Internacional
Berlusconi, tras diputados para fortalecer su administración
El alcalde de Roma, Gianni Alemanoo, aseguró que los violentos disturbios dejaron daños por 22 millones de dólares
ROMA, ITALIA (16/DIC/2010).- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, buscó cortejar a diputados rebeldes, un día después de sobrevivir a una votación de censura que vio escenas enardecidas en el Parlamento y desató los peores hechos de violencia en Roma en años.
El voto de censura del martes, que dejó al Gobierno al borde del precipicio por sólo tres votos, fue visto por muchos como una humillación para Gianfranco Fini, ex aliado de Berlusconi, quien no pudo hacer caer al líder de 74 años.
“No estoy esperando un acuerdo con grupos políticos sino que miro a diputados, que se sintieron traicionados por Fini, que los llevó a la oposición junto con la izquierda”, declaró Berlusconi.
Pero la votación también fue vista como señal de una profunda debilidad de las instituciones italianas, además de una advertencia de más complicaciones en el futuro a menos que Berlusconi, envuelto en escándalos por su vida personal y asuntos impositivos, pueda asegurar su tambaleante Gobierno.
Muchos comentaristas esperan una nueva crisis política en las próximas semanas que lleve a elecciones anticipadas en primavera, dos años antes de la fecha planificada en 2013.
“Esperemos los próximos sucesos: creemos que (el Gobierno) debe expandirse, lo necesitamos porque hay reformas importantes e impopulares que deben hacerse”, dijo Emma Marcegaglia, jefa de la asociación de empleados Cofindustria.
Ante las violentas protestas que se suscitaron en contra del Gobierno de Silvio Berlusconi tras la votación, Roma contabilizó los daños en donde hubo unos 100 heridos y decenas de detenidos.
Además de que fueron destruidos vitrinas de negocios, cajeros automáticos, mobiliario de bares, restaurantes y vehículos incendiados.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció que el próximo viernes comparecerá ante el Parlamento para explicar el comportamiento de las fuerzas del orden durante las protestas.
El voto de censura del martes, que dejó al Gobierno al borde del precipicio por sólo tres votos, fue visto por muchos como una humillación para Gianfranco Fini, ex aliado de Berlusconi, quien no pudo hacer caer al líder de 74 años.
“No estoy esperando un acuerdo con grupos políticos sino que miro a diputados, que se sintieron traicionados por Fini, que los llevó a la oposición junto con la izquierda”, declaró Berlusconi.
Pero la votación también fue vista como señal de una profunda debilidad de las instituciones italianas, además de una advertencia de más complicaciones en el futuro a menos que Berlusconi, envuelto en escándalos por su vida personal y asuntos impositivos, pueda asegurar su tambaleante Gobierno.
Muchos comentaristas esperan una nueva crisis política en las próximas semanas que lleve a elecciones anticipadas en primavera, dos años antes de la fecha planificada en 2013.
“Esperemos los próximos sucesos: creemos que (el Gobierno) debe expandirse, lo necesitamos porque hay reformas importantes e impopulares que deben hacerse”, dijo Emma Marcegaglia, jefa de la asociación de empleados Cofindustria.
Ante las violentas protestas que se suscitaron en contra del Gobierno de Silvio Berlusconi tras la votación, Roma contabilizó los daños en donde hubo unos 100 heridos y decenas de detenidos.
Además de que fueron destruidos vitrinas de negocios, cajeros automáticos, mobiliario de bares, restaurantes y vehículos incendiados.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció que el próximo viernes comparecerá ante el Parlamento para explicar el comportamiento de las fuerzas del orden durante las protestas.