Internacional

Al menos 65 muertos en enfrentamientos en Egipto

Aseguran que la policía disparó balas para dispersar a los manifestantes

EL CAIRO, EGIPTO (27/JUL/2013).- Al menos 65 personas murieron hoy en El Cairo en los enfrentamientos entre partidarios del presidente  derrocado Mohamed Mursi y las fuerzas de seguridad, los más mortíferos desde su  caída, lo que ha llevado al nuevo gobierno a anunciar su voluntad de poner fin  a la protesta islamista.

Ambos bandos se echaron la culpa de la violencia, que dejó también nueve  muertos el viernes en Alejandría (norte) y agravó la división del país en el  que en total más de 250 personas han perdido la vida en un mes de graves  disturbios políticos.

La más alta autoridad musulmana de Egipto, el imán de Al Azhar, jeque Ahmed  al Tayeb, pidió una "investigación urgente" de estas violencias, y el  vicepresidente del poder de transición , el premio nobel de la paz Mohamed  ElBaradei, "condenó enérgicamente el uso excesivo de la fuerza".

El ministerio de Salud indicó a última hora de la tarde que al menos 65  personas murieron y 269 resultaron heridas en los enfrentamientos de la mañana,  Un periodista contó durante la mañana 37 muertos en un hospital de  campaña de los islamistas.  

Todos fueron alcanzados por balas, según Amal Ahmad Ibrahim, médico de este  centro. La policía informó de unos 50 heridos entre sus filas, algunos de bala.

Los enfrentamientos estallaron unas horas después de la celebración de  manifestaciones masivas de ambos bandos.

Partidarios de Mursi, acampados en los alrededores de la mezquita Rabaa al  Adawiya en el barrio cairota de Nasr City, trataron de cortar el tráfico de  camino al aeropuerto y se enfrentaron a vecinos de un barrio cercano, según el  portavoz del ministerio del Interior, el general Hani Abdelatif-

La policía intervino entonces para interponerse y "sólo utilizó gases  lacrimógenos" aseguró el portavoz e insinuó que las decenas de fallecidos que  los islamistas lamentan murieron a manos de los habitantes de los alrededores.  

Los partidarios de Mursi denuncian sin embargo a "policías de uniforme y  matones" que dispararon con balas reales y con postas.

"El menor número de pérdidas posibles"


En Alejandría, segunda ciudad del país, los enfrentamientos opusieron a  partidarios y detractores del depuesto presidente.

El ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, anunció el desmantelamiento "muy  pronto" de dos campamentos en El Cairo en el que se han instalado miles de  partidarios de Mursi desde su derrocamiento.

Prometió una intervención "en el marco de la ley" intentando que haya "el  menor número de pérdidas posible", pero pidió a los manifestantes que abandonen  el lugar "para evitar un derramamiento de sangre".

El sábado por la noche, miles de pro-Mursi que acampan en Rabaa al Adawiya  rompieron el ayuno del ramadán en la calma y se disponían a pasar una nueva  noche en el lugar. Desplegaron pancartas con la palabra "pacífico", en  respuesta a las acusaciones de provocar disturbios.

Para el portavoz del ministerio del Interior, la respuesta masiva al  llamamiento del jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Sisi, a  manifestarse el viernes para darle un "mandato" para "acabar con el terrorismo"  demuestra que el pueblo "desea la estabilización del país bajo la protección  del ejército y de la policía".  

Los partidarios de Mursi perciben los hechos violentos del sábado como el  resultado directo del discurso del general Sisi, artífice del derrocamiento del  primer presidente elegido democráticamente en Egipto, perteneciente a los  Hermanos Musulmanes.

"Estas declaraciones de Sisi incitan a la violencia y el odio y sirven para  cubrir los crímenes odiosos del ejército y de la policía egipcios", aseguraron.

En Rabaa al Adawiya, jóvenes islamistas con casco y porras coreaban "Sisi  asesino".  

"El general Sisi es el hombre fuerte del nuevo régimen", subrayó Mustafa  Kame el Sayed, profesor de ciencias políticas de la Universidad de El Cairo que  añadió que "disfruta del apoyo de una gran parte de la población debido a su  acción contra los Hermanos Musulmanes".

El Frente del Saludo Nacional (FSN), principal coalición política de  izquierda y liberal laica, expresó su "tristeza" tras las violencias  mortíferas, pero denunció "la actitud provocadora" de los Hermanos Musulmanes.

Condenas internacionales


Ankara condenó la violencia y llamó a un traspaso de poder hacia una  "dirección democrática", al igual que la representante diplomática de la Unión  Europea, Catherine Ashton.

Londres condenó "el uso de la fuerza contra los manifestantes" y París  pidió a "todas las partes, y especialmente al ejército, la mayor contención",  así como hizo Berlín.

El ejército derrocó al presidente Mursi el 3 de julio, argumentando que no  podía solucionar la grave crisis política que sacude al país desde su elección  en junio de 2012, y nombró a un presidente civil interino para llevar a cabo la  transición antes de la celebración de legislativas, en principio a inicios de  2014, y de una presidencial.

Los Hermanos Musulmanes denuncian un "golpe de Estado" y aseguran querer  defender la "legitimidad" del presidente electo.

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