Internacional
El Ejército jura lealtad al nuevo presidente marfileño
Militares que combatieron a favor de Laurent Gbagbo reconocen al mandatario electo, Alassane Outtara, como gobernante
ABIYÁN, COSTA DE MARFIL (13/ABR/2011).- Varios jefes militares que combatieron por el ex líder de Costa de Marfil Laurent Gbagbo juraron lealtad al presidente electo Alassane Ouattara, aumentando las posibilidades de que termine el conflicto.
El lunes pasado las fuerzas de Outtara y las francesas rodearon a Gbabo y con ello se puso fin a cuatro meses de una lucha por el poder que había degenerado en una guerra abierta.
Pero Ouattara, reconocido a nivel internacional como presidente de la nación, enfrenta ahora la enorme tarea de reunir a un país dividido.
En un impulso a su legitimidad, Ouattara ha logrado el apoyo de Philippe Mangou, el ex máximo jefe militar de su rival.
El canal de televisión TCI señaló que Mangou, al igual que todos los generales de las fuerzas de Tierra, Aire y Marina, habían jurado lealtad al presidente.
El apoyo militar es crucial para Ouattara, que según los resultados certificados por la ONU ganó las elecciones presidenciales de noviembre, y que finalmente empieza a asumir el cargo tras la salida del ex presidente.
“Pido a mis compatriotas que se abstengan de toda forma de represalia y violencia”, dijo Ouattara en un discurso transmitido por TCI, y agregó que el país “ha pasado una página dolorosa en su historia”.
Ouattara informó que Gbagbo, su esposa y colaboradores enfrentan un arresto domiciliario y enfrentarán a la justicia. Pero también prometió una Comisión de Reconciliación y Verdad para arrojar luz sobre todos los delitos y abusos de derechos humanos.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió a Ouattara la formación de un Gobierno de unidad nacional para ayudar a conciliar las divisiones del país.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a Outtara por su asención al poder y le ofreció el apoyo de su país, para reactivar la economía, restablecer la seguridad y poner en marcha una reforma a las Fuerzas Armadas y policiales.
Saldo de los choques
536 personas murieron por los enfrentamientos sólo desde marzo hasta el final del asalto, el lunes, de acuerdo con Naciones Unidas. En total fallecieron al menos mil personas.
El lunes pasado las fuerzas de Outtara y las francesas rodearon a Gbabo y con ello se puso fin a cuatro meses de una lucha por el poder que había degenerado en una guerra abierta.
Pero Ouattara, reconocido a nivel internacional como presidente de la nación, enfrenta ahora la enorme tarea de reunir a un país dividido.
En un impulso a su legitimidad, Ouattara ha logrado el apoyo de Philippe Mangou, el ex máximo jefe militar de su rival.
El canal de televisión TCI señaló que Mangou, al igual que todos los generales de las fuerzas de Tierra, Aire y Marina, habían jurado lealtad al presidente.
El apoyo militar es crucial para Ouattara, que según los resultados certificados por la ONU ganó las elecciones presidenciales de noviembre, y que finalmente empieza a asumir el cargo tras la salida del ex presidente.
“Pido a mis compatriotas que se abstengan de toda forma de represalia y violencia”, dijo Ouattara en un discurso transmitido por TCI, y agregó que el país “ha pasado una página dolorosa en su historia”.
Ouattara informó que Gbagbo, su esposa y colaboradores enfrentan un arresto domiciliario y enfrentarán a la justicia. Pero también prometió una Comisión de Reconciliación y Verdad para arrojar luz sobre todos los delitos y abusos de derechos humanos.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió a Ouattara la formación de un Gobierno de unidad nacional para ayudar a conciliar las divisiones del país.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a Outtara por su asención al poder y le ofreció el apoyo de su país, para reactivar la economía, restablecer la seguridad y poner en marcha una reforma a las Fuerzas Armadas y policiales.
Saldo de los choques
536 personas murieron por los enfrentamientos sólo desde marzo hasta el final del asalto, el lunes, de acuerdo con Naciones Unidas. En total fallecieron al menos mil personas.