia se hundió en una crisis más aguda cuando el líder del partido conservador Nueva Democracia dijo que el candidato a primer ministro de izquierda, Alexis Tsipras, llevaría al país fuera de la Zona Euro con su propuesta de rechazar un rescate internacional.

El líder del partido conservador, Andonis Samarás, indicó en un comunicado televisado que Tsipras le solicitaba “la destrucción de Grecia” a imponer el rechazo de un rescate de la Comisión Europea-Fondo Monetario Internacional como condición para un Gobierno de coalición.

“Él me está pidiendo que firme la destrucción de Grecia. No haré esto”, indicó Samarás, cuyo partido logró la mayoría tras las elecciones de domingo, pero fue abandonado por varios votantes afectados por las restricciones económicas impuestas por el rescate que salvó a Grecia de la bancarrota en los recientes dos años.

Cabe recordar que la troika formada por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo ha dado, a regañadientes, dos rescates al Gobierno griego. El primero fue en mayo de 2010 por un monto de 110 mil millones de euros y el segundo en julio de 2011 por la cantidad de 160 mil millones de euros, con varias condicionantes, entre ellas los ajustes que impactan en los bolsillos de los helenos, que sienten el agobio de las exigencias externas que afectan su soberanía nacional.

Ayer, en un nuevo intento por dar solución al caos político, Samarás indicó que apoyaría un Gobierno de minoría, pero no bajo esas condiciones, indicando que el líder de la coalición de izquierda Alexis Tsipras tenía muy pocas chances de formar un gobierno, volviendo cada vez más posible la opción de repetir elecciones.

Tsipras, de 37 años y quien fue segundo en las elecciones, comenzó sus esfuerzos de formar un nuevo gobierno ayer, luego de recibir el mandato del presidente, renunciando al rescate y amenazando con nacionalizar bancos. “El veredicto claramente interpreta que el acuerdo de rescate es inválido”, dijo a periodistas el líder político más joven de Grecia.

Tsipras tuvo la posibilidad de formar el primer Gobierno de izquierda en la historia moderna del país luego de que Nueva Democracia, con el conservador Andonis Samarás, abandonara la tarea el lunes al considerarla imposible.

Funcionarios de la UE rechazaron cualquier violación al rescate.

La derecha también empuja 
Los neonazis irrumpen con fuerza

ATENAS, GRECIA.-
La guardia pretoriana que acompaña a Nikos Mijaloliakos, líder del neonazi Aurora Dorada, metió el domingo el primer susto en el cuerpo a un grupo de periodistas que aguardaba al jefe en la sede. “Todos en pie”, ordenaron los esbirros a la entrada de éste; los informadores que no lo hicieron, fueron invitados a salir del local. El pasado militar de Mijaloliakos, de 55 años, imprime carácter.

La sede de Aurora Dorada parecía el sábado —víspera de elecciones parlamentarias— una convención de hooligans. Mocetones vestidos de negro, con botas militares y cascos relucientes; tatuajes que casi no abarcan los correspondientes bíceps; caras de malas pulgas, anabolizantes: el retrato robot del perfecto militante. Nada de paridades, y eso que los muchachos se cuadran ante Urania Mijaloliakos, hija del líder y responsable de las nuevas generaciones “y de la sección femenina” del partido. “Sí, claro que hay mujeres en el movimiento, 30% más o menos. Tenemos militantes de 16 a 86 años; madres, hijas, familias enteras”.

No pudo presentarse a los comicios por tener 24 años (los candidatos deben haber cumplido los 25), pero se sabe la cartilla como si la trajera en las venas: “No somos neonazis, porque no somos alemanes. Ni fascistas, porque no somos italianos ni creemos en el Estado. Somos griegos nacionalistas”.

Mijaloliakos despliega el programa electoral del partido: “Grecia para los griegos; fuera extranjeros”. ¿Todos? “No tenemos problemas con los legales, pero son un porcentaje muy pequeño. A los indocumentados hay que echarlos a todos. Algunos barrios en el centro de Atenas están llenos de extranjeros, y debemos ayudar a nuestros compatriotas. Desde que empezó 2012, 14 griegos han muerto a manos de inmigrantes”.

El partido tiene claro cómo solucionar el problema de la inmigración: “Hay que proteger las fronteras, y proponemos poner minas a lo largo de las mismas. No para matarlos, sino para impedir que entren en el país. Eso, y la vigilancia del Ejército, blindará Grecia. Mientras haya un solo griego en paro, no nos dan ninguna pena los extranjeros”

El País

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