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Amy Winehouse agrede a fanático

El descanso y las promesas de que se alejaría de los problemas duraron poco, pues volvió a causar un escándalo

Si usted va a ver a Amy Winehouse a algún concierto, tenga cuidado si la agarra en un mal día. Luego de su salida del hospital, la cantante británica, quien hace unos días regresó a la escena musical, golpeó a un fan que intentó jalarle el cabello durante su actuación en el Festival de Glastonbury, ayer domingo.   

La intérprete de Rehab se sintió molesta y agobiada por las muestras de “cariño” de uno de sus seguidores, quien en un intento por tener contacto con ella quiso tirarle de su ensortijado cabello, situación a la que Amy reaccionó propinándole un certero puñetazo en defensa propia.  

Winehouse reaccionó dando un codazo al aire, para luego lanzar una serie de derechazos sin soltar el micrófono que tenía en la mano izquierda y continuar con su interpretación. Un guardaespaldas observó la escena que no duró más de unos segundos, sin intervenir.  

De vuelta

El concierto de la cantante había provocado gran expectación en Glastonbury. La actuación de la británica tuvo una duración de alrededor de una hora, ante un público calculado en unos 80 mil espectadores que presenciaron la escena y observaron como el personal de seguridad retiró a la muchedumbre, mientras Amy se alejaba con micrófono en mano.  

Los admiradores de la “Diva del soul” defendieron su actitud y aseguraron que cuando Winehouse quiso acercarse al público durante su actuación, el agredido intentó “tirarle del pelo”, un gesto ante el que ella “reaccionó” de manera instintiva, publicó el diario The Sun.   

Durante el domingo la policía no recibió ninguna denuncia sobre la agresión que sufrió el miembro del público, mientras que el organizador del evento aseguró que no hay intención de ninguna investigación al respecto.  

El suceso no empañó el recital de Winehouse, quien se mostró en buena forma y alejada de las imágenes que se captaron de ella en presentaciones pasadas, incluso el organizador del festival calificó su actuación como “un triunfo”, especialmente debido a que hasta hace pocos días, se dudaba que su condición física le permitiera presentarse.

La ganadora de cinco Grammys bromeó sobre la elección de vestuario para la velada: “Tuve que comerme a tres mujeres para poder meterme en este vestido”, dijo la cantante que engordó siete kilogramos tras su ingreso al hospital.  

Antes de concluir su intervención en la localidad inglesa de Glastonbury, Winehouse no dudó en enviar un mensaje de amor a su marido encarcelado en Londres, Blake Fielder-Civil, para quien pidió su libertad, pues lleva más de medio año tras las rejas, acusado de obstruir a la justicia.  
Esta no es la primera vez que la cantante pide la liberación de Fielder-Civil, pues durante el concierto solidario por el cumpleaños de Nelson Mandela, del que formó parte y que se realizó el pasado viernes, también hizo la misma petición desde el escenario.  (NTX)

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