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LEYENDAS DEL ROCK: Led Zeppelin: Los padres del heavy metal
Finalmente, con la canción más esperada del concierto y tal vez del siglo, Stairway To Heaven, Page, Jones y Plant mostraron que sólo estaban un poco empolvados, pero no oxidados.
Por: Beno Albarrán
El pasado 10 de diciembre de 2007 fue una fecha en la cual el zeppelin cubrió de nuevo los cielos de Londres, imponiendo su majestuosidad. Así es, Led Zeppelin evolucionó y retomó sus días de gloria en el regreso más esperado del siglo. La reunión no pudo ser completa ya que John Bonham se nos adelantó; pero su hijo Jason vino a llenar el banquillo en la batería. Entonces Led Zeppelin, junto a Foreigner (donde Jason Bonham también toca la batería), Bad Company de Paul Rodgers, los Rhythm Kings de Bill Wyman (ex rolling stone) y Paolo Nutini (el último en firmar con Ertegün, antes de que éste falleciera), le rindieron un tributo merecido a quien fuera el gran mentor de Atlantic Records.
El homenaje a Ahmet Ertegün sonó en la Arena O2 de Londres ese lunes 10 de diciembre. Este concierto, que originalmente se celebraría el 26 de noviembre, debió ser reprogramado ya que Jimmy Page sufrió una fractura en su dedo meñique. Su exitosa rehabilitación y arduos ensayos se vieron reflejados en la maestría que reflejó de nuevo sobre el escenario en algunas de sus mejores interpretaciones, como en su ya mítico solo con el arco en Dazed and Confused. Por su parte, Jason Bonham ocupó el lugar de su padre, con contundentes martilleos en la batería que resaltaron en Good Times, Bad Times. John Paul Jones tomó de nuevo el bajo y también los teclados, luciendo en canciones como No Quarter y Kashmir. Robert Plant no se hizo esperar y mostró su dominio de micrófono como en los sesenta, con algunas patadas; y, claro está, sus potentes gritos como en la bluesera Since I’ve Been Loving you.
Led Zeppelin era el acto principal; sin embargo, no era el único programado. Para ir ambientando al público, se unieron en el escenario Bill Wyman (y sus Rhythm Kings), Paul Rodgers, Paolo Nutini, Chris Squire, Alan White (bajista y baterista de Yes) y Keith Emerson (fundador de Emerson, Lake & Palmer). Todos ellos hicieron un popurrí para rendir su tributo a Ertegün, con canciones como Mess Around y Bang Bang (My Baby Shot Me Down). Irónicamente, Paolo Nutini también cantó un cover del conocido cantante inglés Terry Reid, famoso por rechazar la oferta de Jimmy Page para unirse a su grupo, y que, incluso, fue quien recomendó a Plant como vocalista. Una presentación que no se cumplió fue la de Pete Townshend (guitarrista de The Who), quien al saber que Zeppelin se presentaría en el tributo, decidió no participar. “Ellos no me necesitan... Estoy muy contento por Robert, Jimmy, John y Jason, que están de regreso. Les deseo lo mejor”, escribió en un blog de su página oficial.
Cuando se hablaba del concierto, con los ensayos en puerta, se decía que el show debería durar una hora. Pero a esto replicó Robert Plant, aduciendo que en una hora no se puede resumir el merecido tributo a Ertegün. Finalmente, el concierto se prolongó dos horas y dos encores.
Las canciones que tocaron ese inolvidable lunes, recorren la mayor parte de su carrera (excluyendo In through the Out Door y CODA). Comenzaron con la primera canción de su álbum debut Led Zeppelin: Good Times, Bad Times. Un Robert Plant con más de 60 años a cuestas, lucía como un gran vikingo con su rizada y rubia melena, y su barba de candado (que por cierto fue nombrada Barba del Año 2007). Cantó In the days of my youth e hizo que la Arena O2 se pusiera eufórica, con la energía a todo lo que daba, en uno de los conciertos más esperados del año. Entonces fue el turno de la épica Ramble On. La energía siguió fluyendo por Robert Plant y recorría todo el escenario mientras enunciaba el coro “It’s time to ramble on/ And now’s the time, the time is now/ To sing my song”.
Luego Jimmy regresó con riffs más agresivos al comenzar la poderosa e inconfundible Black Dog, implacablemente acompañado por Jason. Al tiempo de los coros, Robert Plant jugó con el público y éste contestaba “Ahhh... ahhh... ahhh”. Este juego entre Plant y los 20 mil agraciados asistentes se veía en las pantallas del escenario.
El espectáculo prosiguió con In My Time of Dying, con tintes de blues, donde Plant le pide al Señor que le otorgue un par de alas, aunque sería mejor otorgarle un par de alas a la propuesta de un tour mundial en 2008. Así continuaron las energías acumulándose para una noche que se quedará tatuada en la memoria de Londres. Los fans de Zeppelin tuvieron que esperar más de 30 años para escuchar la versión en vivo de For Your Life, junto con Ramble On. Por cierto, durante los ensayos habían desechado la propuesta de tocar For Your Life, pero finalmente en el concierto la interpretaron.
Los sintetizadores dominados por Jones dieron pie a la sensual Trampled Under Foot, en la cual Page y Jones coquetean con la guitarra y el sintetizador, mientras Jason los acompaña en la batería casi igualando a su padre. La culpa la tiene Zeppelin por mostrar tanto talento y dominar la década de los setenta con su rock. Plant lo afirma con Nobody’s Fault But Mine (Nadie tiene la culpa más que yo), hablando para los millones de fans que no pudieron asistir al concierto.
No Quarter arribó con una atmósfera de misticismo, casi como en los conciertos abarrotados que ofrecieron en el Madison Square Garden en 1973, los cuales quedaron plasmados en The Song Remains The Same. Más tarde llegó uno de los mejores solos de la noche con la amorosa Since I’ve Been Loving You, de su tercer y folklórico álbum Led Zeppelin III. La introducción del bajo dejó claro que se aproximaba Dazed and Confused, en la cual Page mostró su gran habilidad en la guitarra.
Finalmente, con la canción más esperada del concierto y tal vez del siglo, Stairway To Heaven, Page, Jones y Plant mostraron que sólo estaban un poco empolvados, pero no oxidados. Con esta canción, la Arena O2 se sumió en una calmada atmósfera para escuchar uno de los solos de guitarra más reconocidos de la historia del rock y explotar de emoción al escuchar la legendaria última frase de la canción: And she is buying a stairway to heaven.
Continuando con esa energía tocaron The Song Remains The Same, con gran proeza en la batería por parte de Jason. Tampoco faltó la inspirada por los hobbits Misty Mountain Hop.
La Gibson Les Paul de Page estremeció con los riffs que abren el camino que conduce a Kashmir. También los gritos de Plant hicieron eco por la Arena, asemejándose a una alarma. Tal vez alertando que el concierto estaba por finalizar. Pero la gente seguía pidiendo...
Esa mágica noche no terminó ahí, porque regresaron al escenario para hacer un electrizante encore de dos temas: Whole Lotta Love y, por supuesto, Rock and Roll. Canciones muy esperadas también que cerraron con broche de oro este muy merecido tributo a Ahmet Ertegün, demostrando que los tres músicos que sobreviven de Led Zeppelin siguen teniendo esa magia a pesar de los años. Como las altas notas que Plant alcanzó en canciones como Since I’ve Been Loving You y Kashmir. O la impecable técnica que todavía posee Jimmy en la guitarra. También el excelso intro por parte de Jones en Dazed and Confused. Y cómo no mencionar la habilidad con la que Jason se acopló a este trío de excelentes músicos.
Ertegün fue cofundador de Atlantic Records; tristemente, falleció en diciembre de 2006. A partir de entonces se creó un fondo para becar a jóvenes músicos tanto en Estados Unidos como en la natal Turquía de Ertegün. Todas las ganancias de este concierto se destinaron a dicho fondo. Actualmente seguimos a la espera de cualquier confirmación de un tour mundial, igual como lo estuvimos de un concierto que se materializó exitosamente.
Destacado: Jimmy Page, John Paul Jones y Robert Plant han demostrado que sólo estaban un poco empolvados, pero no oxidados. Así las cosas, sólo queda esperar la posible confirmación de un tour mundial para este 2008.
El pasado 10 de diciembre de 2007 fue una fecha en la cual el zeppelin cubrió de nuevo los cielos de Londres, imponiendo su majestuosidad. Así es, Led Zeppelin evolucionó y retomó sus días de gloria en el regreso más esperado del siglo. La reunión no pudo ser completa ya que John Bonham se nos adelantó; pero su hijo Jason vino a llenar el banquillo en la batería. Entonces Led Zeppelin, junto a Foreigner (donde Jason Bonham también toca la batería), Bad Company de Paul Rodgers, los Rhythm Kings de Bill Wyman (ex rolling stone) y Paolo Nutini (el último en firmar con Ertegün, antes de que éste falleciera), le rindieron un tributo merecido a quien fuera el gran mentor de Atlantic Records.
El homenaje a Ahmet Ertegün sonó en la Arena O2 de Londres ese lunes 10 de diciembre. Este concierto, que originalmente se celebraría el 26 de noviembre, debió ser reprogramado ya que Jimmy Page sufrió una fractura en su dedo meñique. Su exitosa rehabilitación y arduos ensayos se vieron reflejados en la maestría que reflejó de nuevo sobre el escenario en algunas de sus mejores interpretaciones, como en su ya mítico solo con el arco en Dazed and Confused. Por su parte, Jason Bonham ocupó el lugar de su padre, con contundentes martilleos en la batería que resaltaron en Good Times, Bad Times. John Paul Jones tomó de nuevo el bajo y también los teclados, luciendo en canciones como No Quarter y Kashmir. Robert Plant no se hizo esperar y mostró su dominio de micrófono como en los sesenta, con algunas patadas; y, claro está, sus potentes gritos como en la bluesera Since I’ve Been Loving you.
Led Zeppelin era el acto principal; sin embargo, no era el único programado. Para ir ambientando al público, se unieron en el escenario Bill Wyman (y sus Rhythm Kings), Paul Rodgers, Paolo Nutini, Chris Squire, Alan White (bajista y baterista de Yes) y Keith Emerson (fundador de Emerson, Lake & Palmer). Todos ellos hicieron un popurrí para rendir su tributo a Ertegün, con canciones como Mess Around y Bang Bang (My Baby Shot Me Down). Irónicamente, Paolo Nutini también cantó un cover del conocido cantante inglés Terry Reid, famoso por rechazar la oferta de Jimmy Page para unirse a su grupo, y que, incluso, fue quien recomendó a Plant como vocalista. Una presentación que no se cumplió fue la de Pete Townshend (guitarrista de The Who), quien al saber que Zeppelin se presentaría en el tributo, decidió no participar. “Ellos no me necesitan... Estoy muy contento por Robert, Jimmy, John y Jason, que están de regreso. Les deseo lo mejor”, escribió en un blog de su página oficial.
Cuando se hablaba del concierto, con los ensayos en puerta, se decía que el show debería durar una hora. Pero a esto replicó Robert Plant, aduciendo que en una hora no se puede resumir el merecido tributo a Ertegün. Finalmente, el concierto se prolongó dos horas y dos encores.
Las canciones que tocaron ese inolvidable lunes, recorren la mayor parte de su carrera (excluyendo In through the Out Door y CODA). Comenzaron con la primera canción de su álbum debut Led Zeppelin: Good Times, Bad Times. Un Robert Plant con más de 60 años a cuestas, lucía como un gran vikingo con su rizada y rubia melena, y su barba de candado (que por cierto fue nombrada Barba del Año 2007). Cantó In the days of my youth e hizo que la Arena O2 se pusiera eufórica, con la energía a todo lo que daba, en uno de los conciertos más esperados del año. Entonces fue el turno de la épica Ramble On. La energía siguió fluyendo por Robert Plant y recorría todo el escenario mientras enunciaba el coro “It’s time to ramble on/ And now’s the time, the time is now/ To sing my song”.
Luego Jimmy regresó con riffs más agresivos al comenzar la poderosa e inconfundible Black Dog, implacablemente acompañado por Jason. Al tiempo de los coros, Robert Plant jugó con el público y éste contestaba “Ahhh... ahhh... ahhh”. Este juego entre Plant y los 20 mil agraciados asistentes se veía en las pantallas del escenario.
El espectáculo prosiguió con In My Time of Dying, con tintes de blues, donde Plant le pide al Señor que le otorgue un par de alas, aunque sería mejor otorgarle un par de alas a la propuesta de un tour mundial en 2008. Así continuaron las energías acumulándose para una noche que se quedará tatuada en la memoria de Londres. Los fans de Zeppelin tuvieron que esperar más de 30 años para escuchar la versión en vivo de For Your Life, junto con Ramble On. Por cierto, durante los ensayos habían desechado la propuesta de tocar For Your Life, pero finalmente en el concierto la interpretaron.
Los sintetizadores dominados por Jones dieron pie a la sensual Trampled Under Foot, en la cual Page y Jones coquetean con la guitarra y el sintetizador, mientras Jason los acompaña en la batería casi igualando a su padre. La culpa la tiene Zeppelin por mostrar tanto talento y dominar la década de los setenta con su rock. Plant lo afirma con Nobody’s Fault But Mine (Nadie tiene la culpa más que yo), hablando para los millones de fans que no pudieron asistir al concierto.
No Quarter arribó con una atmósfera de misticismo, casi como en los conciertos abarrotados que ofrecieron en el Madison Square Garden en 1973, los cuales quedaron plasmados en The Song Remains The Same. Más tarde llegó uno de los mejores solos de la noche con la amorosa Since I’ve Been Loving You, de su tercer y folklórico álbum Led Zeppelin III. La introducción del bajo dejó claro que se aproximaba Dazed and Confused, en la cual Page mostró su gran habilidad en la guitarra.
Finalmente, con la canción más esperada del concierto y tal vez del siglo, Stairway To Heaven, Page, Jones y Plant mostraron que sólo estaban un poco empolvados, pero no oxidados. Con esta canción, la Arena O2 se sumió en una calmada atmósfera para escuchar uno de los solos de guitarra más reconocidos de la historia del rock y explotar de emoción al escuchar la legendaria última frase de la canción: And she is buying a stairway to heaven.
Continuando con esa energía tocaron The Song Remains The Same, con gran proeza en la batería por parte de Jason. Tampoco faltó la inspirada por los hobbits Misty Mountain Hop.
La Gibson Les Paul de Page estremeció con los riffs que abren el camino que conduce a Kashmir. También los gritos de Plant hicieron eco por la Arena, asemejándose a una alarma. Tal vez alertando que el concierto estaba por finalizar. Pero la gente seguía pidiendo...
Esa mágica noche no terminó ahí, porque regresaron al escenario para hacer un electrizante encore de dos temas: Whole Lotta Love y, por supuesto, Rock and Roll. Canciones muy esperadas también que cerraron con broche de oro este muy merecido tributo a Ahmet Ertegün, demostrando que los tres músicos que sobreviven de Led Zeppelin siguen teniendo esa magia a pesar de los años. Como las altas notas que Plant alcanzó en canciones como Since I’ve Been Loving You y Kashmir. O la impecable técnica que todavía posee Jimmy en la guitarra. También el excelso intro por parte de Jones en Dazed and Confused. Y cómo no mencionar la habilidad con la que Jason se acopló a este trío de excelentes músicos.
Ertegün fue cofundador de Atlantic Records; tristemente, falleció en diciembre de 2006. A partir de entonces se creó un fondo para becar a jóvenes músicos tanto en Estados Unidos como en la natal Turquía de Ertegün. Todas las ganancias de este concierto se destinaron a dicho fondo. Actualmente seguimos a la espera de cualquier confirmación de un tour mundial, igual como lo estuvimos de un concierto que se materializó exitosamente.
Destacado: Jimmy Page, John Paul Jones y Robert Plant han demostrado que sólo estaban un poco empolvados, pero no oxidados. Así las cosas, sólo queda esperar la posible confirmación de un tour mundial para este 2008.