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Rita Hayworth, inolvidable por su personaje en la película 'Gilda'

Debido al insinuante strip-tease realizado por la actriz en la famosa escena donde se quita un guante, en aquella sociedad de los 40 la película tuvo que luchar contra la censura

CIUDAD DE MÉXICO (16/OCT/2011).- A 93 años de su nacimiento, Rita Hayworth, una de las actrices más emblemáticas de la época de oro del cine estadunidense, es recordada por su personaje en la película 'Gilda', la cual este año festeja su 65 aniversario.

'Nunca hubo una mujer como Gilda', así fue como durante su estreno en Estados Unidos hace 65 años, se anunció este clásico con el que Hayworth consolidó su fama como mito erótico.

Debido al insinuante strip-tease realizado por la actriz en la famosa escena donde se quita un guante, en aquella sociedad de los 40 la película tuvo que luchar contra la censura, y al llegar a las pantallas fue tan explosiva que su nombre bautizó a la primera bomba atómica estadunidense controlada.

'Gilda' fue el papel que marcó el declive en la carrera de la Hayworth, ya que después del gran éxito que con él obtuvo, nunca volvió a resaltar tanto como símbolo sexual, por eso ésta es y será siempre la película que la mantenga como una actriz inolvidable.

Margarita Carmen Cansino, su nombre verdadero, nació en Brooklyn, Nueva York, el 17 de octubre de 1918. Su padre Eduardo Cansino era un bailarín español emigrante y su madre Volga Hayworth trabajaba como "showgirl" con el empresario Florence Ziegfeld.

Desde la adolescencia, la futura figura erótica de la época destacó por su talento y belleza en sus primeras actuaciones con The Dancing Cansino"s, una formación artística liderada por su padre.

Cuando tenía 17 años, un ejecutivo de la 20th Century Fox la contrató para que apareciera en pequeños papeles en Hollywood. Así, la década de los 40 marcó el inicio de una trayectoria fructífera con filmes como "Sangre y arena" (1941), dirigida por Rouben Mamoulian, al lado de Tyrone Power.

Ese mismo año, protagonizó "The strawberry blonde", de Raoul Walsh y con James Cagney, así como de "Desde aquel beso", un musical en el que compartió créditos con el actor Fred Astaire, con quien también actuó en "You were never lovelier", además de que filmó "Mi chica favorita" como co-protagonista de Víctor Mature, en 1942.

Un año después contrajo matrimonio con el actor y director Orson Welles, en tanto su carrera continuaba en ascenso con filmes como "Las modelos" junto a otro de los gigantes de la danza cinematográfica, Gene Kelly, y "Esta noche y todas las noches" (1945), título dirigido por Víctor Saville.

En 1946 protagonizó su película más legendaria y la que haría de Hayworth el objeto de deseo del público masculino, "Gilda". Una película co-prot agonizada por Glenn Ford y dirigida por Charles Vidor.

En el filme, Rita interpretaba de manera sensual temas clásicos como "Put the blame on mame" o "Amado mío". Sin embargo, la voz no era de ella sino de la cantante Anita Ellis.

La actriz trabajó bajo la dirección de su esposo Orson y padre de su hija Rebecca, en la película "La dama de Shanghai" en 1948, justo cuando estaban en trámites de divorcio.

En esa época, Rita comenzó a salir con el Príncipe Aly Khan, un multimillonario árabe con el que se casó en 1949 y de quien se divorció en 1951.

Durante el tiempo que duró su matrimonio, la actriz se mantuvo alejada del cine para dedicarse a viajar y asistir a reuniones sociales con su nuevo marido con quien procreó a su segunda hija, Jasmin.

Su regreso a los escenarios lo realizó con la película "La dama de trinidad", de Vincent Sherman, en la cual volvió a compartir créditos con Glenn Ford.

Tras "La bella del Pacífico", de Curtis Bernhardt y "Salomé" (1953), de William Dieterle, Rita regresó a la inactividad cinematográfica para casarse por cuarta vez, ahora con el cantante Dick Haymes.

El matrimonio tampoco funcionó bien y el divorcio fue inevitable en 1955. El filme "Fuego escondido" (1957), de Robert Parrish, en el cual aparecían Robert Mitchum y Jack Lemmon, significó su vuelta a la pantalla grande.

"Pal Joey" (1957), de George Sidney, con Frank Sinatra y Kim Novak, "Mesas separadas" (1958), de Delbert Mann y "Sangre en primera página" (1959), de Clifford Odets, fueron otras reconocidas películas que la artista interpretó a finales de los 50 y en donde una vez más demostró su calidad actoral.

Su quinto y último marido, fue el productor James Hill, con quien se casó en 1958 y se separó en 1961. A partir de los 60 su carrera como actriz fue un tanto irregular, principalmente porque comenzó a sentir los efectos del alcohol, una adicción que le venía de años atrás.

En esa época sus títulos fueron escasos: "La trampa del dinero" (1966), película dirigida por Burt Kennedy y en el cual nuevamente compartió reparto con Glenn Ford, y "La ira de Dios" (1972), un western realizado por Ralph Nelson, que protagonizó Robert Mitchum.

En 1972, la actriz comenzó su lucha con una enfermedad terminal que borró de su mente la época de éxito y sus amores. Su hija Jasmin se hizo cargo de ella hasta el día de su muerte, tras 15 años de padecer Alzheimer, el 14 de mayo de 1987 a los 69 años.

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