Internacional
Gran Bretaña critica a China, por ejecución
Bejing respondió diciendo que las críticas británicas eran una interferencia sin fundamento
URUMQI, CHINA.- El Gobierno de China ejecutó ayer al británico Akmal Shaikh, de 53 años, capturado en contrabando de heroína, provocando una protesta de Gran Bretaña sobre lo que llamó la falta de cualquier evaluación de salud mental.
Bejing respondió diciendo que las críticas británicas eran una interferencia sin fundamento en su soberanía judicial.
Los familiares de Shaikh y el Gobierno británico, habían pedido clemencia, indicando que el ex empresario padecía un trastorno bipolar, o depresión maníaca.
El Tribunal Supremo de China rechazó la apelación, diciendo que no había suficientes evidencias sobre enfermedad mental.
Shaik fue el primer ciudadano europeo ejecutado en China desde 1951, informaron grupos occidentales de derechos humanos.
El primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, condenó la ejecución, efectuada en Urumqi, en la occidental región de Xinjiang, diciendo que estaba “espantado y decepcionado de que nuestras persistentes peticiones de clemencia no hayan sido concedidas”.
El ministro de la Oficina de Relaciones Exteriores británico, Ivan Lewis, citó al embajador de China en Londres, Fu Ying, para protestar sobre la ejecución.
Bejing respondió diciendo que las críticas británicas eran una interferencia sin fundamento en su soberanía judicial.
Los familiares de Shaikh y el Gobierno británico, habían pedido clemencia, indicando que el ex empresario padecía un trastorno bipolar, o depresión maníaca.
El Tribunal Supremo de China rechazó la apelación, diciendo que no había suficientes evidencias sobre enfermedad mental.
Shaik fue el primer ciudadano europeo ejecutado en China desde 1951, informaron grupos occidentales de derechos humanos.
El primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, condenó la ejecución, efectuada en Urumqi, en la occidental región de Xinjiang, diciendo que estaba “espantado y decepcionado de que nuestras persistentes peticiones de clemencia no hayan sido concedidas”.
El ministro de la Oficina de Relaciones Exteriores británico, Ivan Lewis, citó al embajador de China en Londres, Fu Ying, para protestar sobre la ejecución.