Internacional

Becario de congresista herida en Arizona cobra fama

El becario Daniel Hernández se convirtió en un héroe contra todos los pronósticos tras su aparición y discurso en el memorial junto a Barack Obama

PHOENIX, ESTADOS UNIDOS (14/ENE/2011).- El joven se sentó junto al presidente Barack Obama en el acto transmitido por la televisión a todo el país. Mucha gente busca ahora una foto o un autógrafo del becario de ascendencia mexicana, o forma fila para darle la mano.

Un mariachi le rindió homenaje, al brindarle una serenata espontánea.

El becario Daniel Hernández se convirtió en un héroe contra todos los pronósticos, gracias a sus acciones valerosas y a su lucidez, que ayudaron a salvar la vida de Gabrielle Giffords, después de que la legisladora federal recibió un tiro en la cabeza el sábado anterior.

Su discurso del miércoles, en una ceremonia en honor de las víctimas del tiroteo en Tucson, ha impulsado incluso más su fama, luego de que habló con modestia de sus acciones y fue abrazado por Obama.

El temple que mostró y las declaraciones que hizo frente al presidente, otros dignatarios políticos, las familias de las víctimas y otras de las 13 mil personas congregadas en un estadio de basquetbol, alentaron y asombraron a la gente. Muchos no podían creer que la persona que generó todos esos sentimientos fuera un estudiante de la Universidad de Arizona, de 20 años.

En su discurso, Hernández insistió en que no era un héroe. En cuanto sobrevino el ataque, corrió hacia Giffords, presionó con una mano sus heridas y sostuvo su cabeza hasta que llegaron los equipos de rescate.

Obama sí consideró que el joven hispano es un héroe.

Desde el miércoles por la noche, Hernández ha concedido más de 200 entrevistas. Mientras trata de entrar a cualquier parte, incluido el centro médico donde está hospitalizada Giffords, es rodeado invariablemente por personas que le expresan sus buenos deseos.

Antes de la ceremonia, Hernández nunca había hablado ante más de 30 personas.

"Y creo que estoy exagerando'', dijo el joven.

Hernández dijo que todo el acto le sigue pareciendo algo fuera de la realidad. No puede recordar exactamente lo que dijo el miércoles por la noche.

"Terminé desechando los papeles donde llevaba el discurso momentos antes de subir al escenario. Creí que sería falso decir otra cosa que no me saliera directamente del corazón''.

Hernández había sido becario en la oficina de Giffords durante cinco días, antes del ataque ocurrido en una reunión de la legisladora con sus representados, frente a un supermercado. Cuando era adolescente, Hernández se ofreció de voluntario en la campaña en la que Giffords se reeligió para el Congreso, en el 2008.

Nacido en Tucson, de padres que tenían ascendencia mexicana, Hernández es el mayor de tres hermanos. Dice que sus padres le enseñaron a él y a sus dos hermanas a ser caritativos desde pequeños.

"Mi mamá es así. Tiene un gran corazón'', dijo Alma Hernández, hermana del joven. "Mi papá siempre piensa en la comunidad. Siempre quiere hacer lo mejor. Siempre nos dijo que tenemos que retribuir a nuestra comunidad''.

Su padre está retirado y la madre hace negocio horneando pasteles.

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