Entretenimiento
Colin Brady, sin límites para crear
El animador, que trabajó en Pixar y al lado de George Lucas, se dice listo para explotar nuevas ideas
GUADALAJARA, JALISCO (08/SEP/2012).- Esforzarse al máximo. Ser honesto. Imaginar siempre. Suena muy simple, pero llevar a cabo estos ideales no siempre es sencillo. Eso es lo que aprendió Colin Brady, director y animador, quien en sus 20 años de experiencia en Hollywood, le ha dado vida, forma, fondo, textura, profundidad y volumen a miles de escenas especiales.
Colin Brady ofreció una videoconferencia en el ITESO titulada “Desafíos de la realidad mexicana para el lenguaje de animación”, como parte de las actividades de Dsemboca 2012, encuentro organizado por los alumnos de Ciencias de la Comunicación de esa universidad.
En primera instancia, su nombre podría no decir mucho, pero detrás de cámaras es prácticamente uno de los “gurús” en la industria de efectos especiales y la animación. Con 20 años de experiencia en un terreno de alta competencia, Colin Brady se ha desempeñado como director, escritor y productor en proyectos como Toy Story 1 y 2, E.T. el Extraterrestre, Bichos, Hulk (dirigida por Ang Lee), Lemony Snicket: Una serie de eventos desafortunados, Las Tortugas Ninja, La invención de Hugo Cabret y Los juegos del hambre, entre otras películas, series y comerciales. Trabajó como animador en Pixar, así como bajo las órdenes de Scorsese, Spielberg y George Lucas. Ahora tiene su propio estudio, PixoMondo.
Pequeños y grandes detalles
Pese a que la conferencia fue en inglés, Brady sorprendió a los presentes al comenzar a hablar en español (eso sí, con un marcado acento anglosajón). “Es un honor estar con ustedes. No hablo muy bien el español, pero afortunadamente la animación es un lenguaje universal. He trabajado en la animación por 20 años, y aquí les presento una pequeña muestra”.
Tras mostrar un corto con varios de los proyectos donde ha participado, la conferencia prosiguió en inglés, con un Colin visiblemente emocionado por la presencia de los jóvenes, y también por el buen nivel de animación que afirma se encontró en México. “Los últimos años han sido muy emocionantes (para la animación azteca), y el mejor ejemplo es lo que sucedió con el proyecto de Don Gato”.
El creativo explica que nuestro país levanta la mano como una fuente de talento, algo que la Unión Americana debería aprovechar, pues “hasta ahora, muchos en Estados Unidos prefieren ir a India o China para producir o buscar animadores, y es una lástima no aprovechar el enorme talento que está junto a nosotros. Tenemos mucho en común, como culturas occidentales”.
Brady anotó que el largometraje de Don Gato, estrenado en 2011, sirvió para que México se ganara el respeto de los animadores en el país del Norte, pues demostró que “en este país hay un estilo propio. Líneas muy fuertes. Colores muy vivos. Creo que tiene todo para distinguirse en Latinoamérica”.
Autonomía absoluta
Hasta la década de los años noventa, el mundo de la animación y los efectos especiales era una cancha donde sólo jugaban unos pocos privilegiados. Pero eso cambió con la llegada de una mayor competencia, y también con la aparición de herramientas que abarataron los costos de producción, como recuerda Brady. “Se acabaron los tiempos en que se tenía que ir a Los Ángeles, con una idea, a rogar que hicieran tu película. Ahora se pueden hacer películas desde cualquier lugar, siempre que tengan un buen guión de apoyo. Eso sigue siendo indispensable, antes y ahora”.
Sin embargo, el también director advierte que una mayor cantidad de competidores tuvo un efecto poco positivo en las condiciones laborales de animadores y especialistas en efectos especiales. “Cuando comencé en Pixar, nos daban contratos por tres años, y con salarios muy altos. Eran muy buenos tiempos (a finales de la década de los años noventa). Ahora eso terminó, y no te ofrecen un empleo que dure más allá de tres meses”.
Por eso, el realizador ofreció algunos tips a los estudiantes que quieran dedicarse a la animación, ya sea en México o en Estados Unidos: “Cuenta mucho la personalidad que tenga la gente al momento de contratarlos, que tengan una opinión firme, pero que a la vez sean capaces de negociar y de seguir órdenes. Es parte de la cultura laboral en cualquier país. Muestren lo que pueden hacer. Que pueden diseñar, construir, animar. Que quienes los vayan a contratar tengan claras sus capacidades. No tengan miedo en intentarlo”.
FRASES
"He trabajado para otras personas, ahora mi meta es hacer mis propias ideas, mis propias películas, hacerlas algo popular para los espectadores "
"Los efectos visuales en sí, hacen muy poco dinero. Las ganancias están del lado de los creativos "
Colin Brady, cineasta y productor.
Colin Brady ofreció una videoconferencia en el ITESO titulada “Desafíos de la realidad mexicana para el lenguaje de animación”, como parte de las actividades de Dsemboca 2012, encuentro organizado por los alumnos de Ciencias de la Comunicación de esa universidad.
En primera instancia, su nombre podría no decir mucho, pero detrás de cámaras es prácticamente uno de los “gurús” en la industria de efectos especiales y la animación. Con 20 años de experiencia en un terreno de alta competencia, Colin Brady se ha desempeñado como director, escritor y productor en proyectos como Toy Story 1 y 2, E.T. el Extraterrestre, Bichos, Hulk (dirigida por Ang Lee), Lemony Snicket: Una serie de eventos desafortunados, Las Tortugas Ninja, La invención de Hugo Cabret y Los juegos del hambre, entre otras películas, series y comerciales. Trabajó como animador en Pixar, así como bajo las órdenes de Scorsese, Spielberg y George Lucas. Ahora tiene su propio estudio, PixoMondo.
Pequeños y grandes detalles
Pese a que la conferencia fue en inglés, Brady sorprendió a los presentes al comenzar a hablar en español (eso sí, con un marcado acento anglosajón). “Es un honor estar con ustedes. No hablo muy bien el español, pero afortunadamente la animación es un lenguaje universal. He trabajado en la animación por 20 años, y aquí les presento una pequeña muestra”.
Tras mostrar un corto con varios de los proyectos donde ha participado, la conferencia prosiguió en inglés, con un Colin visiblemente emocionado por la presencia de los jóvenes, y también por el buen nivel de animación que afirma se encontró en México. “Los últimos años han sido muy emocionantes (para la animación azteca), y el mejor ejemplo es lo que sucedió con el proyecto de Don Gato”.
El creativo explica que nuestro país levanta la mano como una fuente de talento, algo que la Unión Americana debería aprovechar, pues “hasta ahora, muchos en Estados Unidos prefieren ir a India o China para producir o buscar animadores, y es una lástima no aprovechar el enorme talento que está junto a nosotros. Tenemos mucho en común, como culturas occidentales”.
Brady anotó que el largometraje de Don Gato, estrenado en 2011, sirvió para que México se ganara el respeto de los animadores en el país del Norte, pues demostró que “en este país hay un estilo propio. Líneas muy fuertes. Colores muy vivos. Creo que tiene todo para distinguirse en Latinoamérica”.
Autonomía absoluta
Hasta la década de los años noventa, el mundo de la animación y los efectos especiales era una cancha donde sólo jugaban unos pocos privilegiados. Pero eso cambió con la llegada de una mayor competencia, y también con la aparición de herramientas que abarataron los costos de producción, como recuerda Brady. “Se acabaron los tiempos en que se tenía que ir a Los Ángeles, con una idea, a rogar que hicieran tu película. Ahora se pueden hacer películas desde cualquier lugar, siempre que tengan un buen guión de apoyo. Eso sigue siendo indispensable, antes y ahora”.
Sin embargo, el también director advierte que una mayor cantidad de competidores tuvo un efecto poco positivo en las condiciones laborales de animadores y especialistas en efectos especiales. “Cuando comencé en Pixar, nos daban contratos por tres años, y con salarios muy altos. Eran muy buenos tiempos (a finales de la década de los años noventa). Ahora eso terminó, y no te ofrecen un empleo que dure más allá de tres meses”.
Por eso, el realizador ofreció algunos tips a los estudiantes que quieran dedicarse a la animación, ya sea en México o en Estados Unidos: “Cuenta mucho la personalidad que tenga la gente al momento de contratarlos, que tengan una opinión firme, pero que a la vez sean capaces de negociar y de seguir órdenes. Es parte de la cultura laboral en cualquier país. Muestren lo que pueden hacer. Que pueden diseñar, construir, animar. Que quienes los vayan a contratar tengan claras sus capacidades. No tengan miedo en intentarlo”.
FRASES
"He trabajado para otras personas, ahora mi meta es hacer mis propias ideas, mis propias películas, hacerlas algo popular para los espectadores "
"Los efectos visuales en sí, hacen muy poco dinero. Las ganancias están del lado de los creativos "
Colin Brady, cineasta y productor.