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Clásicos renovados

Illya Kuryaki and The Valderramas saca la artillería pesada y la ausencia de 10 años se vuelve un suspiro

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAY/2012).- Tal parece que nunca se separaron, que los 10 años que estuvieron fuera de los escenarios pasaron como dos días de guardar, pues apenas salieron al escenario del Teatro Estudio Cavaret alrededor de 10 minutos después de las 22:00 horas, Illya Kuryaki and The Valderramas pusieron a bailar a los presentes que se congregaron en el recinto zapopano.

Sin aspavientos ni mayores trámites, sonaron a funk, a hip hop, a rock. A lo que siempre habían sonado. Todo mezclado, pero con la cadencia justa y necesaria para que los tapatíos movieran el cuerpo y disfrutaran la noche.

Recorrieron el escenario a todo momento, saltaron, alzaron la voz, cuando los argentinos terminaron de tocar Jaguar house los gritos se hicieron escuchar y Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur aprovecharon para saludar a la multitud que no escatimó en gritos emocionados porque ya venía Apocalipsis wow. En toda la velada nunca dejaron de sonar al estilo que los distinguió. La mística que tuvo la banda se hizo presente en todo momento. Un poco más cuando llegó Jugo. “Esto es una fiesta”, dijo Emmanuel.

Luego de cantar Expedición al Klama Hama los músicos sacaron las guitarras... siguió Prométeme, paraíso y la concurrencia aplaudió hasta el cansancio y escuchó sin parpadear la interpretación de los músicos. Las luces que se desparramaban del escenario dejaban al descubierto un mar de almas que alzando las manos marcaban el rito de cada una de las piezas con sabor a funk.

Con sabor latino


Uno de los momentos cumbre de la noche vino cuando la agrupación argentina tocó una de sus piezas más emblemáticas: Jennifer del stéreo.

En el alfombrado rojo del Teatro Estudio Cavaret hizo falta espacio para que las parejas se pusieran a bailar. Jorge y Mariana se abrieron espacio y marcaron los pasos que normalmente se usan cuando se baila una cumbia.

La banda que forjó su fama a lo largo de la década de los noventa con su estética retro, sus letras extravagantes y con alusiones a la cultura popular logró tal énfasis en los tapatíos que éstos terminaron brincando y pidiendo más canciones sin parar.

Cuando los argentinos se despidieron del recinto, como mar bravo que se agita, los presentes comenzaron a pedir con hostitlidad otra canción. Chiflaron, gritaron, uno que otro lanzó porras. Comenzaron a patalear el piso como niños difíciles. Dante y Emmanuel regresaron al escenario en medio de la algarabía plural. Illya Kuryaki and The Valderramas se despidió una vez más de los tapatíos cuando terminó la interpretación de Abismo alrededor de las 23:40 horas.

EL DATO

Entre colegas


El concierto de los argentinos movió el interés de algunos intérpretes de la ciudad, como Denisse, vocalista de la agrupación Belanova.

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