Entretenimiento
Maya Simantov, la diva del dance
La cantante y compositora afianza su relación con México al tiempo que busca nuevas fuentes de inspiración
GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2011).- Maya Simantov aprendió desde pequeña que la música determinaría el camino que tomaría su vida. Primero porque la llevó a conocer a gente a la que ella define como llena de talento y belleza interior, y segundo porque le dio la oportunidad de viajar por todo el mundo, conociend y enamorándose de culturas muy diferentes a la suya, y el mejor ejemplo lo encontró en México.
La cantante constató el cariño del público tapatío ayer por la noche, en una presentación que ofreció en un centro nocturno de la ciudad. Horas antes, en charla desde su hotel con este medio, se confesaba como una mujer que vivía un momento fantástico: “Me siento muy bien, fantástica, estoy celebrando dos años de matrimonio aquí en Guadalajara, así que la mejor palabra para definir cómo me siento es ésa: fantástica”.
La voz suave de Simantov se llena de pasión cuando define lo que ha sido la música en su vida: “La primera vez que estuve consciente de lo que era la música yo tenía dos años, era una bebé, sin embargo ya quería sostener un micrófono. Conforme fui creciendo la música fue llenando espacios en mi vida, determinando las cosas que yo quería ser y en lo que finalmente me he convertido. Es un concepto poderoso que se ha convertido en mi esencia”.
Gusto por el sonido
Ayer la agenda de Maya fue intensa, entre ensayos y el concierto que ofreció en la Perla Tapatía, el primero de una temporada de trabajo que promete ser agotadora. “Pero no me canso —ataja— porque más que un trabajo es un descanso. Estar sobre el escenario es casi como tener unas vacaciones de un par de horas, así que podría decir que tengo muchas vacaciones en mi vida (risas)”.
Simantov regresa a su pasado cuando se trata de hablar de lo que fue su primer contacto con un instrumento musical: “Un órgano de juguete o mejor dicho, un pequeño piano. Trataba de sacar las canciones que escuchaba en la televisión y la radio pero no salían (risas)”.
Curiosamente en ese mar de canciones del que habla Maya de su infancia se encuentra la música latina, a la que define como “muy popular en Israel. Todos allá la conocen y la bailan, como la salsa. A mí no me gusta solamente su música, también me encanta la lengua española. Debo decir que hay artistas que me encantan de México, pero no puedo recordar ahora ninguno (risas) soy mala para los nombres, pero me gusta su sonido”.
Recompensa
Tanto gusto le tiene a la lengua española que Maya Simantov tiene una canción en español (algo poco común para un cantante israelí) llamada Cuando, y que ella confiesa “es un tributo primero al público mexicano que siempre se ha portado de forma muy cálida cada vez que vengo y segundo al idioma. Quería que tuviera mucho dramatismo y fuerza, como una telenovela (risas). Cuando se lo comenté a mis productores estuvieron de acuerdo y pensaron que era una forma muy hermosa de agradecer el cariño del público”.
Tras el recital que ofreció anoche en Guadalajara, Maya tendrá una agenda agitada, con colaboraciones, conciertos por Europa (incluyendo una parada clave en España) y posiblemente pensar en lo que será un nuevo material sonoro. Eso sí, antes de que concluya el año ya planea volver a la Perla Tapatía, lugar que ya siente como un segundo hogar.
Pinta su estrés
La música relaja a Maya, pero hay otra expresión artística que despierta en ella un gran interés: La pintura. La cantante explica que cuando su agenda de lo permite, pinta sobre lienzo, actividad que “es tan relajante como estresante. No sé por qué me provoca ambas sensaciones, es algo que todavía estoy manejando”. Simantov agrega que su otro gran pasatiempo es viajar.
Artista y musa
La musa de la electrónica Nacida en Bat-Yam, Israel, Maya Simantov, es una de las artistas que más brillo le ha dado al R&B, el dance y el house gracias a una voz que ha hechizado al público desde el inicio de su carrera.
La cantante es popular por su trabajo en el mundo de la electrónica al lado de Offer Nissim y Yinon Yahel, de quienes se ha convertido en una especie de “musa”.
Irrumpió en las listas de popularidad de países europeos y de Estados Unidos en 2005 gracias a los temas Searching y First time, donde dejó constancia de una voz educada y potente.
La cantante constató el cariño del público tapatío ayer por la noche, en una presentación que ofreció en un centro nocturno de la ciudad. Horas antes, en charla desde su hotel con este medio, se confesaba como una mujer que vivía un momento fantástico: “Me siento muy bien, fantástica, estoy celebrando dos años de matrimonio aquí en Guadalajara, así que la mejor palabra para definir cómo me siento es ésa: fantástica”.
La voz suave de Simantov se llena de pasión cuando define lo que ha sido la música en su vida: “La primera vez que estuve consciente de lo que era la música yo tenía dos años, era una bebé, sin embargo ya quería sostener un micrófono. Conforme fui creciendo la música fue llenando espacios en mi vida, determinando las cosas que yo quería ser y en lo que finalmente me he convertido. Es un concepto poderoso que se ha convertido en mi esencia”.
Gusto por el sonido
Ayer la agenda de Maya fue intensa, entre ensayos y el concierto que ofreció en la Perla Tapatía, el primero de una temporada de trabajo que promete ser agotadora. “Pero no me canso —ataja— porque más que un trabajo es un descanso. Estar sobre el escenario es casi como tener unas vacaciones de un par de horas, así que podría decir que tengo muchas vacaciones en mi vida (risas)”.
Simantov regresa a su pasado cuando se trata de hablar de lo que fue su primer contacto con un instrumento musical: “Un órgano de juguete o mejor dicho, un pequeño piano. Trataba de sacar las canciones que escuchaba en la televisión y la radio pero no salían (risas)”.
Curiosamente en ese mar de canciones del que habla Maya de su infancia se encuentra la música latina, a la que define como “muy popular en Israel. Todos allá la conocen y la bailan, como la salsa. A mí no me gusta solamente su música, también me encanta la lengua española. Debo decir que hay artistas que me encantan de México, pero no puedo recordar ahora ninguno (risas) soy mala para los nombres, pero me gusta su sonido”.
Recompensa
Tanto gusto le tiene a la lengua española que Maya Simantov tiene una canción en español (algo poco común para un cantante israelí) llamada Cuando, y que ella confiesa “es un tributo primero al público mexicano que siempre se ha portado de forma muy cálida cada vez que vengo y segundo al idioma. Quería que tuviera mucho dramatismo y fuerza, como una telenovela (risas). Cuando se lo comenté a mis productores estuvieron de acuerdo y pensaron que era una forma muy hermosa de agradecer el cariño del público”.
Tras el recital que ofreció anoche en Guadalajara, Maya tendrá una agenda agitada, con colaboraciones, conciertos por Europa (incluyendo una parada clave en España) y posiblemente pensar en lo que será un nuevo material sonoro. Eso sí, antes de que concluya el año ya planea volver a la Perla Tapatía, lugar que ya siente como un segundo hogar.
Pinta su estrés
La música relaja a Maya, pero hay otra expresión artística que despierta en ella un gran interés: La pintura. La cantante explica que cuando su agenda de lo permite, pinta sobre lienzo, actividad que “es tan relajante como estresante. No sé por qué me provoca ambas sensaciones, es algo que todavía estoy manejando”. Simantov agrega que su otro gran pasatiempo es viajar.
Artista y musa
La musa de la electrónica Nacida en Bat-Yam, Israel, Maya Simantov, es una de las artistas que más brillo le ha dado al R&B, el dance y el house gracias a una voz que ha hechizado al público desde el inicio de su carrera.
La cantante es popular por su trabajo en el mundo de la electrónica al lado de Offer Nissim y Yinon Yahel, de quienes se ha convertido en una especie de “musa”.
Irrumpió en las listas de popularidad de países europeos y de Estados Unidos en 2005 gracias a los temas Searching y First time, donde dejó constancia de una voz educada y potente.