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Estremece Apocalyptica con chelos prestados

Dos mil tapatíos se rinden ante la banda de metal sinfónico que, debido a un incidente en el traslado, toca con instrumentos ajenos

GUADALAJARA, JALISCO (09/ENE/2012).- La adrenalina regresó a la ciudad, esta vez fue el llanto de tres violonchelos y los latidos de una potente batería tocados por cuatro finlandenses, los que hicieron de anoche una sesión de rock agresivamente clásico... aun con instrumentos prestados.

Y es que estos cuatro músicos, conocidos internacionalmente como Apocalyptica, no se cansaron de romper las reglas de la formalidad en el Teatro Diana. Tan solo 15 minutos encima de las 21:00 horas, cada chelista fue pisando el escenario para emprender el viaje metalero frente más de dos mil tapatíos, pero Eicca Toippen, líder de la banda, no permitió que ese cuarto de hora de retraso pasara sin efecto.

"Quiero ofrecerles una disculpa por la tardanza, pero es que los pen... de la aerolínea de Dallas dejaron allá los violonchelos", confesó con tono molesto mientras arreglaba algunos detalles de su arco, y agradeció a la institución local que les prestó los instrumentos faltantes para esa noche.

A la gente no le importó la procedencia de tan necesarias cuerdas, sino que sonaran al estilo finlandés, tan único de Apocalyptica.

Decidieron detonar la noche con "On the rooftop with Quasimodo", un sonido de tres chelos desgarrándose con la velocidad de la batería, sin voz, cual su estilo. Y aunque pasaron lista de sus temas clásicos sinfónicos, hubo tres con la voz de un invitado especial, Tipe Johnson, que sorprendió con "I'm not a Jesus", "I don't care" y "End of me", este último de 7th Simphony, la placa que promocionan.

La rubia y volátil cabellera larga de Eicca no fue la única que se agitaba en el aire sin control, a ella se sumaron la de su compañero chelista Perttu Kivilaakso y la de docenas de adeptos al metal sinfónico de la banda, quienes no podían contener su emoción al escuchar las graves y veloces notas de los instrumentos... prestados.

Tal derroche de energía por parte de algunas personas del público fue motivo de molestia para otras, pues al llegar temas melancólicos con solos de chelo, como "Sacra" y "Last hope", los gritos de algunos ensuciaban tan sensibles notas.

A muchos les costó trabajo no cantar a grito abierto cuando "Nothing else matters", un cover de Metallica únicamente a tres chelos, comenzó a sonar, ya que esta versión carece de letra, así que tuvieron que conformarse con susurrarla todos al unísono, pero sólo como un aliento desalmado.

El vértigo regresó, los golpes a la batería que dificultan la respiración se apoderaron de nuevo de los presentes al sonar "Quutamo", "Seek and destroy" y complacer con una más, a petición del público. "Es impresionante la energía que nos entregan", dirigió a su público Eicca, ya sin camisa.

Los dos mil tapatíos ahí reunidos prefirieron no sentarse en toda la noche, sino entregarse como lo hizo Apocalyptica y al final, sólo les quedó ovacionar a la banda y regresar la reverencia con que se despidieron los finlandeses del escenario, no sin prometer regresar a la ciudad tan pronto como puedan.

PARA SABER

Apocalyptica hará hoy su segunda parada en el Distrito Federal, para seguir su gira por Latinoamérica y regresar a Monterrey el 28 de enero.

EL INFORMADOR/ VIOLETA MELÉNDEZ

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