Economía
Papandreou anuncia Gobierno de unidad; hoy, día clave para Grecia
Tras una serie de reclamos y amenazas, la Unión Europea define si da su voto de confianza al afectado país
ATENAS, GRECIA (04/NOV/2011).- Hoy, Yorgos Papandreou es el primer ministro de Grecia. Hoy, Grecia sigue siendo parte de la Unión Europea. Hoy, ocho mil millones de euros están bloqueados y por lo tanto no llegarán a Atenas.
Es este último punto el que podría afectar a los dos primeros. Los acreedores europeos y el Fondo Monetario Internacionao (FMI) han bloqueado la entrega de dicha cantidad, último tramo del crédito de 110 mil millones concedido en mayo del año pasado.
El escenario sí puede ser peor: El ministro de Finanzas griego confesó que necesitan este dinero para mediados de diciembre, con el fin de evitar la quiebra del país.
Más que una solución, parecería que lo que Papandreou necesita es un escudo que lo proteja por todos sus puntos débiles. Mientras recibe las exigencias externas, internamente también hay conflicto. Tras retirar el plan para someter a plebiscito el acuerdo de rescate europeo, decisión que mantiene a flote su Gobierno, la oposición potencia su reclamo para que el funcionario renuncie.
Pero, pese a los rumores, no hubo renuncia. Papandreou aceptó la formación de un Gobierno de unidad nacional para superar la crisis y convocar a elecciones anticipadas, durante una reunión de emergencia con su gabinete.
El nuevo Gobierno estará integrado por Lucas Papademos, ex gobernador del Banco Central Europeo, quien se encargaría de las principales decisión del país, junto con el propio Papandreu, aunque por ahora se desconocen los detalles.
La decisión del primer ministro de formar un Gobierno de unidad nacional se da a conocer poco después de que varios medios griegos e internacionales como la cadena británica BBC, informaron que Papandreu presentaría su renuncia ayer.
Mientras tanto, el costo del crédito para Grecia se disparó: el rendimiento de los bonos griegos a 10 años excedió 31%. En comparación, Alemania paga dos por ciento.
Antes del anuncio de la unión, el líder de la oposición conservadora, Antonis Samaras, rápidamente afirmó que él ya había estado de acuerdo en apoyar el plan de recuperación antes de que se confirmara la cancelación del plebiscito.
“(Papandreou) Casi destroza el universo supuestamente para convencerme de estar de acuerdo con algo que yo ya había dicho que era inevitable”, dijo en el parlamento, durante un debate sobre el próximo voto de confianza.
“El señor Papandreou finge que no entendió lo que le dije (…) Lo insto a que renuncie”.
El nuevo acuerdo de la deuda de Grecia le daría al país 100 mil millones de euros (138 mil millones de dólares) extra en préstamos de rescate del resto de la Eurozona y del Fondo Monetario Internacional, adicionales a los 110 mil millones de euros que le fueron concedidos el año pasado. Además, los bancos privados perdonarían a Grecia 50% del dinero que aún les debe. El objetivo es reducir las enormes deudas del país hasta el punto en que éste pueda manejar sus finanzas sin necesidad de rescates constantes.
CRONOLOGÍA
2 de mayo de 2010
Papandreou dice que ha sellado un acuerdo con la UE y el FMI, abriendo la puerta a un rescate a cambio de recortes adicionales del presupuesto por 30 mil millones de euros durante tres años.
6 de mayo
El Parlamento griego aprueba el proyecto de ley de austeridad.
9 de mayo
El FMI aprueba por unanimidad su parte de préstamos de rescate y desembolsa cinco mil 500 millones de euros de inmediato.
18 de mayo
Grecia recibe 14 mil 500 millones de euros de préstamo de la UE y puede pagar la deuda inmediata.
7 de julio
El Parlamento griego aprueba la reforma de pensiones, un requerimiento clave del acuerdo UE/FMI, que incluye elevar la edad de jubilación de las mujeres de los 60 años hasta alcanzar a los hombres a 65 años.
5 de agosto
Inspectores de la UE y el FMI dan a Grecia luz verde para un nuevo tramo por nueve mil millones de euros del rescate.
23 de mayo de 2011
Grecia da a conocer una serie de privatizaciones que son parte de su meta de recaudar 50 mil millones de euros hacia 2015 para pagar deuda.
13 de junio
Grecia recibe la menor calificación crediticia del mundo. S&P la rebaja en tres escalones, a CCC desde B.
8 de julio
El FMI aprueba el desembolso de cerca de 3,200 millones de euros para ayudar a Grecia a pagar deudas vencidas. El tramo lleva los desembolsos del FMI a unos 17,400 millones.
27 de octubre
Líderes de la Zona Euro llegan a un acuerdo con bancos privados y compañías de seguros para que acepten una pérdida de 50% de sus bonos del Gobierno griego bajo un plan para reducir la carga de deuda de Grecia.
ANÁLISIS
Europa rompe tabú
Por Noah Barkin
Bien podría ser recordado como el día en que la Zona Euro comenzó a resquebrajarse.
En una conferencia de prensa realizada la noche del miércoles en Cannes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, rompieron uno de los tema tabú más sagrados del bloque, admitiendo abiertamente por primera vez que Grecia podría terminar dejando el club de la moneda unificada al que se unió hace una década.
La declaración, después de una intensa reunión de dos horas con el primer ministro griego, Yorgos Papandreou, en la víspera de una cumbre del G-20, pone a la Zona Euro en un curso peligroso, que podría repercutir en Europa y más allá durante décadas.
Si Grecia sale de la Eurozona, un paso que hasta ahora los funcionarios europeos han dicho que es técnica y jurídicamente imposible, las consecuencias serían devastadoras, aunque el país representa sólo 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona monetaria compuesta por 17 naciones.
Qué tan devastador sería es difícil de decir, porque la medida podría llevar a Europa y al sistema financiero mundial a un territorio desconocido.
Pero lo que sí parece claro es que una salida de Grecia sería la chispa que desencadenaría el contagio hacia otros países periféricos y significaría un retiro masivo de los inversionistas extranjeros.
También sería un mazazo a las instituciones financieras de todo el bloque y obligaría al Banco Central Europeo (BCE) a responder con masivas inyecciones de liquidez y compras de bonos gubernamentales.
El banco central y todos los acreedores del sector privado y público tendrían que amortizar sus demandas en Grecia de un solo golpe. La crisis del crédito resultante, dicen los economistas, haría que el congelamiento que siguió a la quiebra en 2008 del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers parezca leve.
“Si Grecia deja al euro, las presiones del mercado en los países percibidos como más vulnerables rápidamente llegaría a ser abrumadora”, dijo The Economist Intelligence Unit en un reciente informe titulado “After Eurogeddon”.
“A medida que la reacción en cadena se vaya extendiendo por Europa, pensamos que el contagio sería rápido, dramático e incontrolable a veces”.
Más allá de las terribles consecuencias económicas, la medida también sería un aplastante y simbólico revés para Europa. Después de más de medio siglo de una gran integración, el hecho abriría la puerta a una nueva era de desintegración.
Merkel ha dicho que una salida de Grecia podría conducir a un devastador “efecto dominó” en toda la zona euro.
“Ni una sola persona pondría su dinero en Europa nunca más”, dijo a finales de septiembre.
Esto es lo que hace que que el giro en 180 grados de Merkel y Sarkozy en Cannes sea tan importante.
Funcionarios alemanes dijeron que el sorpresivo llamado de Papandreou para un referéndum sobre el último paquete de rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Grecia, una medida que desató el pánico generalizado en los mercados financieros, fue el colmo para los líderes de Alemania y Francia.
La frustración con el gobierno de Papandreou ha ido creciendo en forma sostenida desde el primer paquete de rescate del bloque a Grecia en mayo del 2010. Desde entonces, Atenas ha fallado en varias ocasiones con el cumplimiento de las metas fiscales establecidas por sus acreedores internacionales.
En contra de las esperanzas, su economía ha caído en picada. Se espera que se contraiga en más de 5% en el 2011 y 3% el próximo año, en lo que sería su cuarto año consecutivo de recesión. En tanto, el desempleo se ha disparado.
Este es el colapso económico que ha debilitado el apoyo popular al Gobierno de Papandreou y a las medidas de ayuda de la UE y el FMI a cambio de austeridad.
Ayer, el Gobierno griego parecía estar al borde del colapso. Fuentes del Partido Socialista de Papandreou dijeron que los legisladores forjaban una propuesta de un nuevo Gobierno de coalición, encabezado por el ex vicepresidente del BCE Lucas Papademos.
Sin importar lo que pase, la agitación política y social en Grecia parece que continuará sin descanso. La incertidumbre socavará la confianza sobre la capacidad de la Zona Euro para controlar la crisis.
Los costos de mantener a Grecia en el euro, creen algunos funcionarios europeos, pueden ser mayores que lo que dé una salida.
Es este último punto el que podría afectar a los dos primeros. Los acreedores europeos y el Fondo Monetario Internacionao (FMI) han bloqueado la entrega de dicha cantidad, último tramo del crédito de 110 mil millones concedido en mayo del año pasado.
El escenario sí puede ser peor: El ministro de Finanzas griego confesó que necesitan este dinero para mediados de diciembre, con el fin de evitar la quiebra del país.
Más que una solución, parecería que lo que Papandreou necesita es un escudo que lo proteja por todos sus puntos débiles. Mientras recibe las exigencias externas, internamente también hay conflicto. Tras retirar el plan para someter a plebiscito el acuerdo de rescate europeo, decisión que mantiene a flote su Gobierno, la oposición potencia su reclamo para que el funcionario renuncie.
Pero, pese a los rumores, no hubo renuncia. Papandreou aceptó la formación de un Gobierno de unidad nacional para superar la crisis y convocar a elecciones anticipadas, durante una reunión de emergencia con su gabinete.
El nuevo Gobierno estará integrado por Lucas Papademos, ex gobernador del Banco Central Europeo, quien se encargaría de las principales decisión del país, junto con el propio Papandreu, aunque por ahora se desconocen los detalles.
La decisión del primer ministro de formar un Gobierno de unidad nacional se da a conocer poco después de que varios medios griegos e internacionales como la cadena británica BBC, informaron que Papandreu presentaría su renuncia ayer.
Mientras tanto, el costo del crédito para Grecia se disparó: el rendimiento de los bonos griegos a 10 años excedió 31%. En comparación, Alemania paga dos por ciento.
Antes del anuncio de la unión, el líder de la oposición conservadora, Antonis Samaras, rápidamente afirmó que él ya había estado de acuerdo en apoyar el plan de recuperación antes de que se confirmara la cancelación del plebiscito.
“(Papandreou) Casi destroza el universo supuestamente para convencerme de estar de acuerdo con algo que yo ya había dicho que era inevitable”, dijo en el parlamento, durante un debate sobre el próximo voto de confianza.
“El señor Papandreou finge que no entendió lo que le dije (…) Lo insto a que renuncie”.
El nuevo acuerdo de la deuda de Grecia le daría al país 100 mil millones de euros (138 mil millones de dólares) extra en préstamos de rescate del resto de la Eurozona y del Fondo Monetario Internacional, adicionales a los 110 mil millones de euros que le fueron concedidos el año pasado. Además, los bancos privados perdonarían a Grecia 50% del dinero que aún les debe. El objetivo es reducir las enormes deudas del país hasta el punto en que éste pueda manejar sus finanzas sin necesidad de rescates constantes.
CRONOLOGÍA
2 de mayo de 2010
Papandreou dice que ha sellado un acuerdo con la UE y el FMI, abriendo la puerta a un rescate a cambio de recortes adicionales del presupuesto por 30 mil millones de euros durante tres años.
6 de mayo
El Parlamento griego aprueba el proyecto de ley de austeridad.
9 de mayo
El FMI aprueba por unanimidad su parte de préstamos de rescate y desembolsa cinco mil 500 millones de euros de inmediato.
18 de mayo
Grecia recibe 14 mil 500 millones de euros de préstamo de la UE y puede pagar la deuda inmediata.
7 de julio
El Parlamento griego aprueba la reforma de pensiones, un requerimiento clave del acuerdo UE/FMI, que incluye elevar la edad de jubilación de las mujeres de los 60 años hasta alcanzar a los hombres a 65 años.
5 de agosto
Inspectores de la UE y el FMI dan a Grecia luz verde para un nuevo tramo por nueve mil millones de euros del rescate.
23 de mayo de 2011
Grecia da a conocer una serie de privatizaciones que son parte de su meta de recaudar 50 mil millones de euros hacia 2015 para pagar deuda.
13 de junio
Grecia recibe la menor calificación crediticia del mundo. S&P la rebaja en tres escalones, a CCC desde B.
8 de julio
El FMI aprueba el desembolso de cerca de 3,200 millones de euros para ayudar a Grecia a pagar deudas vencidas. El tramo lleva los desembolsos del FMI a unos 17,400 millones.
27 de octubre
Líderes de la Zona Euro llegan a un acuerdo con bancos privados y compañías de seguros para que acepten una pérdida de 50% de sus bonos del Gobierno griego bajo un plan para reducir la carga de deuda de Grecia.
ANÁLISIS
Europa rompe tabú
Por Noah Barkin
Bien podría ser recordado como el día en que la Zona Euro comenzó a resquebrajarse.
En una conferencia de prensa realizada la noche del miércoles en Cannes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, rompieron uno de los tema tabú más sagrados del bloque, admitiendo abiertamente por primera vez que Grecia podría terminar dejando el club de la moneda unificada al que se unió hace una década.
La declaración, después de una intensa reunión de dos horas con el primer ministro griego, Yorgos Papandreou, en la víspera de una cumbre del G-20, pone a la Zona Euro en un curso peligroso, que podría repercutir en Europa y más allá durante décadas.
Si Grecia sale de la Eurozona, un paso que hasta ahora los funcionarios europeos han dicho que es técnica y jurídicamente imposible, las consecuencias serían devastadoras, aunque el país representa sólo 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona monetaria compuesta por 17 naciones.
Qué tan devastador sería es difícil de decir, porque la medida podría llevar a Europa y al sistema financiero mundial a un territorio desconocido.
Pero lo que sí parece claro es que una salida de Grecia sería la chispa que desencadenaría el contagio hacia otros países periféricos y significaría un retiro masivo de los inversionistas extranjeros.
También sería un mazazo a las instituciones financieras de todo el bloque y obligaría al Banco Central Europeo (BCE) a responder con masivas inyecciones de liquidez y compras de bonos gubernamentales.
El banco central y todos los acreedores del sector privado y público tendrían que amortizar sus demandas en Grecia de un solo golpe. La crisis del crédito resultante, dicen los economistas, haría que el congelamiento que siguió a la quiebra en 2008 del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers parezca leve.
“Si Grecia deja al euro, las presiones del mercado en los países percibidos como más vulnerables rápidamente llegaría a ser abrumadora”, dijo The Economist Intelligence Unit en un reciente informe titulado “After Eurogeddon”.
“A medida que la reacción en cadena se vaya extendiendo por Europa, pensamos que el contagio sería rápido, dramático e incontrolable a veces”.
Más allá de las terribles consecuencias económicas, la medida también sería un aplastante y simbólico revés para Europa. Después de más de medio siglo de una gran integración, el hecho abriría la puerta a una nueva era de desintegración.
Merkel ha dicho que una salida de Grecia podría conducir a un devastador “efecto dominó” en toda la zona euro.
“Ni una sola persona pondría su dinero en Europa nunca más”, dijo a finales de septiembre.
Esto es lo que hace que que el giro en 180 grados de Merkel y Sarkozy en Cannes sea tan importante.
Funcionarios alemanes dijeron que el sorpresivo llamado de Papandreou para un referéndum sobre el último paquete de rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Grecia, una medida que desató el pánico generalizado en los mercados financieros, fue el colmo para los líderes de Alemania y Francia.
La frustración con el gobierno de Papandreou ha ido creciendo en forma sostenida desde el primer paquete de rescate del bloque a Grecia en mayo del 2010. Desde entonces, Atenas ha fallado en varias ocasiones con el cumplimiento de las metas fiscales establecidas por sus acreedores internacionales.
En contra de las esperanzas, su economía ha caído en picada. Se espera que se contraiga en más de 5% en el 2011 y 3% el próximo año, en lo que sería su cuarto año consecutivo de recesión. En tanto, el desempleo se ha disparado.
Este es el colapso económico que ha debilitado el apoyo popular al Gobierno de Papandreou y a las medidas de ayuda de la UE y el FMI a cambio de austeridad.
Ayer, el Gobierno griego parecía estar al borde del colapso. Fuentes del Partido Socialista de Papandreou dijeron que los legisladores forjaban una propuesta de un nuevo Gobierno de coalición, encabezado por el ex vicepresidente del BCE Lucas Papademos.
Sin importar lo que pase, la agitación política y social en Grecia parece que continuará sin descanso. La incertidumbre socavará la confianza sobre la capacidad de la Zona Euro para controlar la crisis.
Los costos de mantener a Grecia en el euro, creen algunos funcionarios europeos, pueden ser mayores que lo que dé una salida.