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Joan Rivers calla... Por primera vez

La comediante y presentadora de televisión, famosa por sus ácidas palabras, sigue en estado crítico, luego de sufrir un paro respiratorio durante una cirugía

GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2014).- Joan Rivers no tiene pelos en la lengua. Quizá por eso la presentadora de televisión ha encantado al público; al menos una parte de él, el que se ha sumado a oraciones pidiendo su recuperación, mientras que otros se manifiestan a través de las redes sociales orando también, pero porque la también comediante se despida de este mundo.

Rivers entró de urgencia al hospital Mount Sinai el jueves, luego de haber sufrido un paro respiratorio durante una cirugía. Melissa Rivers, su hija, dio a conocer ayer —a través de un comunicado de prensa— que su madre continua inconsciente y seguramente estaría conmovida “de conocer los homenajes y plegarias que hemos recibido desde todas partes del mundo”.

Añadió que Joan Rivers “sigue en estado crítico, pero recibe el mejor tratamiento posible”.

La comediante, cuyo verdadero nombre es Joan Alexandra Molinsky, es la más ácida y grosera de una generación de cómicos y presentadoras de televisión estadounidenses que incluye a Lucille Ball y Phyllis Diller (ya fallecidas), así como a Carol Burnett.

En los últimos años de su carrera, Rivers se volvió tan conocida por sus múltiples cirugías plásticas, como por su trabajo y sus comentarios.

En su programa ''Fashion Police'', la implacable y ocurrente comediante tiene la última palabra sobre lo que está bien o mal llevado en las alfombras rojas.

La vida sobre el escenario

Nacida en Brooklyn (sudeste de Nueva York) en junio de 1933, hija de un exitoso médico, Joan Alexandra Molinsky se crió en Larchmont, en los suburbios de la ciudad.

Graduada en el Barnard College Phi Beta Kappa, comenzó a presentarse en shows de improvisación cómica bajo el nombre de Joan Rivers y, tras varios años trabajando de día como secretaria y actuando de noche, logró abrirse camino en su profesión en 1965 en la emisión ''Tonight Show''.

Ahí comenzó su transitar de los escenarios de los teatros a los foros de televisión, dando algunos pasos por alfombras rojas o pasarelas, sin dejar de lado las salas de cirugías, de las cuales Joan Rivers es cliente frecuente, situación que —por cierto— aprovecha para sus espectáculos de comedia: “Me he hecho tantas cirugías plásticas que cuando muera donarán mi cuerpo a Tupperware”.

Joan Rivers es la anfitriona de ''Fashion Police'' en la cadena E! y está a cargo junto a su hija Melissa del '' reality show'' de WEtv ''Joan & Melissa: Joan Knows Best?'' También encabeza el programa de tertulia ''In Bed With Joan'' por internet.

Su libro ''Diary of a Mad Diva'' recién fue publicado el verano; de éste, Rivers asegura que es una historia divertida en la que cuenta algunas de sus anécdotas y su trayectoria en la farándula. También sobre su carrera está el documental ''Joan Rivers: a piece of work'', que se estrenó en el cine en el 2010.

La reina de la polémica

Joan Rivers tiene mucho que decir aún, afirman algunos de sus seguidores a través de Twitter. Y es que la presentadora de televisión no se detiene en sus comentarios en contra de quién sea; así, a Jennifer Lawrence le ha pedido que madure y que aprenda a callarse cuando ella misma hace algunas de las cosas que juzga, eso sucedió luego de que la actriz la llamara “arrogante”. Aunque la parte que pocos cuentan, es que la también comediante reconoció que la joven es una de las mejores actrices de su país.

Rivers también se ganó algunos malos comentarios al expresarse sobre la hija de Kim Kardashian y Kanye West: “Ese bebé es feo, nunca había visto a alguien de seis meses de edad que necesite tanto una depilación con cera”. Aquello sucedió durante una presentación en el Saban Theater.

Pero más allá de los comentarios mordaces que ha soltado contra varios personajes de la farándula, Joan Rivers no se detiene y lanza sus palabras ácidas hacia cualquiera, independientemente de su rango. Prueba de ello es cuando señaló que Barack Obama, presidente de Estados Unidos, era homosexual, y su esposa, Michelle, un transgénero.

También se ganó enemigos cuando dijo al Daily Mirror que el pueblo palestino merecía morir: “Ellos la empezaron (la guerra). Ellos son terroristas (en referencia al gobierno de Hamas). Han sido elegidos por un montón de gente estúpida”.

Después de ser duramente criticada, Rivers señaló que sus comentarios fueron sacados de contexto: “Lo que dije es que detrás de una guerra hay un infierno y lamentablemente los civiles son víctimas de los conflictos políticos. Los medios de comunicación, como es habitual, ha decidido sacar a la luz sólo las declaraciones más fuertes e incendiarias, en lugar de dar una cuenta exacta de cuáles eran mis intenciones. Junto con cualquier otra persona cuerda en este mundo, estoy rezando por la paz”.

Lo cierto es que si de algo es culpable Joan Rivers, es de no tener pelos en la lengua, de ser una “tira netas”, de no quedarse callada y —tal vez— se ser un poco imprudente de vez en cuando.

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