Internacional
Cubanos desfilan en apoyo a reforma económica de Castro
Raúl Castro busca salvar el agotado modelo socialista vigente desde hace medio siglo, y dejar atrás el ultracentralizado soviético que tiene a Cuba en severa crisis
LA HABANA, CUBA (01/MAY/2011).- Cientos de miles de cubanos, incluidos nuevos trabajadores privados, desfilaron este domingo primero de Mayo convocados para apoyar la reforma económica del presidente Raúl Castro, quien encabezó la celebración del Día del Trabajador desde la oriental Santiago de Cuba.
Vestido de guayabera blanca y sombrero campesino, Raúl Castro, que cumple 80 años en un mes, presidió el desfile ondeando una bandera cubana en la Plaza de la Revolución de Santiago de Cuba, a 900 km de La Habana, por primera vez fuera de la capital desde que asumió en 2006 el mando en relevo de su hermano Fidel.
El número dos de Cuba, José Ramón Machado, encabezó el acto en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, única), Salvador Valdés, expresó su "respaldo a los acuerdos" tomados en el reciente VI Congreso del Partido Comunista (PCC).
"Nos corresponde (a los trabajadores) un papel protagónico en la actualización del modelo económico y en el perfeccionamiento de nuestra sociedad, para que sea más eficiente y productiva", dijo el dirigente sindical.
Valdés destacó que el camino de la actualización del modelo económico fue trazado por el Congreso del gobernante PCC (único), que en abril aprobó un plan de 313 medidas -aún no publicadas-, que incluyen una apertura al sector privado y el recorte de cientos de miles de empleos estatales.
"El reordenamiento laboral (despidos) es duro, muy duro, pero necesario, si no, esto no camina más nunca. Además se está haciendo poco a poco para afectar a la gente lo menos posible", dijo a la AFP Manuel Gálvez, técnico electrónico de 51 años, en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Raúl Castro, quien asumió la máxima jefatura del PCC en el Congreso, también en reemplazo de su hermano, impulsa reformas con las que busca salvar el agotado modelo socialista vigente desde hace medio siglo, y dejar atrás el ultracentralizado soviético que tiene a Cuba en severa crisis.
"El socialismo es nuestra opción y lo perfeccionaremos y daremos continuidad (...) Debemos situar en primer plano el trabajo, el ahorro, la disciplina, el orden y la exigencia como única manera de superar nuestras propias deficiencias y errores", subrayó Valdés.
Cientos de miles de trabajadores y estudiantes desfilaron entre grandes carteles que rezaban "unidad, productividad y eficiencia" en las capitales y ciudades de las 15 provincias, lo que supone millones de participantes, según cálculos oficiales.
"Estamos apoyando los acuerdos del Partido. Es verdad que no se han publicado, pero eso lleva su proceso, aún así los apoyamos", dijo tras desfilar Carlos Manuel Hernández, empleado de una empresa constructora.
Valdés llamó a la "unidad" para llevar adelante los cambios, como "arma estratégica de la revolución", pero "que no niega diferencias de opiniones".
"Marchemos por todo lo que nos une y levanta", dijo tras señalar que por primera vez ingresaron a la CTC y participan en el desfile trabajadores privados, que ya llegan a unos 300 mil en toda la isla, como resultado de las reformas.
Unos 1.500 invitados extranjeros de 63 países estaban en la tribuna. "Es sorprendente ver tanta fuerza y unidad. Creo que van por muy buen camino hacia un modernismo", dijo Glicerio Angel, un dirigente sindical mexicano de 42 años.
Esta es la primera vez que Raúl Castro encabeza como presidente el desfile en Santiago de Cuba, segunda ciudad de la isla, considerada cuna de la revolución. Lo hacía antes de asumir en 2006 el relevo de su hermano Fidel.
Además de los cientos de banderas cubanas portadas por jóvenes que cerraron el desfile, se pudieron ver pendones de Venezuela, Bolivia, Brasil, Nicaragua, Uruguay, Paraguay, Argentina y Panamá.
Vestido de guayabera blanca y sombrero campesino, Raúl Castro, que cumple 80 años en un mes, presidió el desfile ondeando una bandera cubana en la Plaza de la Revolución de Santiago de Cuba, a 900 km de La Habana, por primera vez fuera de la capital desde que asumió en 2006 el mando en relevo de su hermano Fidel.
El número dos de Cuba, José Ramón Machado, encabezó el acto en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, única), Salvador Valdés, expresó su "respaldo a los acuerdos" tomados en el reciente VI Congreso del Partido Comunista (PCC).
"Nos corresponde (a los trabajadores) un papel protagónico en la actualización del modelo económico y en el perfeccionamiento de nuestra sociedad, para que sea más eficiente y productiva", dijo el dirigente sindical.
Valdés destacó que el camino de la actualización del modelo económico fue trazado por el Congreso del gobernante PCC (único), que en abril aprobó un plan de 313 medidas -aún no publicadas-, que incluyen una apertura al sector privado y el recorte de cientos de miles de empleos estatales.
"El reordenamiento laboral (despidos) es duro, muy duro, pero necesario, si no, esto no camina más nunca. Además se está haciendo poco a poco para afectar a la gente lo menos posible", dijo a la AFP Manuel Gálvez, técnico electrónico de 51 años, en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Raúl Castro, quien asumió la máxima jefatura del PCC en el Congreso, también en reemplazo de su hermano, impulsa reformas con las que busca salvar el agotado modelo socialista vigente desde hace medio siglo, y dejar atrás el ultracentralizado soviético que tiene a Cuba en severa crisis.
"El socialismo es nuestra opción y lo perfeccionaremos y daremos continuidad (...) Debemos situar en primer plano el trabajo, el ahorro, la disciplina, el orden y la exigencia como única manera de superar nuestras propias deficiencias y errores", subrayó Valdés.
Cientos de miles de trabajadores y estudiantes desfilaron entre grandes carteles que rezaban "unidad, productividad y eficiencia" en las capitales y ciudades de las 15 provincias, lo que supone millones de participantes, según cálculos oficiales.
"Estamos apoyando los acuerdos del Partido. Es verdad que no se han publicado, pero eso lleva su proceso, aún así los apoyamos", dijo tras desfilar Carlos Manuel Hernández, empleado de una empresa constructora.
Valdés llamó a la "unidad" para llevar adelante los cambios, como "arma estratégica de la revolución", pero "que no niega diferencias de opiniones".
"Marchemos por todo lo que nos une y levanta", dijo tras señalar que por primera vez ingresaron a la CTC y participan en el desfile trabajadores privados, que ya llegan a unos 300 mil en toda la isla, como resultado de las reformas.
Unos 1.500 invitados extranjeros de 63 países estaban en la tribuna. "Es sorprendente ver tanta fuerza y unidad. Creo que van por muy buen camino hacia un modernismo", dijo Glicerio Angel, un dirigente sindical mexicano de 42 años.
Esta es la primera vez que Raúl Castro encabeza como presidente el desfile en Santiago de Cuba, segunda ciudad de la isla, considerada cuna de la revolución. Lo hacía antes de asumir en 2006 el relevo de su hermano Fidel.
Además de los cientos de banderas cubanas portadas por jóvenes que cerraron el desfile, se pudieron ver pendones de Venezuela, Bolivia, Brasil, Nicaragua, Uruguay, Paraguay, Argentina y Panamá.