Entretenimiento
El sutil encanto de Bob Dylan reapareció ante los tapatíos
Acompañado por cinco músicos, el poeta y roquero estadounidense jugó con los instrumentos sobre el escenario
Vestido todo en negro, con algunas arrugas y canas más que en su última visita (que data de hace cuatro años), y con una actitud imperturbable, Dylan apareció en el escenario del Coloso de Periférico Norte minutos antes de las 21:00 horas. Sí, es uno de los pocos artistas en la historia del recinto que sale antes de la hora marcada en el boleto, lo que tomó por sorpresa a más de un espectador que se encontraba en la compra de refrescos o papitas, en preparación para el espectáculo.
Acompañado por cinco músicos, el poeta y roquero estadounidense jugó con los instrumentos sobre el escenario.
A veces con el teclado, a veces con la guitarra, siempre con la armónica lista; una vez que comenzó a tocar, la avalancha de temas no se detuvo. Leopard-Skin Pill-Box Hat y Man In The Long Black Coat fueron algunas de las piezas elegidas para abrir el concierto.
Las letras, cargadas siempre con una ácida mirada a la sociedad estadounidense, brotaron de la garganta cada vez más rasposa de Dylan, cuya capacidad para conmover con cada composición sigue fuera de toda duda, con temas como Like A Rolling Stone y All Along The Watchtower.
Deben señalarse las múltiples exigencias de “seguridad” que reclamó Bob Dylan durante el concierto que duró alrededor de una hora con 40 minutos: no permitió que los representantes de los medios de comunicación, incluido EL INFORMADOR, accedieran con cámaras fotográficas o de video. También prohibió a los asistentes el uso de cámaras semiprofesionales e incluso que le tomaran fotos con el teléfono celular.