Internacional
Asesinan a destacado comandante de Hezbolá en el Líbano
Acusan a Israel del asesinato del líder de la Resistencia Islámica Hasan Hulo al Laqis
BEIRUT, LÍBANO (04/DIC/2013).- El asesinato de Hasan Hulo al Laqis, uno de los cabecillas del brazo armado de Hezbolá, ha supuesto un nuevo golpe contra el grupo chiita
libanés, blanco de ataques de dudosa autoría desde su implicación en la guerra siria.
Hezbolá anunció hoy la muerte de Laquis, líder de la Resistencia Islámica, asesinado anoche cerca de su casa en Hadaz, un barrio cristiano-chiita ubicado en el sur de Beirut, feudo de Hezbolá.
El movimiento afirmó que el fallecido era un "guerrero santo" y "uno de los mejores líderes que luchó por la libertad y dignidad", al tiempo que acusó a Israel de estar detrás del ataque.
"El enemigo debe asumir su responsabilidad y las consecuencias de ese acto atroz", agregó Hezbolá, que recordó que el hijo de Laqis había fallecido durante la guerra de 2006, que opuso a los combatientes de Hezbolá con Israel durante 34 días.
Según medios locales, Latis era un dirigente cercano al jefe de Hezbolá, el jeque Hasan Nasralá, y había integrado las filas del grupo chiita desde su fundación en 1982 a partir de la formación y financiación de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Además, se considera que desempeñó un papel importante en las operaciones y guerras entre Israel y el Líbano, así como en Siria.
El líder asesinado fue enterrado hoy en la ciudad de Baalbeck, en el valle oriental de la Bekaa, en presencia de varios diputados y líderes de Hezbolá y del grupo chií Amal.
El jeque Mohamed Yazbeck, que ofició el funeral, declaró que el Estado debe velar por la seguridad de los ciudadanos, que también -dijo- tienen derecho a defenderse por sí mismos.
Grupos extremistas suníes reivindican el asesinato
Pese a las acusaciones contra Israel, el asesinato de Laqis fue reivindicado por dos grupos extremistas suníes.
El primero en hacerlo fue la llamada Brigada de los Suníes Libres en Baalbeck, que aseguró en varios mensajes en Twitter que esa "operación yihadista gloriosa" fue perpetrada por "leones suníes libres del Líbano".
"Juramos por Dios que la victoria está cerca. Este es el inicio de una nueva era", subrayó el grupo, poco conocido hasta ahora pero muy activo desde hace tiempo en la red social.
Posteriormente, un segundo grupo autodenominado Brigadas de los Partidarios de la Nación Islámica mantuvo en un comunicado haber cometido el atentado en represalia por la masacre de Al Quseir.
Esa localidad siria cerca de la frontera con el Líbano fue tomada por el Ejército sirio con apoyo de Hezbolá el pasado 5 de junio tras intensos combates contra los rebeldes.
Fuentes diplomáticas dijeron que el asesinato de Laqis es la continuación de los atentados contra el grupo chiita por su implicación en Siria.
Denuncian la intervención de Hezbolá en conflictos de otros países
Según las fuentes, que calificaron el ataque de "golpe estratégico y moral", la persona asesinada fue escogida con cuidado y no al azar, para enviar a Hezbolá el mensaje de que su poder no es infinito dentro del Líbano, aunque lo controle en buena parte.
Recordaron también otros golpes contra objetivos chiitas en el Líbano, como el doble atentado frente a la embajada de Irán en Beirut que el pasado noviembre causó más de una veintena de muertos y fue reivindicado por las extremistas Brigadas de Abdalá Azzam, ligadas a Al Qaeda.
Precisamente anoche, Nasralá insinuó en una entrevista televisada que los servicios de Inteligencia saudíes están implicados en el ataque contra la sede diplomática y agregó que la presencia de sus combatientes en Siria es "modesta" y que solo buscan defender el Líbano.
Esas declaraciones fueron criticadas por el presidente libanés, Michel Suleiman, que hoy consideró "inadmisible atentar contra las relaciones históricas con un país querido como Arabia Saudí lanzando acusaciones sin pruebas".
Riad es el principal valedor de las libanesas Fuerzas del 14 de Marzo, opositoras a la coalición de Hezbolá Fuerzas del 8 de Marzo, respaldadas por Irán.
En una conferencia, Suleiman denunció también la intervención de combatientes de Hezbolá en conflictos de otros países, en alusión a Siria, donde luchan apoyando al régimen de Bachar al Asad.
Mientras, en la ciudad de Trípoli (norte), el Ejército se ha desplegado para restablecer la calma después de los choques que en cuatro días dejaron doce muertos y más de cien heridos.
No obstante, la tensión se mantiene en los barrios rivales de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, de predominio alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio.
Desde el inicio de la crisis siria, en marzo de 2011, el Líbano ha sido escenario de enfrentamientos entre partidarios y detractores de Al Asad, atentados, ataques en la frontera y secuestros.
Hezbolá anunció hoy la muerte de Laquis, líder de la Resistencia Islámica, asesinado anoche cerca de su casa en Hadaz, un barrio cristiano-chiita ubicado en el sur de Beirut, feudo de Hezbolá.
El movimiento afirmó que el fallecido era un "guerrero santo" y "uno de los mejores líderes que luchó por la libertad y dignidad", al tiempo que acusó a Israel de estar detrás del ataque.
"El enemigo debe asumir su responsabilidad y las consecuencias de ese acto atroz", agregó Hezbolá, que recordó que el hijo de Laqis había fallecido durante la guerra de 2006, que opuso a los combatientes de Hezbolá con Israel durante 34 días.
Según medios locales, Latis era un dirigente cercano al jefe de Hezbolá, el jeque Hasan Nasralá, y había integrado las filas del grupo chiita desde su fundación en 1982 a partir de la formación y financiación de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Además, se considera que desempeñó un papel importante en las operaciones y guerras entre Israel y el Líbano, así como en Siria.
El líder asesinado fue enterrado hoy en la ciudad de Baalbeck, en el valle oriental de la Bekaa, en presencia de varios diputados y líderes de Hezbolá y del grupo chií Amal.
El jeque Mohamed Yazbeck, que ofició el funeral, declaró que el Estado debe velar por la seguridad de los ciudadanos, que también -dijo- tienen derecho a defenderse por sí mismos.
Grupos extremistas suníes reivindican el asesinato
Pese a las acusaciones contra Israel, el asesinato de Laqis fue reivindicado por dos grupos extremistas suníes.
El primero en hacerlo fue la llamada Brigada de los Suníes Libres en Baalbeck, que aseguró en varios mensajes en Twitter que esa "operación yihadista gloriosa" fue perpetrada por "leones suníes libres del Líbano".
"Juramos por Dios que la victoria está cerca. Este es el inicio de una nueva era", subrayó el grupo, poco conocido hasta ahora pero muy activo desde hace tiempo en la red social.
Posteriormente, un segundo grupo autodenominado Brigadas de los Partidarios de la Nación Islámica mantuvo en un comunicado haber cometido el atentado en represalia por la masacre de Al Quseir.
Esa localidad siria cerca de la frontera con el Líbano fue tomada por el Ejército sirio con apoyo de Hezbolá el pasado 5 de junio tras intensos combates contra los rebeldes.
Fuentes diplomáticas dijeron que el asesinato de Laqis es la continuación de los atentados contra el grupo chiita por su implicación en Siria.
Denuncian la intervención de Hezbolá en conflictos de otros países
Según las fuentes, que calificaron el ataque de "golpe estratégico y moral", la persona asesinada fue escogida con cuidado y no al azar, para enviar a Hezbolá el mensaje de que su poder no es infinito dentro del Líbano, aunque lo controle en buena parte.
Recordaron también otros golpes contra objetivos chiitas en el Líbano, como el doble atentado frente a la embajada de Irán en Beirut que el pasado noviembre causó más de una veintena de muertos y fue reivindicado por las extremistas Brigadas de Abdalá Azzam, ligadas a Al Qaeda.
Precisamente anoche, Nasralá insinuó en una entrevista televisada que los servicios de Inteligencia saudíes están implicados en el ataque contra la sede diplomática y agregó que la presencia de sus combatientes en Siria es "modesta" y que solo buscan defender el Líbano.
Esas declaraciones fueron criticadas por el presidente libanés, Michel Suleiman, que hoy consideró "inadmisible atentar contra las relaciones históricas con un país querido como Arabia Saudí lanzando acusaciones sin pruebas".
Riad es el principal valedor de las libanesas Fuerzas del 14 de Marzo, opositoras a la coalición de Hezbolá Fuerzas del 8 de Marzo, respaldadas por Irán.
En una conferencia, Suleiman denunció también la intervención de combatientes de Hezbolá en conflictos de otros países, en alusión a Siria, donde luchan apoyando al régimen de Bachar al Asad.
Mientras, en la ciudad de Trípoli (norte), el Ejército se ha desplegado para restablecer la calma después de los choques que en cuatro días dejaron doce muertos y más de cien heridos.
No obstante, la tensión se mantiene en los barrios rivales de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, de predominio alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio.
Desde el inicio de la crisis siria, en marzo de 2011, el Líbano ha sido escenario de enfrentamientos entre partidarios y detractores de Al Asad, atentados, ataques en la frontera y secuestros.