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ENTRE CUARENTONES Y VEINTEAÑEROS: De Jordache a Gap y American Eagle

Lo peor del caso es que nos caen bien, aunque les digan “Toper” a los Tupperware, y aunque se han convertido en una generación que se parece bastante a lo que nos hubiera gustado ser a nosotros.

Por: Ricardo Santos

Como ven, aunque a esta generación de veinteañeros les podemos parecer “rucos” y bastante pasados de moda, no queriendo no queriendo, muchos de sus usos y costumbres se iniciaron en la temprana juventud de esta generación que hoy tenemos más de 40, aunque no lo puedan creer, fuimos la generación que decidió que los “jeans” como ellos les dicen, fueran una parte esencial del guardarropa.

Por supuesto que nuestros pantalones de mezclilla eran Sergio Valente o Jordache, algo absolutamente desconocido para ellos puesto que, por un lado, ya no se encuentran en el mercado,  y por el otro, nadie sería capaz de usarlos, pero podemos afirmar categóricamente que son los padres en línea directa de los pantalones Gap, Abercrombie and Fitch, American Eagle o Aeropostale que hoy visten ellos, la única diferencia es que como fuimos una generación más avispada, a nosotros nos los vendían nuevos, de nuestra talla -no dos veces más largos-, sin roturas y además, el color azul claro era producto de las lavadas y no de una decoloración prefabricada, artificial y que les da una apariencia más cercana a la de un pordiosero que a la de jóvenes profesionales por la que se quieren hacer pasar.

Aunque no lo crean, fuimos los primeros en usar Levi’s, Vans, Converse o Chemise Lacoste, que ahora son solamente “Lacoste” y aunque es indudable que de nuevo son el último grito de la moda, desconocen que fuimos nosotros quienes así lo decidimos a pesar de las caras y gestos que nos hacían nuestros progenitores que hoy se han convertido en abuelos.

De hecho, creo que eso es algo que también nos distingue indudablemente, somos la última generación bien regañada de la historia: cuando a nosotros nos regañaban, qué esperanza que les “diéramos el avión” como lo hacen hoy los universitarios y para colmo, cuando finalmente logramos convertirnos en adultos independientes, somos regañados por nuestros hijos de manera cotidiana.

Lo peor del caso es que nos caen bien, aunque les digan “Toper” a los Tupperware, y aunque se han convertido en una generación que se parece bastante a lo que nos hubiera gustado ser a nosotros.

Pero eso no quita que se perdieron los Kori de chocolate, los bailes que aprendimos de John Travolta en su legendaria película Saturday Night Fever, que no conocieron las “Disco’s” pero son más “antreros” que nosotros, que no tienen noticia de que un día existió Zum Zum ni tomaron café en Denny’s, donde la gracia era ver pasar por la ventana las minifaldas más pequeñas y los pantalones más ajustados de la historia de la moda y tampoco saben lo que significa “permanencia voluntaria”, pero de eso hablaremos en la próxima entrega.

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