Entretenimiento
Julián Hernández, un cineasta de oficio
Mientras editan en Europa un DVD con su filmografía, el realizador mexicano se concentra en su cuarto largometraje y una tetralogía de cortos
GUADALAJARA, JALISCO.- Escribe y dirige por placer. Su nombre es Julián Hernández, pero su segundo apellido bien podría ser polémico, pues de la mano de sus trabajos en el cine van críticas de todo tipo. Sin embargo son las opiniones encontradas las que le otorgan un lugar privilegiado en la escena nacional, al tiempo que lo impulsan a seguir adelante. Berlín, Toronto, Guadalajara, Lima y Colombia son algunos de los festivales que han albergado sus obras, y hay quienes relacionan su trabajo con propuestas tan disímiles como las de Fernando Eimbcke o Carlos Reygadas.
Sin recato alguno, él mismo reconoce que los ingredientes constantes en su filmografía son el erotismo, el amor, la muerte y el sexo, que a gran parte de los espectadores incomodan, pero que, admite, al mismo tiempo cuestionan e invitan a seguir la trama. Ésa ha sido su fórmula.
Quizá sea la congruencia, la constancia y el compromiso los elementos que lo han llevado a no claudicar en un oficio tan competido y en donde es tan común que los realizadores sucumban en su opera prima. Julián no es afín al dicho común de “debut y despedida”.
Inició, como muchos, haciendo cortometrajes y debutó en 2003 con la cinta Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor, y desde entonces, y a tan pocos años de distancia, sus propuestas llaman la atención mucho antes de ser vistas, pues el foco de su narrativa visual invariablemente tiene que ver con historias de género.
Después, y en ese mismo tenor, vino El cielo dividido, en 2006, propuesta que al igual que la anterior causó polémica y deambuló por festivales internacionales, mientras que recientemente con Rabioso Sol, rabioso cielo, su tercer filme, Julián repitió en Berlín la hazaña de su opera prima al llevarse en 2009 el Teddy Bear a Mejor película, producción que verá su estreno nacional en octubre, una vez que cumpla con su cuota de exhibiciones por diversos encuentros fílmicos.
Y en tanto su cuarto largometraje, que llevará por título Rencor tatuado, se concreta, Julián se mantiene activo en el segundo de los cuatro cortometrajes que integrarán su primera tetralogía de historias cortas, mismas que terminarán siendo partes conjuntas de su quinta película.
Por ahora, y al tiempo que en Europa se edita un DVD que incluirá su filmografía, el realizador, en entrevista con EL INFORMADOR, dice considerarse un cineasta de oficio y habla un poco de lo ligado que está su nombre a la polémica.
El mes pasado fuiste invitado a competir en el Rally Malayerba VIP, donde te mediste con cineastas como Issa López, Beto Gómez o Elisa Miller, entre otros, y te coronaste con tu historia, ¿qué consideras que observaron en tu trabajo?
“La verdad es que me invitaron y estaba asustado, porque hace muchos años que no hacía trabajos de este tipo (realizar un corto en 24 horas). No era un buen mecanismo el forzar a la gente a extenuantes llamados, pero era una situación particular y la acepté. Propuse una historia de amor relacionada con el cuidado del planeta y les gustó mi forma, porque creo que todo me lo tomo muy en serio, soy muy responsable con lo pongo en cámara”.
¿En qué sentido te fortalece este tipo de ejercicios?
“Considero que los cineastas se hacen con el oficio y este ejercicio me refrescó, porque lo último que filmé el año pasado fueron unas tomas para Rabioso Sol, rabioso cielo y estaba asustado de estar de nuevo al frente y decidir. Me sentía desenganchado, pero finalmente me encarreré otra vez y retomé una tetralogía que tenía pendiente, pues hace apenas unas semanas terminé de rodar Alarido, el segundo de los cuatro cortos que integrarán un largometraje que abordará cuatro distintas formas de amar y que tendrá como locaciones sitios del Distrito Federal”.
Para Julián Hernández y su filmografía ha habido críticas buenas, críticas malas, pero siempre está presente de la mano de la polémica, ¿por qué crees que tus trabajos destacan?
“Creo que algo que es fundamental es que todo me lo tomo muy en serio, quizá demasiado. Hasta el momento nunca he hecho algo que no sea al 100 por ciento, porque pienso que el emplazar una cámara y mover a los actores, pensando en que alguien después lo va a ver, es una responsabilidad tremenda, tal vez eso sea lo que ven en mis propuestas, mucho trabajo y mucha responsabilidad en el cine de género al que me dedico”.
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina
FRASE
“Creo que el emplazar una cámara y mover a los actores, pensando en que alguien después lo va a ver, es una responsabilidad tremenda”, Julián Hernández, cineasta
¿QUIÉN ES JULIÁN HERNÁNDEZ?
Es un cineasta mexicano que con su opera prima ganó tres premios Ariel y otros reconocimientos internacionales más, entre los que destaca el Teddy Bear a Mejor película en el Festival de Berlín. El Teddy es el reconocimiento de la sección paralela de Berlinale que reconoce a los mejores largometrajes, documentales y cortometrajes con temáticas sobre la diversidad sexual. Entre sus ganadores se cuentan figuras como Tony Ayres, Todd Haynes, Pedro Almodóvar y Gus van Sant.
Sin recato alguno, él mismo reconoce que los ingredientes constantes en su filmografía son el erotismo, el amor, la muerte y el sexo, que a gran parte de los espectadores incomodan, pero que, admite, al mismo tiempo cuestionan e invitan a seguir la trama. Ésa ha sido su fórmula.
Quizá sea la congruencia, la constancia y el compromiso los elementos que lo han llevado a no claudicar en un oficio tan competido y en donde es tan común que los realizadores sucumban en su opera prima. Julián no es afín al dicho común de “debut y despedida”.
Inició, como muchos, haciendo cortometrajes y debutó en 2003 con la cinta Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor, y desde entonces, y a tan pocos años de distancia, sus propuestas llaman la atención mucho antes de ser vistas, pues el foco de su narrativa visual invariablemente tiene que ver con historias de género.
Después, y en ese mismo tenor, vino El cielo dividido, en 2006, propuesta que al igual que la anterior causó polémica y deambuló por festivales internacionales, mientras que recientemente con Rabioso Sol, rabioso cielo, su tercer filme, Julián repitió en Berlín la hazaña de su opera prima al llevarse en 2009 el Teddy Bear a Mejor película, producción que verá su estreno nacional en octubre, una vez que cumpla con su cuota de exhibiciones por diversos encuentros fílmicos.
Y en tanto su cuarto largometraje, que llevará por título Rencor tatuado, se concreta, Julián se mantiene activo en el segundo de los cuatro cortometrajes que integrarán su primera tetralogía de historias cortas, mismas que terminarán siendo partes conjuntas de su quinta película.
Por ahora, y al tiempo que en Europa se edita un DVD que incluirá su filmografía, el realizador, en entrevista con EL INFORMADOR, dice considerarse un cineasta de oficio y habla un poco de lo ligado que está su nombre a la polémica.
El mes pasado fuiste invitado a competir en el Rally Malayerba VIP, donde te mediste con cineastas como Issa López, Beto Gómez o Elisa Miller, entre otros, y te coronaste con tu historia, ¿qué consideras que observaron en tu trabajo?
“La verdad es que me invitaron y estaba asustado, porque hace muchos años que no hacía trabajos de este tipo (realizar un corto en 24 horas). No era un buen mecanismo el forzar a la gente a extenuantes llamados, pero era una situación particular y la acepté. Propuse una historia de amor relacionada con el cuidado del planeta y les gustó mi forma, porque creo que todo me lo tomo muy en serio, soy muy responsable con lo pongo en cámara”.
¿En qué sentido te fortalece este tipo de ejercicios?
“Considero que los cineastas se hacen con el oficio y este ejercicio me refrescó, porque lo último que filmé el año pasado fueron unas tomas para Rabioso Sol, rabioso cielo y estaba asustado de estar de nuevo al frente y decidir. Me sentía desenganchado, pero finalmente me encarreré otra vez y retomé una tetralogía que tenía pendiente, pues hace apenas unas semanas terminé de rodar Alarido, el segundo de los cuatro cortos que integrarán un largometraje que abordará cuatro distintas formas de amar y que tendrá como locaciones sitios del Distrito Federal”.
Para Julián Hernández y su filmografía ha habido críticas buenas, críticas malas, pero siempre está presente de la mano de la polémica, ¿por qué crees que tus trabajos destacan?
“Creo que algo que es fundamental es que todo me lo tomo muy en serio, quizá demasiado. Hasta el momento nunca he hecho algo que no sea al 100 por ciento, porque pienso que el emplazar una cámara y mover a los actores, pensando en que alguien después lo va a ver, es una responsabilidad tremenda, tal vez eso sea lo que ven en mis propuestas, mucho trabajo y mucha responsabilidad en el cine de género al que me dedico”.
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina
FRASE
“Creo que el emplazar una cámara y mover a los actores, pensando en que alguien después lo va a ver, es una responsabilidad tremenda”, Julián Hernández, cineasta
¿QUIÉN ES JULIÁN HERNÁNDEZ?
Es un cineasta mexicano que con su opera prima ganó tres premios Ariel y otros reconocimientos internacionales más, entre los que destaca el Teddy Bear a Mejor película en el Festival de Berlín. El Teddy es el reconocimiento de la sección paralela de Berlinale que reconoce a los mejores largometrajes, documentales y cortometrajes con temáticas sobre la diversidad sexual. Entre sus ganadores se cuentan figuras como Tony Ayres, Todd Haynes, Pedro Almodóvar y Gus van Sant.