Internacional
Francia corta el brazo militar del grupo ETA
Mikel Karrera Sarobe fue detenido en Bayona junto a su ‘‘número dos’’
BURDEOS, FRANCIA.- El jefe del aparato militar de ETA, Mikel Karrera Sarobe, y su “número dos”, Arkaitz Aguirregabiria, sospechoso de participar en el tiroteo que en marzo costó la vida a un policía francés en las afueras de París, fueron detenidos en Bayona.
El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó en Madrid que Mikel Karrera era el “máximo dirigente de ETA” y la persona “más buscada” por la Policía española.
Los servicios de seguridad españoles “entienden que se trata del máximo dirigente de ETA en la actualidad, el responsable de su aparato militar, el que ordena los comandos de ETA”.
Otras dos personas, un hombre y una mujer franceses, identificados como Benoit Aramendi y Laetitia Chevalier, según el Ministerio español del Interior, fueron detenidas en las cercanías con relación al “mismo caso”.
En dos años, siete altos dirigentes del grupo armado —cinco jefes militares y dos dirigentes políticos— cayeron en manos de la Policía en una sucesión desenfrenada.
Algo jamás visto en la historia de esta organización, considerada la responsable de 829 muertes en más de 40 años de campaña de asesinatos y atentados para forzar al Gobierno español a ceder sobre la independencia del País Vasco.
La incapacidad de ETA de renovar de manera duradera su dirección está cargada de consecuencias, tanto en el plan operativo como el político, según especialistas. Por lo pronto ha perdido gran capacidad de movimiento: ETA no cometió ningún atentado en España desde agosto de 2009.
El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó en Madrid que Mikel Karrera era el “máximo dirigente de ETA” y la persona “más buscada” por la Policía española.
Los servicios de seguridad españoles “entienden que se trata del máximo dirigente de ETA en la actualidad, el responsable de su aparato militar, el que ordena los comandos de ETA”.
Otras dos personas, un hombre y una mujer franceses, identificados como Benoit Aramendi y Laetitia Chevalier, según el Ministerio español del Interior, fueron detenidas en las cercanías con relación al “mismo caso”.
En dos años, siete altos dirigentes del grupo armado —cinco jefes militares y dos dirigentes políticos— cayeron en manos de la Policía en una sucesión desenfrenada.
Algo jamás visto en la historia de esta organización, considerada la responsable de 829 muertes en más de 40 años de campaña de asesinatos y atentados para forzar al Gobierno español a ceder sobre la independencia del País Vasco.
La incapacidad de ETA de renovar de manera duradera su dirección está cargada de consecuencias, tanto en el plan operativo como el político, según especialistas. Por lo pronto ha perdido gran capacidad de movimiento: ETA no cometió ningún atentado en España desde agosto de 2009.