Entretenimiento
Julián Hernández se expresa en imágenes silenciosas
El cineasta presenta en el FICG la cinta premiada en Berlín Rabioso Sol, rabioso cielo, ahora en busca de una retroalimentación con México
GUADALAJARA, JALISCO.- Julián Hernández es conocido por incorporar en sus cintas un estilo narrativo que se basa en la utilización principalmente de imágenes, poesía y silencios. Prueba de esto es su reciente cinta Rabioso Sol, rabioso cielo, con la que ya se hizo acreedor al premio Teddy en la pasada edición del Festival de Cine de Berlín, conquistando a la audiencia y crítica europea. Ahora de visita en Guadalajara como invitado del FICG buscará conquistar al público mexicano, mientras tanto platica con EL INFORMADOR sobre la concepción de su cinta, el futuro de la misma y sus nuevos proyectos.
¿Cómo concebiste la idea de “Rabioso Sol, rabioso cielo”?
“La idea surge desde hace muchos años por la visión de diversos cineastas que son determinantes para mí, entre ellos Emilio “El Indio” Fernández y Leonardo Fabio, éste último tiene una película que se llama Narazeno Cruz y el lobo que trata sobre el mito de los licántropos, antes él había hecho muchas cintas al estilo de la Nueva ola francesa y en los años setenta tiene la necesidad de hacer una historia de fantasía, así que cuando leí sobre esa historia en particular que era como una alegoría acerca del amor, el mito del licántropo y que al final es una película de aventura me emocionó mucho la idea y quise hacer una película parecida”.
¿Y basándote en esta emoción cómo fue tu proceso personal?
“Tenía un guión que escribí en el año 2000 que se llamaba Coralloso que es la segunda parte de Rabioso... en donde los tres personajes de la cinta pelean para poseer a un tercero en una suerte de gemelos astrales que hay en todas las mitologías y que pelean por poseer a los seres humanos. Así que después de leer sobre la película de Fabio quise hacer la mía, una película con toque fantástico y empecé a construir esta historia en la que también se muestra un contraste marcado que da espacio a otra historia”.
Después de ganar al público europeo y obtener el premio Teddy en Berlín, ¿cómo te presentas ante la audiencia mexicana?
“Es algo complicado, de entrada muchos desacreditan el premio Teddy porque es le llaman ‘el premio gay’, lo dejan a ese nivel y pocos se detienen a ver las personas que han ganado ese premio. Desgraciadamente aquí en México no le dan el valor que tiene, un valor que sí le dan allá, la película se vende mejor cuando tiene el logo ‘del osito’ y la gente sabe que tiene ciertos valores. A mí me da mucha seguridad y gusto recibirlo por segunda vez, eso me da la seguridad de que mi cinta tiene valores que han sido reconocidos en el extranjero y si llegan a ser reconocidos aquí pues que mejor”.
¿Qué planes vienen para la cinta?
“La cinta ya se vendió en Estados Unidos, Francia y Alemania y se estrenará durante el año, vamos a varios festivales y nos falta ver que pasará aquí en México cuando se estrene en octubre”.
¿Y qué proyectos nuevos tienes en mente?
“Tengo varios, el primero es un documental que voy a hacer de manera forzosa porque tengo una beca (risas) es sobre Salomón Laiter un cineasta mexicano de los años setenta, otro es un guión de ficción, por primera vez no escrito por mí, que se llama Rencor tatuado, es una comedia negra hiperdialogada que trata la historia de una heroína y una adaptación de la única película de Salomón Laiter que se llama Las puertas del paraíso”.
¿Cómo concebiste la idea de “Rabioso Sol, rabioso cielo”?
“La idea surge desde hace muchos años por la visión de diversos cineastas que son determinantes para mí, entre ellos Emilio “El Indio” Fernández y Leonardo Fabio, éste último tiene una película que se llama Narazeno Cruz y el lobo que trata sobre el mito de los licántropos, antes él había hecho muchas cintas al estilo de la Nueva ola francesa y en los años setenta tiene la necesidad de hacer una historia de fantasía, así que cuando leí sobre esa historia en particular que era como una alegoría acerca del amor, el mito del licántropo y que al final es una película de aventura me emocionó mucho la idea y quise hacer una película parecida”.
¿Y basándote en esta emoción cómo fue tu proceso personal?
“Tenía un guión que escribí en el año 2000 que se llamaba Coralloso que es la segunda parte de Rabioso... en donde los tres personajes de la cinta pelean para poseer a un tercero en una suerte de gemelos astrales que hay en todas las mitologías y que pelean por poseer a los seres humanos. Así que después de leer sobre la película de Fabio quise hacer la mía, una película con toque fantástico y empecé a construir esta historia en la que también se muestra un contraste marcado que da espacio a otra historia”.
Después de ganar al público europeo y obtener el premio Teddy en Berlín, ¿cómo te presentas ante la audiencia mexicana?
“Es algo complicado, de entrada muchos desacreditan el premio Teddy porque es le llaman ‘el premio gay’, lo dejan a ese nivel y pocos se detienen a ver las personas que han ganado ese premio. Desgraciadamente aquí en México no le dan el valor que tiene, un valor que sí le dan allá, la película se vende mejor cuando tiene el logo ‘del osito’ y la gente sabe que tiene ciertos valores. A mí me da mucha seguridad y gusto recibirlo por segunda vez, eso me da la seguridad de que mi cinta tiene valores que han sido reconocidos en el extranjero y si llegan a ser reconocidos aquí pues que mejor”.
¿Qué planes vienen para la cinta?
“La cinta ya se vendió en Estados Unidos, Francia y Alemania y se estrenará durante el año, vamos a varios festivales y nos falta ver que pasará aquí en México cuando se estrene en octubre”.
¿Y qué proyectos nuevos tienes en mente?
“Tengo varios, el primero es un documental que voy a hacer de manera forzosa porque tengo una beca (risas) es sobre Salomón Laiter un cineasta mexicano de los años setenta, otro es un guión de ficción, por primera vez no escrito por mí, que se llama Rencor tatuado, es una comedia negra hiperdialogada que trata la historia de una heroína y una adaptación de la única película de Salomón Laiter que se llama Las puertas del paraíso”.