Internacional
Berlusconi sí quiere cruces en las escuelas
El Gobierno italiano anunció que va a presentar recurso contra la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
ROMA, ITALIA.- La prohibición de exhibir crucifijos en las aulas de Italia por parte de una Corte europea fue rechazada por el jefe de Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, quien la calificó de “inaceptable”.
“Es una decisión inaceptable para los italianos. Se trata de una de esas decisiones que te hacen dudar del sentido común de Europa”, declaró Berlusconi en un programa de la televisión pública realizado desde la ciudad de Aquila (Centro de Italia).
El Gobierno italiano anunció que va a presentar recurso contra la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que prohibió el martes la exhibición del crucifijo en las aulas porque viola el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones religiosas, así como el derecho de los niños a la libertad de religión.
Los jueces de Estrasburgo estimaron que la cruz puede ser interpretada por los alumnos como un símbolo religioso, lo que puede perturbar a los estudiantes de otras religiones o a los ateos.
La medida fue rechazada casi unánimemente por los italianos, mientras generó divisiones y debate en el resto del Viejo Continente.
“Es una decisión inaceptable para los italianos. Se trata de una de esas decisiones que te hacen dudar del sentido común de Europa”, declaró Berlusconi en un programa de la televisión pública realizado desde la ciudad de Aquila (Centro de Italia).
El Gobierno italiano anunció que va a presentar recurso contra la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que prohibió el martes la exhibición del crucifijo en las aulas porque viola el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones religiosas, así como el derecho de los niños a la libertad de religión.
Los jueces de Estrasburgo estimaron que la cruz puede ser interpretada por los alumnos como un símbolo religioso, lo que puede perturbar a los estudiantes de otras religiones o a los ateos.
La medida fue rechazada casi unánimemente por los italianos, mientras generó divisiones y debate en el resto del Viejo Continente.