Entretenimiento
Las razones de una 'Aula vacía'
La película retrata la situación de jóvenes latinoamericanos que dejan la escuela por necesidad
GUADALAJARA, JALISCO (06/MAR/2015).- Muchos jóvenes latinoamericanos dejan la escuela cuando su realidad - de pobreza, violencia o desigualdad- los obliga a desertar. Es así que truncan su educación para cambiar sus lápices por armas o sus cuadernos y libros por materiales de trabajo. Otros como Hugo lo siguen intentando.
La película "El aula vacía", presentada en el primer día del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), retrata lo anterior a través de la mirada de los directores Mariana Chenillo (México), Carlos Gaviria (Colombia), Pablo Fendrik (Argentina), Flavia Castro (Brasil), Taniana Huezo (El Salvador), Lucrecia Martel (Argentina), Nicolás Pereda (México), Eryk Rocha (Brasil), Pablo Stoll (Uruguay) y Daniel y Diego Vega (Perú), en cortometrajes que exponen el tema de la deserción escolar de los latinoamericanos en la secundaria.
Tras la proyección de la película en el Cineforo, Mariana Chenillo, directora de "Hugo" - cortometraje sobre un joven de la Ciudad de México que pese a su discapacidad auditiva busca terminar la escuela- explicó que al muchacho lo conoció hace 12 años, en un proyecto en el cual a los niños les daban un idioma en una lengua que les fuera natural. Lo que hacía que maduraran sus procesos con señas.
Después, cuando le propusieron participar en el filme que coordinó Gael García Bernal bajo la producción de Diego Luna, Canana y el Banco Interamericano de Desarrollo, le dieron carta abierta para el tema y lo primero que pensó fue en qué había sido de Hugo. "Él es un personaje fascinante, cuando nos reencontramos me enamoré más, incrementó ese amor que le tenía cuando era niño".
En un formato documental, Chenillo muestra el día a día del joven, quien tuvo que mudarse a Monterrey para seguir la preparatoria porque sólo allá encontró una escuela con proyecto de señas. "Refleja muchas cosas de nuestra sociedad que tenemos que cambiarle. ¿Qué sistema educativo tenemos que un chavo así de inteligente y con esas ganas no tiene un lugar privilegiado en la educación?", cuestionó.
El protagonista Hugo Ruiz Hernández, presente en el FICG, aseveró que espera que su historia sirva para motivar a otros jóvenes con una situación parecida a la suya, pero lo más importante es que los padres estén involucrados. "Que vean cómo un niño no se quedó atrapado gracias a sus papás, es necesario que ellos pongan atención".
El resto de los cortometrajes muestran problemáticas como la violencia, el acoso escolar y la falta de interés de los jóvenes a causa de un sistema escolar inadecuado.
Por ejemplo "Las buenas intenciones", del colombiano Carlos Gaviria, exhibe la problemática de los jóvenes que sufren las consecuencias de la guerrilla, específicamente en el norte del país -una zona golpeada por la violencia paramilitar, así como en una región que se llama Arauca, en la frontera con Venezuela. El director subrayó que en esos lugares los menores son reclutados y obligados a asesinar a otras personas, la mayoría no tiene ni 12 años.
Gaviria se basó en más de 50 historias reales de niños que vivían en un refugio para construir su guion. "Los jóvenes ya no salen a la calle del miedo. Su problema psicológico es tan grande que parece que están muertos en vida, así lo dicen".
Gael García Bernal funge como director creativo del largometraje de 111 minutos, el cual se grabó en siete países.
EL DATO
"El aula vacía" contiende por el Premio Mezcal en la sección oficial del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ
La película "El aula vacía", presentada en el primer día del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), retrata lo anterior a través de la mirada de los directores Mariana Chenillo (México), Carlos Gaviria (Colombia), Pablo Fendrik (Argentina), Flavia Castro (Brasil), Taniana Huezo (El Salvador), Lucrecia Martel (Argentina), Nicolás Pereda (México), Eryk Rocha (Brasil), Pablo Stoll (Uruguay) y Daniel y Diego Vega (Perú), en cortometrajes que exponen el tema de la deserción escolar de los latinoamericanos en la secundaria.
Tras la proyección de la película en el Cineforo, Mariana Chenillo, directora de "Hugo" - cortometraje sobre un joven de la Ciudad de México que pese a su discapacidad auditiva busca terminar la escuela- explicó que al muchacho lo conoció hace 12 años, en un proyecto en el cual a los niños les daban un idioma en una lengua que les fuera natural. Lo que hacía que maduraran sus procesos con señas.
Después, cuando le propusieron participar en el filme que coordinó Gael García Bernal bajo la producción de Diego Luna, Canana y el Banco Interamericano de Desarrollo, le dieron carta abierta para el tema y lo primero que pensó fue en qué había sido de Hugo. "Él es un personaje fascinante, cuando nos reencontramos me enamoré más, incrementó ese amor que le tenía cuando era niño".
En un formato documental, Chenillo muestra el día a día del joven, quien tuvo que mudarse a Monterrey para seguir la preparatoria porque sólo allá encontró una escuela con proyecto de señas. "Refleja muchas cosas de nuestra sociedad que tenemos que cambiarle. ¿Qué sistema educativo tenemos que un chavo así de inteligente y con esas ganas no tiene un lugar privilegiado en la educación?", cuestionó.
El protagonista Hugo Ruiz Hernández, presente en el FICG, aseveró que espera que su historia sirva para motivar a otros jóvenes con una situación parecida a la suya, pero lo más importante es que los padres estén involucrados. "Que vean cómo un niño no se quedó atrapado gracias a sus papás, es necesario que ellos pongan atención".
El resto de los cortometrajes muestran problemáticas como la violencia, el acoso escolar y la falta de interés de los jóvenes a causa de un sistema escolar inadecuado.
Por ejemplo "Las buenas intenciones", del colombiano Carlos Gaviria, exhibe la problemática de los jóvenes que sufren las consecuencias de la guerrilla, específicamente en el norte del país -una zona golpeada por la violencia paramilitar, así como en una región que se llama Arauca, en la frontera con Venezuela. El director subrayó que en esos lugares los menores son reclutados y obligados a asesinar a otras personas, la mayoría no tiene ni 12 años.
Gaviria se basó en más de 50 historias reales de niños que vivían en un refugio para construir su guion. "Los jóvenes ya no salen a la calle del miedo. Su problema psicológico es tan grande que parece que están muertos en vida, así lo dicen".
Gael García Bernal funge como director creativo del largometraje de 111 minutos, el cual se grabó en siete países.
EL DATO
"El aula vacía" contiende por el Premio Mezcal en la sección oficial del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ