Entretenimiento
Víctima de Polanski no quiere ser noticia otra vez
Polanski fue detenido en Zúrich (Suiza), donde iba a recibir un premio del festival de cine de esa ciudad
GINEBRA, SUIZA.- Hace más de 30 años que Roman Polanski violó a Samantha Geimer, una mujer que ahora está casada, tiene tres hijos y lo último que quiere es volver a ser noticia, algo inevitable desde la detención el sábado del director franco-polaco.
Polanski fue detenido en Zúrich (Suiza), donde iba a recibir un premio del festival de cine de esa ciudad, en respuesta a la orden de búsqueda y captura lanzada por EU en 1977, después de que el director fue acusado de violar a Geimer en la residencia del actor Jack Nicholson mientras éste se encontraba ausente.
En ese año el cineasta abandonó el país sin esperar el fallo del juez y se convirtió así en prófugo de la justicia estadounidense, tras haberse declarado culpable de haber mantenido relaciones sexuales con la menor y haber pasado 42 días en una prisión estatal bajo evaluación psiquiátrica.
Geimer vuelve ahora a ser protagonista, aunque no se pronunciará sobre la situación de Polanski hasta que se aclare su situación legal, dijo hoy su abogado al canal de noticias CNN.
Sin embargo, en el pasado ya ha repetido en varias ocasiones que todo lo que tiene que ver con el director franco-polaco está zanjado para ella (hubo una demanda contra el director y se alcanzó un acuerdo extrajudicial), y que los abogados y los jueces involucrados en el caso son quienes siguen pendientes del asunto.
La última vez que Geimer habló sobre el caso fue en enero, cuando solicitó a un juez de Los Ángeles que revocara los cargos en contra de Polanski. La petición fue denegada.
"Cada vez que este caso es llevado a corte, recae mucha atención sobre mí, mi familia, mi madre y mis allegados", explicó Geimer en una declaración jurada. "Esa atención no es agradable de experimentar ni merece la pena que el caso continúe abierto", añadió.
Según Sandi Gibbons, portavoz de la Oficina del fiscal del distrito de Los Ángeles, "el problema es entre el señor Polanski y la corte".
"Todo lo que puedo decir es que la orden de arresto fue expedida por el Tribunal Superior de Los Ángeles (...) y que esa orden es válida a día de hoy", añadió Gibbons.
En 2003, cuando Polanski fue candidato al premio Óscar por The Pianist, Geimer volvió a romper su silenció y manifestó que el director debía tener derecho a asistir a la ceremonia de entrega de los galardones.
En un artículo escrito por ella misma en el diario Los Angeles Times afirmó: "Juzguen la película, no al hombre".
"Miro atrás y no hay duda de que lo que hizo fue algo horrible. Es terrible hacerle eso a una niña. Pero, honestamente, toda la publicidad que rodeó al caso fue tan traumática que lo que me hizo palidecía en comparación", manifestó.
Polanski fue detenido en Zúrich (Suiza), donde iba a recibir un premio del festival de cine de esa ciudad, en respuesta a la orden de búsqueda y captura lanzada por EU en 1977, después de que el director fue acusado de violar a Geimer en la residencia del actor Jack Nicholson mientras éste se encontraba ausente.
En ese año el cineasta abandonó el país sin esperar el fallo del juez y se convirtió así en prófugo de la justicia estadounidense, tras haberse declarado culpable de haber mantenido relaciones sexuales con la menor y haber pasado 42 días en una prisión estatal bajo evaluación psiquiátrica.
Geimer vuelve ahora a ser protagonista, aunque no se pronunciará sobre la situación de Polanski hasta que se aclare su situación legal, dijo hoy su abogado al canal de noticias CNN.
Sin embargo, en el pasado ya ha repetido en varias ocasiones que todo lo que tiene que ver con el director franco-polaco está zanjado para ella (hubo una demanda contra el director y se alcanzó un acuerdo extrajudicial), y que los abogados y los jueces involucrados en el caso son quienes siguen pendientes del asunto.
La última vez que Geimer habló sobre el caso fue en enero, cuando solicitó a un juez de Los Ángeles que revocara los cargos en contra de Polanski. La petición fue denegada.
"Cada vez que este caso es llevado a corte, recae mucha atención sobre mí, mi familia, mi madre y mis allegados", explicó Geimer en una declaración jurada. "Esa atención no es agradable de experimentar ni merece la pena que el caso continúe abierto", añadió.
Según Sandi Gibbons, portavoz de la Oficina del fiscal del distrito de Los Ángeles, "el problema es entre el señor Polanski y la corte".
"Todo lo que puedo decir es que la orden de arresto fue expedida por el Tribunal Superior de Los Ángeles (...) y que esa orden es válida a día de hoy", añadió Gibbons.
En 2003, cuando Polanski fue candidato al premio Óscar por The Pianist, Geimer volvió a romper su silenció y manifestó que el director debía tener derecho a asistir a la ceremonia de entrega de los galardones.
En un artículo escrito por ella misma en el diario Los Angeles Times afirmó: "Juzguen la película, no al hombre".
"Miro atrás y no hay duda de que lo que hizo fue algo horrible. Es terrible hacerle eso a una niña. Pero, honestamente, toda la publicidad que rodeó al caso fue tan traumática que lo que me hizo palidecía en comparación", manifestó.